El coordinador regional de Ciudadanos, Enrique Arriaga, personificó ayer en el presidente del Ejecutivo autonómico el rechazo a la instalación del gas en la Isla. «Ángel Víctor Torres no puede dejar sin regasificadora a Tenerife, porque eso dificultaría el desarrollo de la Isla en los próximos años y comprometería una transición energética eficaz». El también vicepresidente del Cabildo lo dijo «así de contundente». Contundencia que también le llevó a manifestar que «el Gobierno de Canarias tiene que buscar una solución a los problemas de caducidad de los informes y a la falta de pronunciamiento del Ministerio de Transición Ecológica sobre la idoneidad de esta instalación».

En su defensa a ultranza de este tipo de energía, Arriaga sostiene que «la instalación de una planta regasificadora es fundamental para poder suministrar energía a la Isla hasta que las energías renovables tengan la suficiente implantación como para abastecerla al 100%». En esa línea, reivindica como «la mejor opción» una infraestructura «como la planteada en Granadilla de Abona», si bien también valora como positiva «una instalación flotante que diera el servicio necesario».

Enrique Arriaga aseguró que «la apuesta no puede ser otra más que las energías limpias, aprovechar el viento, el sol y el mar y hacer de Tenerife una isla sostenible». Con esta tesis como base, el coordinador autonómico de Ciudadanos considera que «hasta conseguir este ambicioso objetivo, en Tenerife tendremos que hacer uso del gas y el hidrógeno, un combustible éste respetuoso con el medio ambiente», ya que «solo emite vapor de agua y es una fuente de energía inagotable».

El responsable de Innovación en el Cabildo de Tenerife recuerda que «la puesta en marcha de una regasificadora permitiría, además de asegurar el suministro eléctrico, generar actividad económica alrededor de ella y empleo». En su reflexión, Arriaga Álvarez insiste en que «descolgarse, a estas alturas, del proyecto previsto en Granadilla de Abona supondría un duro varapalo para la Isla». Por ello, solicita al presidente del Gobierno de Canarias que «rectifique su decisión respecto a una infraestructura tan importante como la que estamos planteando», porque «el gas sí tiene cabida en el modelo energético insular».

La Autoridad Portuaria

Se da la circunstancia de que el Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria desestimó la solicitud de 2004 de Enagás Transporte, S.A.U. para ocupar una parcela de 120.000 metros cuadrados y 380 metros de línea de atraque del Puerto de Granadilla con el fin de instalar una planta regasificadora. Este proyecto recibió dos informes desfavorables de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia que, aunque no son vinculantes, decantaron la no autorización del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), por silencio administrativo. Además, en septiembre de 2020 caducó la declaración de impacto ambiental.

Previamente, el consejero regional para la Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, aseguró el pasado mes de febrero que el gas natural no tiene cabida en el modelo energético del Ejecutivo autonómico. «El gas no aparece como alternativa; está totalmente descartado», agregó.

Una planta en Santa Cruz

Pero la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife tiene previsto como alternativa un barco-regasificador en el propio muelle granadillero y otra planta regasificadora en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, similar a la proyectada para el Puerto de la Luz y de Las Palmas. Su presidente, Carlos González, adelantó que “a finales de año tendremos más definido este proyecto, sobre el que se está trabajando en este momento”. Al tiempo, subrayó que la gran ventaja de esta solución es que las dos plantas no solo suministrarán a la central eléctrica de Granadilla un combustible menos contaminante que el petróleo, sino que abastecerán a los barcos en ambos muelles tinerfeños.