El SOS del Banco de Alimentos de Tenerife ha tenido respuesta. De la sociedad civil en primer lugar porque han sido cientos las llamadas a la sede de la entidad, tanto de personas a título individual como de empresas, para hacer donaciones económicas o en especie. Desde Bancoteide lo agradecen. En cuanto a la respuesta desde el ámbito político la más tangible es la del Ayuntamiento de Santa Cruz, cuyo alcalde, José Manuel Bermúdez, garantiza «el apoyo a una entidad con la que estamos desde el minuto uno», además de solicitar «una mayor implicación, que espero, de otras administraciones como el Gobierno de Canarias o el Cabildo insular».

Despliegue de medios audiovisuales en la sede de Bancoteide en Mercatenerife desde primera hora de la mañana. El primer síntoma de la trascendencia de una crisis que se traduce así: 10.000 usuarios más frente a 280.000 euros y 2,1 millones de kilos de alimentos menos. En apenas año y medio.

Miriam Cañada, responsable de Administración, agradece «el enorme eco que ha tenido la noticia» así como «las continuas llamadas de particulares y empresas que quieren echarnos una mano, bien con aportaciones económicas o en especie». Cañada valora «profundamente» la «solidaridad de la sociedad canaria que siempre resulta ejemplar en estos casos». Espera que «desde los estamentos públicos se hayan percatado de nuestra situación y colaboren con nuestra causa».

19

Reportaje en el Banco de Alimentos de Tenerife María Pisaca

Desde la capital.

El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, deja claro de entrada su «total apoyo al Banco de Alimentos y a su labor». Recuerda que «somos el único municipio que cuenta con una partida específica directa, 50.000 euros anuales para la entidad». A eso hay que añadir, subraya Bermúdez, «otros 20.,000 euros para gastos generales (agua, luz, transporte,...) de las entidades de reparto del municipio». Con estas últimas, 43 –el ayuntamiento que más tiene en la Isla y también con servicios en otros municipios–, detalla Bermúdez que «hemos mantenido reuniones por distritos durante toda esta semana». Plantea que tanto él como la concejela de Atención Social, Rosario González –extrabajadora del propio Bancoteide– y los concejales de distrito «hemos mantenido un contacto directo con estas entidades para recibir información directa de su problemática. También del Banco de Alimentos, aunque adelanta: «Estamos citados el próximo partes para que nos expliquen con detalle cuales son las carencias y las cifren».

Sólo conoce el alcalde chicharrero la casuística: «El plan del FEGA para este año mantiene el mismo número de toneladas de alimentos a repartir cuando la demanda ha crecido exponencialmente –un 50%– por las consecuencias de la pandemia. No olvida Bermúdez que «en sólo tres meses, de enero a marzo, hemos hecho entrega del equivalente a 1,5 millones de euros en tarjetas de alimentos –la inversión total en este ámbito concreto son 2,5 millones–, un modelo municipal que complemente al del reparto a los más necesitados». Explica el regidor que «nuestro esfuerzo es muy superior al de otras administraciones en este ámbito y estamos preocupados por el problema de la falta de alimentos». Acaba con una reflexión: «Llamo al Gobierno de Canarias y al Cabildo a implicarse más en esto. No es una cuestión de competencias porque competencias tenemos todos».

La capital, según fuentes municipales, ha firmado un acuerdo de colaboración con la Fundación CEPSA que aportó 23.000 euros al Banco el año pasado. Además ha remitido a la Fundación EMMASA la solicitud para una posible donación. Asimismo van a ayudar a las entidades con tarjetas de carburantes para gastos de transporte. Por último, Santa Cruz colabora con mascarillas y geles en la mejora de la seguridad de trabajadores y voluntarios de Bancoteide.

Casi cuatro millones.

Fueron 3,8 millones de euros de subvención directa en 2020, a través del Plan de Reactivación de Tenerife, y con renovación para 2021. Es el argumento del consejero de Participación Ciudadana del Cabildo, Nauzet Gugliotta, sobre el reparto de alimentos en la Isla. Hace referencia a las subvenciones a los consistorios «nuestro sistema y si hacen falta aportaciones extra esa es la vía». Añade que el Cabildo está siempre «para colaborar y en este caso también». Recuerda en este sentido las naves de Mercatenerife donde tiene su sede el Banco de Alimentos, propiedad de la institución insular. Advierte de que «hay una Ley de Servicios Sociales que establece con claridad las competencias. Entre la de los ayuntamientos está la asistencia básica, incluida la alimenticia». Apostilla que «puntualmente, a consecuencia de la pandemia, repartimos directamente alimentos. Pero era una situación excepcional».

La línea del Cabildo es «cooperar con los ayuntamientos». Subraya que «no todo el mundo trabaja con el Banco de Alimentos. Municipios como Arona tienen el suyo propio, La Laguna se basa en las tarjetas prepago y Santa Cruz, básicamente, en las entidades de reparto. No hay un modelo único». Plantea que «el sistema parte de las derivaciones de servicios sociales municipales a los que ya nutre el Cabildo. Si es necesaria una ampliación hay que dirigirse a los ayuntamientos». Insiste en que «trabajamos con todas las entidades del Tercer Sector a través del programa Tenerife Isla Solidaria. En una doble vía: garantizar que lleguen las donaciones y dotarlas de herramientas». Gugliotta concluye: «Nuestra apuesta es fortalecer unos servicios públicos profesionalizados y con cada administración integrada en un sistema común».

Solidaridad.

Coalición Canaria de Tenerife ha hecho un llamamiento público a la solidaridad de toda la sociedad tinerfeña para colaborar con el Banco de Alimentos de Tenerife, tras el anuncio de su crisis. Cabe recordar que ante la situación límite las primeras medidas han sido dejar de repartir en el Norte y el Sur de la Isla además de reducir ala mitad los kilos entregados a las ONG. La secretaria de organización insular y diputada nacionalista, Rosa Dávila, manifiesta «la enorme preocupación por la gravísima situación de la entidad».

Además hace ese llamamiento urgente «a las instituciones, en primer lugar, al Gobierno de Canarias y al Cabildo de Tenerife; a los ayuntamientos; a las empresas y también a todas las personas que puedan ayudar para que esta ONG no se quede sin alimentos». Añade que «apelamos a esa solidaridad para que la gente que menos recursos posee pueda tener algo de comer cada día en su casa». No olvida Dávila «ser solidarios también con la propia organización, el Banco de Alimentos, para que pueda continuar con su labor fundamental. Un trabajo en un momento clave al que no están llegando los gobiernos».

«Falta coordinación».

La portavoz del Partido Popular en el Cabildo, Zaida González, lamenta la «escasa coordinación» que existe entre la institución insular y una entidad tan importante como el Banco de Alimentos, «en un momento tan complicado desde el punto de vista socioeconómico como el actual». González entiende que «la situación del Banco de Alimentos emana de la falta de proactividad del Cabildo a la hora de paliar la carencia de alimentos, máxime cuando se han tirado a la basura toneladas de hortalizas en el sur de la Isla».

Te puede interesar:

La portavoz de los populares denuncia, además, que el gobierno insular «rechazó una propuesta de resolución del PP encaminada a ayudar al sector primario a la vez que se dignificaba la recogida de alimentos por parte de quienes lo necesitan». Y concluye: «El gobierno no solo no actúa sobre las dramáticas situaciones que está atravesando toda la sociedad tinerfeña, sino que, además, rechaza las propuestas que hacemos desde otras formaciones, que sí recogen esas necesidades y, además, proponen herramientas para minimizar los daños que la crisis del coronavirus está dejando en nuestra sociedad».

Otro caso de comida del FEGA sin caducar en la basura

Las imágenes han corrido como la pólvora por las redes sociales los dos últimos días. Junto a ellas los inevitables comentarios encendidos «en un momento de tanta necesidad básica para mucha gente». Leche entera, galletas o batidos de chocolate sin caducar, procedentes del FEGA europeo, en la basura. Alimentos no perecederos que pueden consumirse como mínimo el mes que viene -9 de junio en el caso de la etiqueta de la leche-. El concejal del Distrito Suroeste de Santa Cruz, Javier Rivero, se hace eco en Facebook. En este foro cuestiona: «¿Esto tendrá una explicación? Si una asociación, al parecer, tira comida habría que preguntar». A Rivero le suena la Rambla de Añaza como ubicación del contenedor en el que una persona sin identificar parece depositar la comida. También le parece que la marca de los productos es la habitual en las remesas de la UE. La acusación en Internet se focaliza en una de las siete asociaciones que reparten alimentos en el populoso barrio capitalino. Con el añadido de que supuestamente no es la primera vez que lo hacen. Desde el Banco de Alimentos confirman que «la entidad que tiró esos productos ya está localizada y se encuentra situada en Añaza». Añaden: «Ayer (por el jueves) les llamamos y les pedimos explicaciones». Las fuentes de Bancoteide explican que «esa comida pertenece al Plan FEGA. Nos dicen es que estaba en mal estado al haber sido mordida por ratones y por eso la tiraron. Tenemos una reunión con ellos el lunes para explicarles las prácticas adecuadas relativas a la destrucción de alimentos». Es evidente que el colectivo no ha actuado correctamente. Fuentes de las entidades que reparten alimentos lo explican: «Están obligados a devolverlos para que se los repongan. Y en caso de que no puedan repartirlos se entregarían a otro colectivo para que se hiciera efectiva la entrega a quienes lo necesitan. Tirarlos a la basura es algo inaceptable». Añaden que son tres las graves irregularidades cometidas: «Tirar los alimentos a la basura, el hecho de que su fecha de caducidad los haga aptos para el consumo humano y, por último, equivocarse de contenedor ya que han ido a depositarlos al de papel-cartón».