El fotógrafo realejero Isidro Felipe Acosta lleva más de 30 años retratando la esencia de las populares Fiestas de Mayo y a los hombres y mujeres que en las últimas décadas han mantenido viva la tradición y han hecho posible que sean declaradas de interés turístico regional y nacional. Una muestra de las miles de imágenes captadas por el objetivo de Acosta puede verse, hasta el próximo 1 de junio, en una exposición al aire libre, en la plaza Viera y Clavijo, con reproducciones en gran formato y un lema: «Pasión por las tradiciones».

Acosta, que también es un destacado fotógrafo de naturaleza, confiesa que desde que tiene «uso de razón», la festividad de Cruces y Fuegos siempre ha estado presente en su vida. «Ya con 13 años subía desde Realejo Bajo hasta las inmediaciones de El Horno para espichar cañones al lado de personajes tan arraigados a esta fiesta como Manolo Grillo o Tino El Pachón; esa misma noche seguí por primera vez a la Cruz en su peculiar recorrido nocturno y miraba regocijado cómo los músicos de la banda de turno corrían despavoridos cuando las lluvias de aquellos locos voladores salían desde las azoteas de las calles de El Medio y Sol», recuerda.

El autor de las fotografías que componen la muestra +30 Mayos ha sido colaborador de medios como la desaparecida Gaceta de Canarias o EL DÍA, y desde 1990 trabaja en el área de relaciones informativas del Ayuntamiento de Los Realejos. Más de 30 años en los que no se ha perdido ni una edición y en los que le ha tocado vivir los momentos más extraños, como los vividos en 2020 y 2021, marcos por la pandemia del coronavirus y la suspensión de algunos de los principales actos festivos, como el baile de magos, la romería o la procesión de la Cruz.

Muchos días y muchas noches

Acosta define estas imágenes son un resumen de «muchos días y noches de festivales y de vigilias ante las cruces; treinta años fotografiando romeras, romerías o noches mágicas como el Lunes de Remedio. Ha sido además un auténtico placer plasmar el arte de esos balcones al paso de la romería y emocionarme, porque los fotógrafos también tenemos nuestro corazoncito, con el relevo de la Cruz». Pero si de pasión hablamos, reconoce el autor de esta muestra, él la tiene «por la pólvora, por esos fuegos de artificio que iluminan la noche más mágica del año». Captarlos ha sido el reto de «media vida de azotea en azotea, de ver cómo disfrutan y lloran de emoción jóvenes y mayores, vecinos de estas dos calles que son Medalla de Oro de Tenerife, y orgullo de Los Realejos».

El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez (PP), considera que es «un lujo» contar con «un cronista gráfico de la naturaleza y la etnografía realejera como Isidro Felipe Acosta, que durante décadas ha brindado instantes en papel y en formatos digitales que, casi sin darnos cuenta, van construyendo la historia de nuestro pueblo”. Domínguez destaca que “sin lugar a dudas, las fiestas de la localidad más festiva de España, y quienes las hacen, son una de sus principales fuentes de inspiración y, para nosotros, realejeros y realejeras, una suerte a perpetuidad”.

El concejal de Fiestas, José David Cabrera (PP), como organizador de esta muestra a pie de calle, resalta que es «fruto de la reinvención de una programación festivo y cultural adaptada a las circunstancias de la pandemia». Una selección de imágenes de los momentos claves de las Fiestas de Mayo que «traen a la memoria recuerdos quizá olvidados de quienes han ido forjando la solidez de estas fiestas”.

Isidro Felipe Acosta editó en 2018, en colaboración con la Asociación Cultural Pinolere, el libro Las Fiestas tradicionales en el Norte de Tenerife, que muestra imágenes de casi un centenar de fiestas y tradiciones populares de esta zona de la isla.