Suelen ser el primer observatorio que permite al viajero, turista o visitante de Tenerife hacerse una idea de la belleza de sus atractivos naturales. Una fortaleza tangible con las joyas de su paisaje.

El Cabildo ha aprobado de manera unánime la elaboración de un plan de mejora de los miradores de la Isla. De momento, sin plazo de ejecución ni ficha financiera pero con la conciencia unitaria de paliar el deterioro sufrido, sobre todo el último año de pandemia, en estos símbolos del territorio que se alongan a los tesoros naturales de Tenerife. La primera imagen del viajero en este destino casi nunca decepciona porque son los balcones de la belleza isleña.

De norte a sur y de este a oeste, Tenerife está llena de atalayas. Domésticas, como las de una capital con especial orografía (Los Campitos, Vistabella..). Y en pleno ascenso, las destinadas a mostrar al visitante. En la zona de Anaga y La Laguna se encuentran las más visitadas por la población local. El Pico del Inglés, la Cruz del Carmen o Jardina. Con unas extraordinarias vistas del Macizo o la Vega. Esta semana, ahí estaban dos amigas del país, Nadia y Estefanía, sacando fotos en la de Las Mercedes. En la de El Inglés, otro nativo oteaba el horizonte con sus prismáticos

Más al Norte, camino de Las Cañadas y el Teide, aparecen como paradas obligatorias el Mirador de Ortuño (debe su nombre a Francisco Ortuño, Director de Montes) en la TF-24, término municipal de La Victoria de Acentejo, con una de las mejores visiones del volcán; el de Humboltd, en La Orotava, dedicado al naturalista alemán que se enamoró del Valle, o El Lance, en la carretera de Icod el Alto a Los Realejos, presidido por una enorme escultura de un rebelde: el mencey guanche Bentor. En Ortuño, Arturo, un señor de la Península, por primera vez en la Isla, contempla extasiado y solitario toda la magnitud del Teide en un día despejado.

Mirador de El Lance eldia.es

También los hay en el Sur aunque sean menos conocidos. Por ejemplo, Chiñama, en la carretera TF-28 con una vista única de la Montaña Roja de El Médano. O Montaña Amarilla, en la costa de Sam Miguel, que muestra la belleza distinta de la erosión.

No se pretende aquí mostrar una guía de los miradores isleños ni un orden de visita. Todos son importantes. Diana Mora, consejera de CC-PNC y defensora de la moción aprobada, lo explica: “Habría que comenzar por los de mayor afluencia y seguir con el resto en un trabajo de mantenimiento continuado”. Mora entiende que resulta imprescindible “acondicionarlos, tanto en su espacio físico y accesibilidad, como en equipamiento, señalética y paneles informativos”. El documento de consenso subraya: “Los miradores constituyen un importante elemento informativo para quienes nos visitan y para la población residente. Algunos se encuentran en mal estado por lo que es necesario actuar de forma urgente”.

Herramienta.

Los miradores constituyen una herramienta para aumentar el conocimiento y la valoración del paisaje entre residentes y visitantes. Están ubicados en puntos geoestratégicos que invitan a disfrutar de las mejores panorámicas y manifestaciones geomorfológicas. Este conocimiento ayuda a sensibilizar e implicar en la protección. El Cabildo ha publicado folletos informativos en español, inglés y alemán que describen los principales de Tenerife. Incluye un mapa que enumera y señaliza 45 de ellos, con información útil sobre la localización y las panorámicas observables desde los veinte principales.

Uso, disfrute y deterioro.

La consejera Diana Mora explica: “En los últimos años se ha producido un importante incremento en el uso y disfrute de los espacios naturales, lo cual ha supuesto también una mayor presión tanto en las infraestructuras como en el medio natural”. Por ello, concluye, “es necesario contar con unos miradores en buen estado, que ofrezcan información y sean accesibles, de tal forma que toda la población pueda disfrutar de ellos”. Mora recuerda una vez más que “el turismo es el principal motor económico de Tenerife y que con la pandemia de la Covid-19 resulta fundamental que las administraciones públicas inviertan para reactivar la economía”. Este Plan de Miradores “no solo mejorará nuestra oferta turística, sino que generará empleo en Tenerife”, valora la nacionalista.

Mirador Pico del Inglés eldia.es

Unanimidad.

La iniciativa fue aprobada por unanimidad de los grupos políticos en la Comisión de Turismo del pasado marzo. Mora explica: “A raíz de detectar un deterioro en los miradores de mayor afluencia, sobre todo durante el último año, solicitamos que se abordara un proyecto para acondicionar al menos los principales, tanto el espacio en sí como su equipamiento, señalética y paneles informativos”. Plantea que “sería ideal que antes del arranque de la temporada de verano y el retorno del turismo pudiéramos tener todo listo para recibirlos con la mejor imagen posible.”

Distintas competencias.

Los miradores no se gestionan todos desde el mismo área insular. Algunos pertenecen a Carreteras, otros dependen de Paisaje o de Medio Ambiente. Incluso los hay de otras administraciones. Lo que tienen todos en común es el valor paisajístico y patrimonial. Por eso le corresponde el mantenimiento a los diferentes departamentos. Entiende Mora que “lo importante sería coordinar e impulsar un proyecto con unidad de criterios”.

Diagnóstico.

Algunas de estas atalayas se encuentran en un estado absolutamente deplorable, sobre todo los de mayor afluencia. Por eso precisan una actuación urgente porque no se puede mostrar una mala imagen de la Isla, Menos aún en un momento muy delicado cuando el cuidado de los detalles es clave para diferenciar el destino y hacerlo único y especial. Unos miradores atractivos marcan la diferencia y son capaces de hacer que un visitante se enamore o no del destino y quiera volver.

Cada vez más personas quieren conocer Tenerife a su aire. Antes de venir se informan, buscan rutas y se preocupan de saber sobre el destino. Una vez aquí alquilan un coche y se lanzan a descubrir. Es fácil encontrar viajeros en los lugares más recónditos. Cuidar infraestructuras como los miradores resulta fundamental. “Habilitarlos, protegerlos y señalizarlos bien” en palabras de Diana Mora. Porque desde ahí, propios y extraños se alongan a la Isla.