Junto a la carretera del Este, poco antes del comienzo del túnel de Martiánez, Puerto de la Cruz cuenta con un hermoso charco natural, dotado con amplias áreas de solarium, zonas verdes, escaleras de acceso y espacio suficiente para ubicar vestuarios o incluso un quiosco con terraza. Fue una concesión de Costas a un hotel y desde 2008 se deteriora, cerrado y en el más absoluto abandono 

Ni en el norte de Tenerife ni en el Puerto de la Cruz sobran las zonas de baño. Las características de la costa de esta parte de la isla dificultan el acceso al mar y escasean las piscinas naturales. En febrero de 2008, el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz anunciaba que por fin la ciudad podía recuperar el uso público de la piscina natural de la Laja de la Sal, que durante 30 años fue explotada para uso privativo por el hotel Semiramis, de acuerdo con una concesión otorgada por Costas en los años 70 del siglo XX. Trece años después, esta magnífica piscina natural, dotada con amplias zonas de solarium, jardines y escalera de acceso desde la carretera del Este, no tiene ni uso público ni uso privado. Costas simplemente la mantiene cerrada mientras se deteriora por la acción del mar y la evidente falta de mantenimiento.

La piscina de la Laja de la Sal, en Puerto de la Cruz, tiene una ubicación privilegiada, escalera de acceso, amplias zonas de solarium y jardines, pero todo está completamente abandonado. | | R.S.

En la etapa final de gobierno de Lola Padrón (PSOE) se anunció que se convertirá a corto plazo en una instalación de dominio y uso públicos y que, por tanto, «sería un nuevo atractivo a disposición de vecinos y visitantes». En aquel momento, una vez extinguida la concesión correspondiente al hotel Semiramis, la exalcaldesa anunció que había solicitado formalmente a la Dirección General de Costas del Ministerio de Medio Ambiente, «la concesión del dominio público marítimo terrestre del tramo costero conocido popularmente como Laja de la Sal».

Esta petición, que se esperaba que fuera «aprobada en breve» y que fue comunicada por el ayuntamiento a la empresa del hotel, fue fruto de «las gestiones y reuniones previas mantenidas por la alcaldesa portuense tanto con el Director General de Costas como con el jefe de la Demarcación de Costas de Santa Cruz de Tenerife», que «tenían previsto ejecutar un proyecto de rehabilitación integral de las zonas marítimas y terrestres de la playa de Martiánez». Fuentes de aquel gobierno aseguran a EL DÍA que la respuesta de Costas a esta petición no había llegado cuando, en octubre de 2009, una moción de censura expulsó a Padrón y devolvió la Alcaldía a Marcos Brito (CC).

En aquel momento se aseguraba que la piscina «es utilizable casi todo el año, incluso con marea alta, aunque dado su emplazamiento en el mismo pie del acantilado, es necesario prohibir el uso por razones de seguridad con fuerte oleaje». Y se anunciaba que «tras la recuperación del uso público, los usuarios podrán acceder hasta el popular charco de La Laja de la Sal por un paso que se abrirá desde la carretera del Este y a través del sendero del acantilado». El gobierno municipal barajaba entonces la posibilidad de que «en el futuro» el personal del cercano Lago Martiánez se encargara del mantenimiento y control de esta piscina.

Nada se hizo y hasta 2014 prácticamente no se volvió a hablar de la Laja de la Sal, que permaneció cerrada a cal y canto. Ese año, el exedil de Izquierda Unida Canaria en el Ayuntamiento portuense Jonás González planteó, sin éxito, que el Ayuntamiento la recuperara. Incluso dijo que «si se autoriza un bar o cafetería, como en Playa Jardín o San Telmo, se podría explotar y el alquiler serviría para mantenerla”. González consideraba que «esta piscina de agua de mar, habilitada sobre un charco natural entre los riscos del acantilado», era «un elemento diferenciador de la oferta turística», un lujo que la ciudad no debía perder.

El actual edil de Ciudad Sostenible, David Hernández (ACP), reconoce que podría plantearse un nuevo intento de solicitar una concesión a Costas para recuperarla, pero ve dificultades en cuanto a la seguridad y la accesibilidad. Además, subraya que «en la complicada situación actual» el grupo de gobierno (PSOE-ACP) tiene otras prioridades más urgentes.