La empresa Aqualia ha patentado una nueva tecnología para desalar agua sin aporte externo de electricidad. El sistema, basado en la célula microbiana de desalación (MDC), ha sido desarrollado en colaboración con el instituto Imdea Agua en el marco del proyecto H2020 MIDES de innovación.

En 2020 Aqualia registró cuatro patentes europeas y una en Estados Unidos. Con estos nuevos registros, ya son 14 las que acumula, todas enfocadas a la utilización eficiente de los recursos hídricos

Los primeros prototipos de la tecnología de célula microbiana, con una capacidad de 3.500 litros al día, operan ya en dos instalaciones gestionadas por Aqualia: una en Alicante y otra en Tenerife.

Esta tecnología utiliza la materia orgánica de las aguas residuales como fuente de energía. La reducción del consumo energético en el proceso de desalación es uno de los principales objetivos del sector de la gestión del agua. La tradicional por ósmosis inversa requiere cuatro Kilowatios/hora de energía por metro cúbico de agua. El prototipo de Denia, en Alicante, entró en servicio en el verano de 2020 y se alimenta de agua salobre. Mientras, el de Tenerife comenzó a operar a principios de 2021 con agua de mar. Una vez que cada unidad haya completado un año de funcionamiento se plantea su ampliación y despliegue en otras localizaciones.

Aqualia obtuvo en 2020 tres nuevas patentes europeas fruto de sus proyectos de investigación con cuatro universidades españolas. Entre ellos el reactor anaerobio de membranas (AnMBR) que también fue protegido por una patente americana y se implementa en el proyecto LIFE Zero Waste Water’ en Valdebebas (Madrid). Con Canal de Isabel II como socio, esta iniciativa pretende producir un nuevo sistema de tratamiento del agua urbana sin aporte externo de electricidad. Se evita así la huella de carbono y queda minimizada la producción de fango.

También se patentó el reactor bioelectroquímico ELSAR, junto con la Universidad de Alcalá (Madrid) que trabaja con un principio similar al de la MDC, evitando el consumo de energía eléctrica en la depuración de aguas residuales.

Por último fue otorgada la patente de Advansist, de la mano de la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid), que utiliza las bacterias púrpuras para recuperar recursos de las aguas residuales con un mínimo impacto ambiental. La biomasa resultante de este proceso se puede utilizar como materia prima en la producción de bioplásticos, biofertilizantes o materiales de construcción.

Con estos nuevos registros, ya son catorce las patentes registradas por Aqualia, todas enfocadas a repensar fórmulas y soluciones para la gestión eficiente de los recursos hídricos, poniendo el foco en la circularidad del ciclo integral del agua.