Decenas de familiares y amistades despidieron en el Tanatorio de Santa Lastenia de Santa Cruz al ilustre tinerfeño Rafael Zurita Molina, fallecido a los 83 años. Formaba parte de una saga de profesionales de la Isla que han tenido la prensa en su ADN. Su progenitor, el recordado Víctor Zurita Soler, fue maestro del oficio, fundador y director del periódico La Tarde (Santa Cruz de Tenerife, 1927-1982). Su tío, Óscar, ejerció como brillante columnista en esta casa, El Día. Zurita veló siempre, desde sus escritos e intervenciones radiofónicas, por los intereses de Tenerife y de su capital. En 2015 fue pregonero de las Fiestas de Mayo de la ciudad chicharrera.

A nivel laboral ocupó el cargo de Jefe de Servicios del Cuerpo de Telégrafos. Asiduo colaborador de medios de comunicación, Zurita impulsó el periódico Deportes 7 Islas y las revistas Canarias Ilustrada y Canarias Gráfica, esta última, en su segunda etapa.

Rafael Zurita Molina nació en Santa Cruz de Tenerife en 1938. Tras cursar el Bachillerato en las Escuelas Pías, en 1956 ingresó por oposición en el Cuerpo de Telégrafos. Uno de sus destinos, San Miguel de Abona, en 1959, le “grabó para siempre el paisaje del Sur, impregnado de piedra chasnera”, como él mismo reconoce en una de sus obras, El Sur de Tenerife.

Impregnado desde niño por el mundo de las artes gráficas y la información –hijo, hermano y padre de periodistas, entre estos últimos el profesor de la Facultad de la ULL José Luis Zurita– publicó artículos en La Tarde, Diario de Avisos y Deportes 7 Islas, así como en las revistas que ayudó a desarrollar, a la vez que colaboró en tertulias radiofónicas. Dedicó especial atención al puerto de Santa Cruz de Tenerife, fruto de la cual fueron su obra Crónicas del Puerto de Santa Cruz de Tenerife y la serie periodística Puerto y Puerta.

Fue miembro de la Tertulia de Amigos del 25 de Julio y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. También presidente fundador de la Fundación Canaria Víctor Zurita Soler. Quienes le conocían y trataron destacan su don de gentes, erudición, caballerosidad y bonhomía. También se cultivó como escritor y en su haber deja tres libros: Tenerife con olor a tinta, donde repasa el nacimiento y consolidación del sector de las artes gráficas en la Isla; El Sur de Tenerife. Cronografía de un Paisaje y Crónicas del Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Junto a su numerosa familia, al velatorio acudieron personas vinculadas a Telégrafos, al periodismo y a la sociedad santacrucera. También se personó el alcalde capitalino, José Manuel Bermúdez. Tras el sepelio, su hermano, el prestigioso pediatra Amado Zurita, actual presidente de la Fundación Víctor Zurita, tomó la palabra. En la sentida intervención trasladó las virtudes del fenecido, al tiempo que elogió a su mujer, Maribel Andión, con quien tuvo tres hijos: Rafael, José Luis e Isabel. El doctor finalizó con unos versos de Amado Nervo: “Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. / ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos / en paz!”.