El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria desestimó y archivó ayer la petición de Enagás de instalar una regasificadora y utilizar 380 metros de línea de atraque en el Puerto de Granadilla. Este expediente, que data del año 2004, no cuenta con el visto bueno del Ministerio de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático (ni del Gobierno de Canarias) y su declaración de impacto ambiental caducó en octubre de 2020. Ambas son causas fundamentales del rechazo acordado por Puertos. La planta regasificadora es la instalación industrial que convertiría el gas natural licuado, que vendría en los buques suministradores, en gas natural y su construcción estaba prevista en el Puerto de Granadilla.

El consejero regional para la Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, aseguró el pasado mes de febrero que el gas natural no tiene cabida en el modelo energético del Ejecutivo autonómico. “El gas no aparece como alternativa; está totalmente descartado”, agregó. Defendió que siempre han estado en contra del proyecto de la planta regasificadora (la instalación industrial que convierte el gas natural licuado, el que vendría en los buques suministradores, en gas natural) en Granadilla de Abona. Un proyecto que “ha recibido informes negativos”, recordó, y que no tiene encaje alguno en la planificación de su departamento.

Con este rechazo se da la circunstancia de que Gran Canaria tendrá regasificadora, aunque había rechazado la introducción del gas, y Tenerife no, a pesar sí apostada por este combustible, al ser menos contaminante. Además de esta lectura, Coalición Canaria asegura que la decisión “resta competitividad a la Isla”, que pierde una oportunidad para generar empleo y para abaratar los costes de generación eléctrica”. Su portavoz en el Cabildo, Carlos Alonso, señala que “estamos ante otro claro ejemplo de la falta de liderazgo de Tenerife por culpa del PSOE”. “En Gran Canaria sí van a tener la regasificadora y aquí, no. Y eso es, entre otras cosas, porque el Cabildo no la ha impulsado el proyecto. Es una mala noticia para la Isla, tanto desde el punto de vista ambiental como económico, porque el uso de gas abarataría los costes de generación de energía eléctrica en sus ciclos combinados al sustituir el gasoil por el gas”.

Alonso critica la posición de Pedro Martín, que “es incapaz de defender a Tenerife como nos merecemos”. “Su postura como presidente del Cabildo es sumisa ante todas las administraciones y eso perjudica los intereses de toda la Isla. Gran Canaria sí ha luchado por tener su regasificadora, que estará situada en el Puerto de La Luz y de Las Palmas, mientras que aquí no tendremos esa posibilidad. Es un duro golpe para el sector industrial de Tenerife y para la economía tinerfeña, pues el proyecto supone la creación de empleo y desarrollo”.

Por su parte, el secretario de Política Insular de CC, José Manuel Bermúdez, señala que “es una mala noticia que no se instale la planta regasificadora en el Puerto de Granadilla, porque eso no solo supondría un beneficio económico en la producción de energía eléctrica, sino que llevaba aparejada la creación de empleo de calidad”. “Estamos hablando de la construcción de una infraestructura muy importante que ahora no se hará por la falta de interés del PSOE”.

Bermúdez indicó que “estamos a favor de las energías renovables, pero el gas natural es una fuente energética que podría servir de puente entre el actual modelo, en el que predomina el uso de combustibles fósiles, y el basado en energías renovables, que es al que aspiramos”. “En Gran Canaria sí van a disponer de gas natural, pero en Tenerife no. Y eso tiene unos responsables, que son los dirigentes del PSOE. Lo que es bueno para Gran Canaria parece que no lo es para Tenerife y aquí nadie es capaz de levantar la voz. Nosotros sí lo hacemos y reclamamos lo que creemos que es justo para nuestra Isla”, concluyó Bermúdez.

La alternativa está en el mar

La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife trabaja desde 2019 en un proyecto de regasificadora flotante para el Puerto de Granadilla. Esta iniciativa responde al criterio en la gestión de los Gobiernos central y canario para este tipo de iniciativa. En noviembre del año 2018, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicó el informe en el que analizaba la solicitud para construir la regasificadora solicitada por Enagás en Granadilla. Un año antes, el mismo organismo concluyó que el proyecto no era viable, ya que generaría más costes que ingresos. Además, la CNMC señaló que Enagás debía detallar el mercado al que abastecería la planta, la previsión de demanda de gas y los ingresos de los peajes por el uso de la planta. Ese mismo año, el Tribunal Supremo (TS) anuló la autorización dada en 2012 por el Ministerio de Industria porque el proceso de evaluación de impacto ambiental no reunía todos los requisitos.