El Cabildo de Tenerife contemplaba la recuperación de la presa de El Río hace dos mandatos. En el Plan de Desarrollo Rural Sostenible Agache-Abona 2011-2015 (página 94) de la Corporación insular se incluye una “acción singular” denominada “Adecuación como tomadero de la represa Barranco del Río”. Los trabajos consistían en elaborar un estudio y en redactar el proyecto, así como en la “ejecución de la obra”. El periodo de ejecución de todo ello quedó establecido “desde 2012 a 2015”.

El área responsable de su realización sería la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación junto al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural Marino (MARM). Esta actuación se contempló en el marco de las infraestructuras y equipamientos básicos y de interés general, y aparece como la primera actuación del programa denominado “Infraestructuras rurales de interés general”.

El coste estimado por el Cabildo ascendía a 700.000 euros, distribuidos en las anualidades comprendidas entre 2012 y 2015, a razón de 175.000 euros excepto la inicial, de 105.000.

En el documento se especifica que “es necesaria la impermeabilización de la presa para un mejor aprovechamiento y racionamiento de las aguas, ya que sigue careciendo de este aspecto técnico que permite prestar el servicio por el cual fue construida”. Este plan contemplaba la obra para “aprovechar la presa de El Río como captadora de agua de escorrentía, canalizando dichas captaciones hacia depósitos de almacenamiento situados en zonas colindantes”.

Desde que los agricultores y el gobierno municipal reactivaran la finalización de la presa de El Río, el pasado febrero, el Cabildo se posicionó en contra de esta iniciativa a través de sus consejeros Desarrollo Sostenible (Javier Rodríguez) y de Agricultura (Javier Parrilla), llegando a asegurar que la obra demandada es inviable.

Ayer, el Grupo Popular en la Corporación insular reclamó, durante la Comisión Plenaria de Sostenibilidad, que el Cabildo lidere la elaboración del estudio de viabilidad para recuperar la actividad de la presa de El Río, en beneficio del sector agrícola y “en un intento por solucionar el grave problema de escasez y de calidad del agua que tenemos en Tenerife”.