Son dos maneras de verlo desde idéntica perspectiva, la empresarial, pero con modelos diferentes, el de la estructura tradicional y el del autónomo. Por un lado, el enfoque de la Cámara de Comercio y por otro el del autoempleo. La coincidencia de partida está, con los matices posteriores, en “la necesidad de mejorar la conectividad de la Isla de Tenerife como forma de reactivar el turismo, principal motor de la economía de Canarias”. Así lo entienden tanto Lola Pérez, directora general de la Cámara de Comercio de Tenerife, como Juan Carlos Arricivita, presidente de ATA Canarias, la Asociación de Trabajadores Autónomos.

Pérez valora la conectividad isleña como “un pilar para el crecimiento y el desarrollo desde el punto de vista económico y social”. También entiende, igual que los autónomos, el factor negativo de “la lejanía del Archipiélago”, Un hándicap que debe ser contrarrestado, desde su óptica, con “el esfuerzo para dinamizar y mantener nuestra principal industria, que a día de hoy es el turismo”. Esa limitación geográfica “hay que superarla con el trabajo hacia la excelencia y la sostenibilidad”. Como fortaleza, valora que “lo hacemos bien y por eso somos referente a nivel mundial”. Recuerda en este sentido que “competimos con países como Egipto, Turquía o con amplias zonas como el Caribe”. Lola Pérez entiende que hay dos conceptos fundamentales a la hora de afrontar la recuperación del sector en medio de la pandemia y sus repercusiones, justo cuando se han perdido muchas conexiones: las buenas infraestructuras y la competitividad en los precios. La clave está en “las estrategias para recuperar esa conectividad previa al coronavirus, y tiene que ser urgente con vistas a poder competir con destinos agresivos que van a ofertar rutas más rentables que la nuestra”.

Mercados ‘viejos’ y nuevos

Lola Pérez apuesta por conexiones aéreas que “respondan a la diversidad del turista. Desde mercados clásicos como el británico a la apertura a visitantes procedentes de todo el mundo”. Pese a todas las dificultades, Pérez es optimista porque “en nuestro caso la crisis es sanitaria y no económica en el origen. Eso sí, si no hay recuperación sanitaria, el impacto será brutal”. Recuerda que “la estructurar era para dos millones de habitantes y otros quince que cada año nos visitaban. De repente eso se paró y vamos a ver cuantos recibimos a final de este año. La parálisis arrastra a todos los sectores económicos. Primero con el cierre de los hoteles y luego al resto. Incluidas las zonas cercanas y a quienes viven de ese flujo como son los proveedores en alimentación u otros abastecimientos, así como el transporte. Esto es una cadena”. Pero, insiste la directora general de la Cámara, “hay una posibilidad de caminar hacia la economía circular o o energética, así como la diversificación de mercados”. Para Pérez, la herramienta de los Ertes ha sido “fundamental no sólo cuantitativa sino cualitativamente”. Plantea que “lo ideal sería ir incorporando a los trabajadores a medio y largo plazo sin el límite de tres meses”.

Desde la Cámara su directora general plantea que “lo ideal es recuperar a un trabajador formado y creo que ese período de Erte sería fundamental para eso. Formación y experiencia es un binomio de mucho valor para el empresario respecto a sus empleados”. Porque en esta dinámica Lola Pérez entiende que “en la economía de servicios, la empresa depende de sus empleados, el mayor valor que tienen. Cualificación del personal y digitalización n son los dos grandes valores de futuro”.

Reitera Lola Pérez la decidida apuesta desde su organización por “mejorar las infraestructuras de la Isla como otro factor clave”. Menciona en este sentido para concluir “la necesidad de afrontar obras en el Aeropuerto del Sur porque eso supone un refuerzo a la competitividad de nuestro destino en todos los ámbitos”.

“El verano será muy complicado”

“La conectividad es fundamental para la reconstrucción, pero la llave es la vacuna. Vacuna, vacuna y vacuna”. Este es el mensaje de Juan Carlos Arricivita, presidente de la Asociación de Autónomos de Canarias. Porque esa es “la única posibilidad para un destino seguro y volver a recibir turismo, peninsular, de la UE o de fuera”. Advierte de las muchas aerolíneas cuyos aviones están en tierra o en riesgo de quiebra. Considera que “de aquí al verano hay que luchar contra la guerra de precios y nuestra lejanía. Esta lleva al cambio constante de tripulaciones y mayor gasto en personal”. Valora: “Hay destinos que pagan las plazas que no se venden”. Entiende que “una plaza a 300 o 400 euros ida y vuelta frena el mercado peninsular”. Resume los aspectos fundamentales: aerolíneas operativas sin riesgo de quiebra y precios competitivos. Valora que “en invierno es más fácil por la menor competencia pero el verano se presenta muy complicado”. Invita a recorrer las zonas turísticas, ciudades fantasmas. Propone iniciativas para el consumo en el lugar donde se vive. Termina con que “esperamos las ayudas, mejor compensaciones, pero el 10% de pymes y autónomos desde la pandemia han desaparecido.- Más de 300.000 autónomos se han rendido en el país y 25.000 en Canarias esperan por el cese de actividades. “Pedimos la Ley de Segunda Oportunidad”.