Un tramo de muro de la TF-333, la carretera de acceso al barrio realejero de La Montaña, se desplomó en noviembre de 2019 y obligó a cerrar un carril de esta vía clave para el tráfico entre Los Realejos, La Orotava y Puerto de la Cruz. Entonces nadie podía imaginar que, casi un año y medio después, la vía seguiría cortada parcialmente y sin visos de solución a corto plazo. Tras una larga polémica entre el Cabildo de Tenerife y el Consistorio realejero, el Ayuntamiento anunció en noviembre de 2020 la aprobación de una ordenanza provisional que permitiría cumplir con las demandas insulares y dar una solución definitiva al problema. Parecía el final de los insufribles atascos, pero la burocracia mandó a parar y, de nuevo, se abre un largo y tortuoso trámite administrativo para que la vía vuelva a tener dos carriles.

Lo más complicado parecía poner de acuerdo al área de Carreteras del Cabildo con el Gobierno realejero. Cuando se logró, estaba previsto que en unos pocos meses comenzaran las obras. Sin embargo, la ordenanza provisional debía pasar por la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, que ha encontrado “varios incumplimientos” cuya subsanación no será nada sencilla.

Fuentes de este departamento regional han indicado a EL DÍA que echaron en falta “una consulta previa al Gobierno de Canarias al iniciar el procedimiento”; un informe “de impacto de género” (que ya ha supuesto que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias declarara nulo un procedimiento similar recientemente), y una evaluación ambiental, “entre otros incumplimientos”. Al tratarse de una zona que linda con el Espacio Natural Protegido de la Montaña de los Frailes, los trámites son aún más estrictos.

La concejala de Urbanismo de Los Realejo, Laura Lima (PP), considera que el mayor escollo es la solicitud de una memoria ambiental para justificar el retranqueo de tres metros del muro para que quepa un nuevo tramo de acera, tal y como pidió el Cabildo pese a que esto no se prevé en el Plan General de Ordenación (PGO). El Cabildo se encargará de elaborar esa memoria para tratar de convencer al Gobierno de Canarias. “No contábamos con esto”, reconoce Laura Lima.

“Hemos tenido que suspender el procedimiento de la ordenanza provisional porque desde el Gobierno de Canarias ven esa actuación en el muro como una especie de atentado contra el medio y por eso nos exigen una memoria ambiental que lo justifique. Y ese no es un trámite rápido ni fácil”, advierte la concejala.

“Lo único que queremos es encontrar la manera, aunque sea de forma provisional, de poder reabrir los dos carriles de esa carretera, ya que se están generando muchos problemas a los usuarios. La vía se colapsa y la gente ya está cansada. Desde el Ayuntamiento pedimos una alternativa que no sea esperar ahora varios meses a que culmine el procedimiento”, insiste la edil. Se trata de la principal vía de acceso desde la TF-5 a La Montaña, pero también al barrio de La Luz, en La Orotava, o al colegio Pureza de María, donde estudian más de mil alumnos.

En noviembre de 2020, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) de este colegio lamentaba el calvario que aún hoy sufren cada día familias y vecinos por el retraso en las obras. El Ampa detallaba que esta situación, “con continuos atascos”, les afecta diariamente porque los semáforos de paso alternativo “generan grandes colas”.

La reconstrucción y retranqueo del muro de La Montaña podría lograr una autorización a través de diferentes vías. El Ayuntamiento realejero impulsó la ordenanza provisional, ahora parada por trámites ambientales, y continúa con el proceso de cambiar el PGO. Otra posible solución estaría en la aprobación de las Normas de Conservación del Espacio Natural Protegido de Montaña de los Frailes, que al no existir obligan a aplicar un PGO incompatible. Laura Lima considera que las administraciones implicadas deberían colaborar para encontrar “una alternativa temporal para reabrir la vía y acabar con el caos de tráfico”.