La elaboración de un estudio de viabilidad sobre la rehabilitación de la presa de El Río es la demanda que plantearán los alcaldes Arturo González (San Miguel de Abona), José Domingo Regalado (Granadilla de Abona) y Sebastián Martín (Arico) a las administraciones competentes. Se trata de poner en marcha los mecanismos técnicos que despejen el futuro de dicha infraestructura.

En un encuentro celebrado ayer en el Ayuntamiento granadillero, con la participación de técnicos especializados en la materia, los alcaldes recordaron que la presa de El Río aparece reflejada en el Plan Hidrológico de Tenerife entre los recursos del sistema de riego dados de alta.

“Necesitamos avanzar en los informes técnicos que habrán de determinar la viabilidad de la presa de El Río no solo en el tiempo que se tardaría en ponerla en funcionamiento, sino para cuantificar el coste económico de su rehabilitación”, explicó el alcalde de Granadilla de Abona tras el encuentro celebrado ayer.

Así lo expondrán en la reunión que se desarrollará la semana próxima convocada por la consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende Simili. A la misma está prevista la asistencia de representantes del Cabildo y de los municipios afectados.

“Hay que buscar una solución a la escasez de agua para riego en la medianía de nuestros municipios”, reivindicó Arturo González, alcalde de San Miguel de Abona. Entre esas soluciones está “el aprovechamiento de la presa de El Río”, por lo que “hemos de intentar su incorporación al sistema de riego de la zona”. A juicio del regidor sanmiguelero, “no podemos dejar de mantener la búsqueda de soluciones técnicas viables para alcanzar ese objetivo”. La necesidad está marcada, además, porque “ni siquiera la generación de agua depurada es una solución a corto plazo”.

Esta reivindicación se produce en un contexto de incertidumbre respecto al futuro de la misma. Durante los últimos días se han sucedido las declaraciones de los consejeros insulares de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Francisco Javier Parrilla, quienes se posicionaron en contra de la propuesta de recuperar la presa de El Río. La base argumental es lo que al respecto plantea el Colegio de Caminos, Canales y Puertos de la provincia, órgano para el que “la presa de El Río es uno de los dos grandes fracasos de la ingeniería hidráulica tinerfeña, junto a la de Los Campitos, en Santa Cruz de Tenerife”. Palabras a las que se suma la opinión de José Antonio Valbuena, quien calificó este asunto como “humo”.

Sebastián Martín, alcalde de Arico, defiende este frente común de los tres municipios de Abona en la búsqueda de soluciones para el déficit de agua de riesgo que afecta a la comarca. “Habilitar la presa de El Río es algo absolutamente necesario”. Palabras que refrendan la persistencia del regidor ariquero en respaldar la reivindicación que emana del sector agrario de su municipio y de la comarca, a la que suma como argumentación “el descenso de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas” durante el último quinquenio, que “causa un descenso del 50% de caudal en galerías y pozos de la comarca. Eso hace que la necesidad de agua se incremente de forma notable”.

La presa de El Río fue proyectada para aprovechar el agua que discurre por el barranco del mismo nombre que sirve de límite entre Arico y Granadilla de Abona, en el que desembocan once cuencas. Emplazada a unos 600 metros sobre el nivel del mar, tiene capacidad para almacenar tres millones de pipas de agua, equivalente a millón y medio de metros cúbicos. Fue construida durante la década de los años 60 del siglo XX por el Mando Económico de Canarias (MEC), una institución que se estableció en el Archipiélago en 1941. Nunca estuvo en funcionamiento.