La demolición de la piscina construida por los apartamentos Bahía dotará a Los Roques de Fasnia de una nueva playa, la tercera de esta pequeña localidad del Sureste. Cabildo, Ayuntamiento y la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar retoman un proyecto de paseo elaborado por el Gobierno central en 2012 para acometer una obra que dote de seguridad y que recupere para el uso público esta franja del litoral. Se trata de una iniciativa cuya ejecución se encuentra con el escollo que supone el vigente proceso de modificación del deslinde marítimo-terrestre en la zona (el actual data de hace casi 30 años), lo que imposibilita cualquier obra hasta su conclusión.

Todo ello forma parte de la recuperación posesoria del espacio de dominio público por parte de Costas. Un hecho que mantiene en desuso la piscina, ubicada frente al casi centenar de apartamentos Bahía, que data de finales de la década de los sesenta del siglo pasado y que supera los 50 años de existencia, al igual que el edificio de viviendas. Desde hace una década, permanece vallada y su demolición está determinada incluso por una sentencia del Tribunal Supremo (TS).

“Es evidente que sobre una playa se construyó una piscina ilegal que está en un peligroso estado de deterioro”, explicó el presidente del Cabildo, Pedro Martín, durante la visita a la zona en la que expuso que el propósito, con el paseo a construir, es conectar la nueva playa con “la cala” o playa de Los Roques (situada al sur) a través de “una bóveda o túnel” que permita sortear los 108 escalones que actualmente sirven de acceso a la zona de baño histórica de esta localidad. Con ello, además, se eliminan los “muros ilegales” allí construidos y que interrumpen el tránsito peatonal. “Se ha privatizado de manera lamentable”.

Para disfrutar todos

A juicio de Martín Domínguez, en Los Roques se encuentra “uno de los ejemplos de ocupación ilegal de la costa que queremos eliminar de la Isla”, sentenció antes de que el alcalde de Fasnia, Damián Pérez, incidiera en que la obra a realizar persigue “garantizar la seguridad en esta zona costera y recuperarla para el uso público, para el disfrute de toda la gente y no para particulares”.

Aunque el jefe provincial del Servicio Periférico de la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Jorge Miguel Ortega, participó en la visita realizada ayer a la zona, no se pronunció formalmente sobre el futuro de esta iniciativa. Fue el propio Pedro Martín quien informó del interés del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en buscar alternativas a la situación actual de la zona. “El inconveniente es encajar este proyecto en la revisión del deslinde. Teóricamente, no se pueden realizar obras si se está haciendo una delimitación del espacio marítimo-terrestre. Lo que planteamos Ayuntamiento de Fasnia y Cabildo es que este proyecto tiene 10 años y que podríamos hacer la primera fase, al menos, para garantizar la seguridad en esta zona costera y recuperar el espacio público”, apuntó el presidente.

Damián Pérez sostiene que “hay que buscar una solución. No podemos dejar que esto se siga cayendo a trozos”. Devolver a la ciudadanía lo que le fue sustraído hace medio siglo es una reivindicación reiterada durante la visita.

El alcalde rememora su infancia para explicar que el lugar que ocupa la piscina de los apartamentos Bahía desde hace medio siglo “era una playa que tenía una montaña de callaos por detrás de los que se formaba un charco. Era un espacio agradable”. Las desavenencias entre vecinos de la zona en la que se encuentra la playa de Los Roques y los propietarios de Bahía motivó el cierre de los accesos de los apartamentos a dicha playa y a la del Abrigo, emplazadas a derecha e izquierda de la edificación. “Ahí empezaron los problemas”. Denuncias y contradenuncias entre la comunidad de propietarios y Costas desembocó en la sentencia firme del Tribunal Supremo que obliga a demoler la piscina.

En el casi centenar de viviendas que forman Bahía residen nueve familias con carácter permanente, pero el inmueble se puebla completamente en verano, siendo significativa la presencia de vecinos durante los fines de semana y el resto de periodos vacacionales. El edificio no está afectado por la Ley de Costas, solo la piscina y el solárium.

Una valla por frontera

El litoral de Los Roques está separado desde 2010, cuando colocaron una valla de seguridad debido a unos desprendimientos registrados desde el roque del que toma nombre el lugar. Como consecuencia, permanecen en desuso e inaccesibles tanto la ermita de San Roque como tres viviendas, que hoy también presentan un estado de deterioro muy acentuado y que serán expropiadas. La zona es un espacio ejemplar de abandono como resultado de la inacción pública y de un mal entendido uso privado del lugar, que rezuma peligro. Al lado, y en el conjunto de este proceso, la antigua playa de Los Roques se recupera convertida en un reclamo más para los vecinos de Fasnia y de la comarca Sureste, una de las zonas de la Isla más deprimida económicamente.

Un socavón

En el margen Este del edificio Bahía, también permanece cerrado el acceso peatonal a la zona porque el mar horadó el paseo ocasionando un gran socavón que, si bien no hace que esa parte de la edificación se encuentre en peligro de desplome, la situación motiva que las autoridades se muestren preocupadas porque la ación del mar pueda agravar el problema actual. De hecho, la propietaria de la vivienda colindante con el área del paseo ahuecada mantiene cerradas las habitaciones que dan al lugar. Cuenta que cuando ella adquirió la vivienda la piscina estaba en uso. “Solo la pude disfrutar entre cuatro y cinco años”, dijo.

Cabe recordar que en el marco del programa Tenerife y el Mar y desde el área de Política Territorial, durante el mandato pasado el Cabildo puso en marcha el Plan Especial de Los Roques, a través del que trataba de afrontar algunos de los problemas que ahora se abordan.