La presa de El Río “no sirve, no tiene solución” porque “se hizo mal”, asegura el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias, Javier Parrilla, quien se ampara en lo publicado por el Colegio de Ingenieros, Caimnos y Puertos de Santa Cruz de Tenerife al respecto. “¿Por qué vamos a hacer una millonada de inversión en tirar algo que no sirve y construir una balsa nueva cuando podemos hacerla en otro lugar?”, reflexiona. “Es que no sirve”, incide.

Parrilla alude a la “realidad edafológica y geomorfológica” de la Isla para afirmar que “no permiten este tipo de actuaciones”, aclarando que el suelo de Tenerife “es permeable”, por lo que el Cabildo de Tenerife aboga por “generar espacios de almacenamiento que sí tienen solución”, según declaró a Onda Tenerife.

Respecto al coste, explica: “Reimpermeabilizar la balsa Llanos de Mesa, en San Juan de la Rambla, costará 630.000 euros en un espacio con capacidad para 175.000 metros cúbicos”. El consejero pide extrapolar ese gasto a la cuenca de la presa de El Río, que puede almacenar 1.500.000 metros cúbicos de agua (3 millones de pipas). Cifra a la que habría que sumar la inversión en la demolición y para la reconstrucción. “Creo que la cuenta no sale”, sentencia Javier Parrilla.

El consejero señaló que la Corporación insular trabaja en la búsqueda de soluciones para asegurar el suministro de agua de riego en el Sureste, especialmente en Agache (Güímar), Fasnia y Arico.

En la comarca se insiste en la necesidad de rescatar la presa de El Río por entender, contrariamente a lo que opina Parrilla, que es la solución para el agua de riego en el Sur de la Isla. Parrilla entiende que ese problema está resuelto en la actualidad del Sureste hacia el Suroeste.

La presa de El Río es una infraestructura que nunca entró en servicio y que fue construida durante la primera mita de la década de los años 60 del siglo XX por el Mando Económico de Canarias (MEC). El alcalde ariquero, Sebastián Martín, sostiene que “lo único que hace falta es voluntad y poner los recursos a disposición, que es lo que deben hacer las administraciones públicas, no solamente definir los problemas”.