El alcalde de La Guancha, Antonio Hernández (PP), y el párroco de la iglesia de El Dulce Nombre de Jesús, Alejandro González, han acordado de forma conjunta aplazar a 2025 la Bajada de la Virgen de la Esperanza al núcleo de Santa Catalina, que estaba prevista para el presente 2021. La decisión ha sido adoptada atendiendo a la situación sanitaria que atraviesa la Isla en torno a la pandemia del coronavirus así como a la imposibilidad de “garantizar la protección de la salud de la población implicada en la visita de la patrona al barrio costero”.

Las esperadas fiestas lustrales del municipio norteño, enclavadas en los actos del mes de noviembre en honor a la festividad de Santa Catalina, quedaron aplazadas el pasado mes de junio de 2020 debido a la crisis sanitaria de la Covid-19. En aquel entonces se fijó en el calendario el 2021 para retomar todos los preparativos y organizar la tan esperada Bajada. Tras la reunión mantenida recientemente por los párrocos del municipio, previa consulta a la Vicaría General del Obispado de Tenerife, y en coordinación con el alcalde de La Guancha y la concejala de Fiestas, Lorena Socas (PP), todas las partes implicadas han decidido suspender también los planes previstos para este verano. Asimismo, se ha acordado mantener los cinco años establecidos por tradición para la celebración del encuentro entre las dos veneradas imágenes del pueblo, por lo que la próxima Bajada de la Virgen de la Esperanza se llevará a cabo en el año 2025.

Una edición anterior de La Bajada de la Virgen de La Esperanza El Día

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“Somos conscientes de que después de un año hay datos esperanzadores que nos animan a pensar en una pronta recuperación, pero también existen otros parámetros e indicadores que siguen mostrando una inestabilidad muy fuerte en el ámbito sanitario que bloquea por completo la organización de toda actividad multitudinaria en nuestro entorno”, reconoce el alcalde.

El párroco Alejandro González también recalca que “las dudas por parte de los propios expertos sanitarios no nos permiten fijar en estos momentos nuevos plazos para el desarrollo de La Bajada, un evento que conlleva preparativos de diversa índole así como la movilización de no pocas personas tanto en el ámbito religioso como en el civil”. Los dos representantes locales reiteran su apuesta por esperar hasta 2025 como “la mejor fórmula para garantizar la protección de la salud de todos los fieles y el esplendor de una de las citas festivas más relevantes de toda la comarca”.