Garachico desbloquea una urbanización de cinco hectáreas

El mandatario garachiquense compartía recientemente con sus vecinos, a través de la red social Facebook, su satisfacción por completar pasos claves que permiten poner fin a más de una década de parálisis en el desarrollo urbanístico de la Villa y Puerto. “La urbanización El Lamero se paralizó debido a las consecuencias de la anterior crisis económica y financiera, que afectó en España a muchas promociones urbanísticas y residenciales que se quedaron incompletas”, recuerda el mandatario norteño.

Gestiones ante la Sareb

“Después de un largo periodo de inactividad, tuve la oportunidad de realizar gestiones ante la Sareb, que es una entidad creada por el Gobierno de España para ayudar al saneamiento del sector financiero con la misión de poner en el mercado de nuevo las propiedades inmobiliarias recibidos por las entidades bancarias desde las empresas inmobiliarias y constructoras durante la conocida como crisis del ladrillo”, explica González. El alcalde añade que “desde hace casi tres años venimos trabajando con la Sareb para reconducir y desbloquear este asunto, algo que no ha resultado nada sencillo”.

Los últimos obstáculos han desaparecido y, según el alcalde, “en estos momentos puedo afirmar con alegría que se han dado pasos decisivos para retomar la actividad en la urbanización. A finales de marzo hemos desarrollado una reunión de la Junta de Compensación de El Lamero, en la que se aprobó el proyecto de finalización de la urbanización, que se presentará al Ayuntamiento de Garachico para aprobar en breve una licencia de obras”.

Junta de Compensación

“Una vez obtenida la licencia, la Junta de Compensación contratará la ejecución de las obras para reparar y finalizar esta actuación –avanza González–. Su coste se cifra en 3 millones de euros. Se espera que los trabajos puedan comenzar en los próximos meses”. El objetivo es que los trabajos se pongan en marcha, y si es posible se terminen, durante lo que queda de 2021.

A juicio del alcalde, esta urbanización “será una actuación importantísima para el crecimiento de Garachico, ya que resolverá los problemas de acceso al barrio de El Volcán y activará nuevas infraestructuras públicas como la nueva escuela infantil o la futura residencia geriátrica”, muy necesaria dadas las características del actual hospital, “con 41 plazas y ubicado en un edificio del siglo XVI que no se puede ampliar ni adaptar a todas las necesidades”.

Además, esta urbanización permitirá paliar al menos en parte la demanda de viviendas en el casco histórico de Garachico, donde en la actualidad es muy complicado encontrar casas en venta o alquiler, lo que empuja a muchos jóvenes a trasladar su residencia a otras localidades de la isla. El propio Plan General de Ordenación (PGO) de 2012 dejaba clara la importancia de El Lamero en el contexto municipal: “El uso residencial previsto en el ámbito de Garachico se restringe a la consolidación de la edificación del sector de El Lamero, siendo despreciable la contribución al crecimiento del barrio de El Volcán por la escasez de parcelas vacantes”.

La previsión es que la urbanización, que abarca un espacio de más de 50.000 metros cuadrados en pleno casco urbano, albergue viviendas de venta libre y también un porcentaje de viviendas de protección oficial, que ayuden a mitigar la escasez actual en este municipio de 4.869 habitantes. La importante actividad turística de la Villa y Puerto ha encarecido en los últimos años las escasas viviendas disponibles.

Las vías de esta parcela urbanizada servirán para mejorar el acceso a El Volcán por su zona este y ofrecerán nuevas plazas de aparcamiento público en el casco, así como espacios libres en los que se podrán crear zonas verdes o áreas de juego infantil o de deporte al aire libre.

La Sareb, también conocida como el banco malo, es propietaria de la mayor parte de esta urbanización. Esta entidad fue creada en noviembre de 2012 para ayudar al saneamiento del sector financiero español y, en concreto, a las entidades que arrastraban problemas debido a su excesiva exposición al sector inmobiliario. En su puesta en marcha recibió “unos 200.000 activos por valor de 50.781 millones de euros, de los que el 80% son activos financieros y el 20% activos inmobiliarios”, según su página web corporativa (www.sareb.es).

El ‘banco malo’

La misión de la Sareb es desinvertir todos los activos que recibió en un plazo de 15 años, que se cumplirá en el año 2027. Esta entidad se define como “un instrumento clave para el saneamiento bancario español” y recalca que su compromiso es “vender en el plazo establecido los activos financieros e inmobiliarios recibidos y cumplir con la devolución de la deuda avalada por el Estado español. Debemos asegurar nuestra viabilidad como empresa para cumplir con los compromisos adquiridos con los accionistas, los inversores y la sociedad en su conjunto”.