Los conductores de Titsa lucen unas mascarillas peculiares en una jornada especial. En sus rostros aparecen los colores de la bandera trans, azul, blanco y rosa, en la fecha que conmemora la lucha de estas personas por hacerse visibles. Los trabajadores de la compañía pública de transportes ayudan con este gesto que agradecen desde las asociaciones “porque lleva nuestra reivindicación a todos los rincones de la Isla”.

Luisa utiliza la guagua a diario para bajar desde el barrio de Ofra al centro de Santa Cruz donde trabaja. Hoy conduce la 905 Agustín, un veterano con décadas de experiencia en Titsa. Se conocen, claro. Ella, de entrada no se da cuenta pero luego se fija en la mascarilla y le pregunta. Él responde: “Es por los trans”. Entonces empieza en un diálogo donde cabe de todo. Desde la condición sexual a la visibilidad. Objetivo conseguido. Se habla y se valora. Cuando Luisa se baja de la guagua sabe qué representa el 31 de marzo. Agustín enhebra otra vez el hilo con un pasajero. Es el sino de los chóferes.

Los 1.725 trabajadores de Titsa han querido reconocer el valor de la diversidad y fomentar el respeto y la inclusión, para lo cual es primordial dar voz a la realidad de las personas trans.

La doble visión de Yelko

Yelko Fernández Ferrer es el presidente de Libertrans (Asociación de personas trans de Canarias). Pero también trabajador desde hace 30 años de Titsa. Valora: “Es un día especial para mí por ser mi empresa, mis compañeros y mi círculo”. Celebra que Titsa, “de la mano del Director Gerente en funciones José Alberto León haya a repartido mascarillas con los colores de nuestra bandera”.

Visibilizar es clave, subraya Yelko, “y las guaguas han trasladado hoy (por ayer), además de personas, respeto y empatía hacia el colectivo trans. Destaco la gran aceptación de todos los compañeros y compañeras que han lucido la mascarilla con orgullo”.

Para Yelko “este es un año particularmente especial, ya que se tramita la aprobación de la Ley trans tanto a nivel nacional como insular. Es urgente ya que dilatar el proceso merma derechos y perjudica a diario a un colectivo que solo quiere ser tratado como el resto de la sociedad y que a día de hoy está en desventaja”

A nivel individual, resume: “Titsa ha vivido mi proceso de una manera natural. Hablo de personas, porque esto es una familia. Comencé como la sexta conductora que entraba en la empresa. Me presenté a los exámenes para acceder a mi puesto actual de Jefe de Tráfico y adquirí esa categoría cuando la sociedad me veía aún como mujer. Una vez fallecen mis padres –no haciéndolo antes por respeto a ellos– decido transitar y comienzo mi cambio de un día para otro porque ya la situación era insoportable. Era el momento de ser feliz”.

Elige un nombre, Yelko, que significa deseado en la antigua Yugoslavia, “y desde ese momento, explica, mis compañeros comprendieron que no todos somos CIS –quienes se sienten identificadas con el género que le asignaron al nacer–, y también existimos las personas trans como yo”. Considera que “estamos integrados en la sociedad y nos tienen que mirar y respetar como lo que somos, personas diversas, diferentes... Pero yo le haría al mundo entero esta pregunta : ¿Y quién no lo es ?”

Una jornada para reflexionar y poner en valor a las personas que han contribuido y luchado durante años por el reconocimiento y visibilidad del colectivo trans. Un día de mascarillas de colores.

Acto oficial en el Cabildo para condenar la transfobia

El Cabildo reivindica respeto y condena la transfobia en el Día Internacional de la Visibilidad Trans. El consejero delegado de Participación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, apela a “mantener la unidad a pesar del debate, sin olvidar el enemigo real a batir: la violencia, el odio y la discriminación hacia las personas trans que fomenta la extrema derecha”. Representantes de varios colectivos leen un manifiesto que denuncia las discriminaciones estructurales que en pleno siglo XXI siguen sufriendo. Laura Duque, de Libertrans, y Alekai Hernández, de Transgirls, se encargan de la lectura en la cual reivindican “nuestros derechos como seres humanos que somos”. Recuerdan la necesidad de “una sociedad y un estado que reconozcan la diversidad como una ventana de oportunidad hacia el respeto, la inclusión y la solidaridad”. Añaden que “es el momento para hacerlo” en alusión a “una ley que proteja, reconozca y asegure la igualdad de toda la ciudadanía”. Y solicitan “voluntad política” para ello. Gugliotta propone “generar unidos una realidad que proteja y ampare con dignidad a las personas, que garantice sus derechos y libertades”. Con motivo de la conmemoración, el edificio principal del Cabildo se iluminaba anoche con los colores de la bandera del colectivo: blanco, rosa y azul. Consta de cinco franjas horizontales: dos azul claro, dos rosas y una blanca en el centro. Las franjas superior e inferior azules, color tradicional de los niños. Las rosas representan el de las niñas. La franja central blanca por quienes transicionan o se consideran de género neutral o indefinido. En paralelo, una exposición preside el Intercambiador de Santa Cruz con los rostros de personas como Marcela, Nayara o Dona que con sus historias vitales dan sentido al 31 de marzo. Un viaje del siglo XIX a la actualidad. Del franquismo a la democracia. Ir a verla sin prejuicios ayuda a entender muchas cosas.