El sendero del barranco de Masca, en Buenavista del Norte, volverá a recibir visitantes a partir del próximo sábado 27 de marzo, tres años y un mes después de que se ordenara su cierre por cuestiones de seguridad. La esperada reapertura llega con el embarcadero de la playa aún cerrado, por lo que los visitantes tendrán que recorrer el barranco y volver sobre sus pasos. La nueva normalidad no tiene nada que ver con el uso libre de este camino, que cada año atraía a cientos de miles de personas. La regulación que se pone en marcha de forma experimental y por ahora gratuita se limita a los fines de semana y días festivos y obliga a reservar plaza de acceso en el horario autorizado, a utilizar casco y a respetar las limitaciones de aforo. Sólo 25 personas cada media hora para un máximo de 125 visitantes al día.

El Cabildo de Tenerife ha invertido 997.149 euros en la mejora de la seguridad en el camino y otros 231.314 euros en el centro de visitantes, ubicado en Masca. Ante la imposibilidad de obtener una autorización provisional de Costas para el uso del embarcadero, la administración insular y el ayuntamiento acordaron iniciar un periodo de apertura temporal sin salida por mar. El tramo de sendero recorrido deberá desandarse para regresar al punto de partida. Se calcula que la bajada hasta la playa dura en torno a dos horas y media, pero el ascenso requiere entre tres horas y tres horas y media. La caminata total tiene una duración estimada de entre 5 y 6 horas, según explicó la consejera insular de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García (PSOE). Por ello sólo se recomienda para personas en una buena forma física y niños mayores de 8 años.

El presidente del Cabildo, Pedro Martín, considera esencial la ejecución de la obra del embarcadero, para la que ya existe proyecto, y además anuncia que se trabaja en la creación de un segundo punto de atraque, en Punta de Teno, para que los excursionistas puedan decidir en el futuro si se marchan del barranco hacia el Sur o hacia el Norte. Una vez construido el nuevo embarcadero de la playa de Masca, su gestión quedará en manos del Ayuntamiento de Buenavista. A juicio de Martín, esta nueva conexión marítima con la Isla Baja será “un proyecto respetuoso con ese espacio, que evitará ocupar zonas que no sean estrictamente necesarias y que tendrá como principal objetivo generar una alternativa de actividad económica y de ocio para esta zona del noroeste de Tenerife”.

Isabel García detalló que las obras se han centrado en la mejora de la seguridad del sendero, donde se han instalado tramos de escaleras, muros de piedra y barandas de protección, “unas estructuras mimetizadas con el entorno y construidas de una manera artesanal”. También se ha eliminado vegetación exótica, se han ejecutado tramos de empedrado rústico tradicional y se han instalado carteles informativos. Se habilitaron tres puntos de control en los que habrá personal, que se comunicará a través de un sistema de emisoras, encargado de velar por la seguridad de los visitantes. Estos controles estarán al principio y al final del camino y justo en la mitad del trayecto.

Web de reservas

Uno de los elementos claves de este nuevo sistema de control de acceso es la página web y su plataforma de reservas (www.caminobarrancodemasca.com), que permite reservar una plaza en un horario concreto para realizar la visita. De momento, el camino solo estará abierto los sábados, domingos y días festivos en horario de 8:00 a 17:00 horas. En verano cerrará a las 18:00. Fuera de estos horarios, en los que no estará funcionado el sistema de control de accesos ni habrá personal en la zona, el camino permanecerá cerrado “por motivos de seguridad”.

Esta nueva regulación creará ocho empleos directos y ayudará a mejorar la facturación de las empresas de turismo activo, que tendrán reservadas el 50% de las plazas diarias disponibles. Por ahora, visitar el barranco de Masca será gratuito, pero Isabel García y Pedro Martín anunciaron que ya se trabaja en una tasa para sostener los costes de esta nueva regulación, “no para generar beneficios”. Se baraja un precio de 8 euros para residentes y de 16 euros para no residentes.

El alcalde de Buenavista del Norte, Antonio González Fortes (SSP), mostró ayer su alegría por la reapertura y por el compromiso del Cabildo de ejecutar los nuevos embarcaderos en Masca y Punta de Teno. Subrayó la importancia que tiene para su municipio la apertura de un camino “tan emblemático” con un modelo que es “un primer paso para ver una forma diferente de gestión y de disfrute de la naturaleza“. Además, valoró la implicación del grupo de gobierno del Cabildo tinerfeño y de su personal técnico, “que han entendido que era importantísimo llevar este proyecto a buen término porque Masca es la joya de la corona de este municipio”. En la actualidad, el Cabildo insular y el Ayuntamiento negocian la firma de los convenios sobre los futuros embarcaderos de la playa de Masca y de Punta de Teno.

El Área de Gestión del Medio Natural insta a los visitantes a acceder al caserío de Masca mediante transporte público, debido a la escasez de aparcamientos en la zona. Se les solicita que acudan en taxi o en alguna de las dos líneas de guaguas de Titsa desde Buenavista del Norte o Santiago del Teide, la 365 o la 355. Antonio González anuncia que observarán el funcionamiento del nuevo sistema en estas primeras semanas antes de decidir, junto a los vecinos, si ponen en marcha la Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (ORA). Además, considera fundamental que se refuercen las líneas 365 y 355 para poder absorber la futura demanda.

Pocas frecuencias de Titsa

La 355, que une Buenavista, Masca y Santiago del Teide, solo cuenta con cuatro salidas desde la Isla Baja: a las 9:45, las 12:00, las 15:45 y las 17:55. De estos horarios, sólo dos serían compatibles con una excursión al barranco. Desde Santiago del Teide sale hacia Masca a las 11:00, las 13:10, las 17:05 y las 19:10. En la actualidad, la 365 une Buenavista y Masca sólo dos veces al día: a las 6:20 y a las 14:20, con regresos a las 6:50 y las 14:50.

Los vecinos del caserío de Masca viven con expectación la reapertura del barranco, con el posible caos de tráfico como principal fuente de preocupaciones.