Ciudadanos (Cs) pierde a varios de los nombres más destacados de la formación política en la Isla. Son los casos de Enrique Rosales, Ciro Machado y Moisés Fernández. El primero de ellos ejerció de portavoz de esta formación política en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife durante el mandato comprendido entre 2015 y 2019; a Ciro Machado Ucelay, quien fue el candidato al Senado, y a Moisés Fernández, valorado como líder de la comunidad canario venezolana. Los tres, entre otros, abandonan el partido “por la deriva sin sentido político y social”, así como por el “atropello infringido” a la que consideran “indiscutible líder de este partido, Evelyn Alonso”, la actual segunda tenienta de alcalde y concejala de Seguridad, Movilidad y Accesibilidad y de Promoción Económica de la capital.

La situación de división en la que se encuentra este partido en todo el país también se refleja en Tenerife. La marcha de este grupo la completan otros afiliados, de forma que las bajas dejan a la agrupación de la capital con una treintena de afiliados del casi medio millar que llegó a sumar, según algunas de las fuentes consultadas. Entre los nombres que acaban de dejar Ciudadanos hay conciencia de que su mensaje sigue vivo a través de “una líder como es Evelyn Alonso”, así como el trabajo por la defensa de un Santa Cruz mejor, de Canarias y del territorio nacional.

Ciudadanos comenzó su andadura en la Isla el pasado 14 de julio de 2014. Surgió como un proyecto socio político, joven, coherente y conciliador que abordaría el liberalismo progresista con el fin de implantar un discurso moderno directamente ligado a la excelencia de la gestión y los intereses de una sociedad, en función de lo que esta requería. Por ello, profesionales y estudiantes “sobradamente preparados” (médicos, profesores, arquitectos, etc.) apostaron por esta formación con el propósito de que las administraciones públicas se vieran dotadas de “un nuevo carácter político”.

Desencanto precoz

Entre quienes ahora dejan Cs, de los que sobresalen los nombres citados, existe el convencimiento de que en los siguientes siete años la idea “tomaba fuerza en la voz de un grupo de personas comprometidas”. Pero el desencanto llega con los efectos de “la debilidad y fragilidad de toda organización que roce el poder”, traducida en “ambición, personalismos, traiciones y el afán de protagonismo”.

Del estado de Cs en Tenerife y en las Islas, entre el colectivo se alude como responsables a Enrique Arriaga, el actual coordinador autonómico de Ciudadanos, y a Matilde Zambudio, quien ejerce de concejal y portavoz municipal en Santa Cruz de Tenerife, con el beneplácito de Carlos Cuadrado, vicesecretario general del partido y el hombre de confianza de Inés Arrimadas, su presidenta. Sin olvidar a Melisa Rodríguez, quien fuera portavoz adjunta del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, a la que señalan como “la gran ausente” y a la que culpan de que “abandonó a su suerte las necesidades de una sociedad situada a 2.000 kilómetros de la capital de España”.

Los ex afiliados acusan a los actuales líderes de la formación naranja de ser “auténticos tránsfugas de Ciudadanos”, porque desobedecieron las órdenes de la dirección nacional llevando a la provincia de Tenerife “al actual caos de gobernanza, tanto en el gobierno como en la formación política”.

Sin hacer ruido

Se marchan de Cs evitando enfrentamientos internos, porque “no aportan nada a la sociedad y, aún menos, a la política”, e incrédulos frente al liderazgo actual del partido y el mensaje sobre “la resurrección de las bondades de un nuevo proyecto”. Lo hacen al discrepar de decisiones como “anular a la líder natural, Evelyn Alonso, y su entorno”. Una estrategia que ha llevado a Ciudadanos “a desangrarse hasta quedar con menos de la mitad de sus agrupaciones en toda Canarias y a una fuga de afiliados de más de un 80%”. A Alonso le atribuyen la representación del “espíritu” original del partido así como el de la lucha incesante. Ponen en valor su figura y trabajo ya que, “con sus acólitos, dentro y fuera de filas, han mantenido y mantienen ese manantial de transparencia, espíritu de equipo, valor y duro trabajo de los que no quieren estar ni a izquierda ni a derecha”.

La división en Cs también se escenificó durante el último pleno del Ayuntamiento de La Laguna, en el que sus concejales, Juan Antonio Molina y Alfredo Gómez, criticaron a Enrique Arriaga y votaron su reprobación por utilizar, en el pleno del Cabildo, expresiones calificadas de machistas hacia una consejera de CC.

Después de lo ocurrido en Murcia –donde Ciudadanos y el PSOE se alían en dos mociones de censura contra el PP en los gobiernos regional y de la capital– y en Madrid –su socio del gobierno, el PP, convoca elecciones anticipadas ante el rumor de una censura similar a la murciana–, los ex Cs opinan que en la formación naranja “deben repensar un nuevo modelo que retome los postulados y corriente de opinión del ciudadano medio, el de a pie y que vuelva a colocar sus principales valores como mensaje de proa”.