El vicepresidente del Cabildo y máximo rector de la empresa pública, Enrique Arriaga, anuncia que ha denunciado ante la Fiscalía una serie de irregularidades en el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) por un importe de 12 millones de euros. Arriaga ha convocado con urgencia una comparecencia de prensa que ha tenido lugar en la entrada del Palacio Insular. Ahí ha valorado que “puede tratarse de un supuesto caso de malversación entre los años 2007 y 2011”. El documento fue elevado a la instancia judicial el pasado día 4 pero Arriaga ha querido que antes que la opinión público conocieran su contenido los miembros del Consejo de Administración reunidos en una sesión extraordinaria.

El informe detalla “una serie de actuaciones irregulares que no voy a calificar porque no me corresponde, que pudiesen haber producido un daño económico en el patrimonio de la empresa pública”, cuya titularidad corresponde casi íntegramente al Cabildo y “cuyas pérdidas podrían ser superiores a 12.000.000 de euros”, asegura Arriaga.

El documento está orientado hacia una posible trama empresarial con el foco puesto especialmente en una sociedad denominada Napwaci, “la cual habría llevado a cabo entre 2007, cuando fue creada, y 2011 una serie de operaciones que podrían ser el origen de estas pérdidas”, afirma el vicepresidente. Añade que “la empresa no tenía mucha viabilidad económica y el Cabildo, a través del ITER, le fue inyectando dinero de forma constante”.

En el mencionado año 2007, la empresa compra parte de los terrenos de Geneto para la construcción de un Network Access Point (NAP) que, posteriormente, en 2012 pone a la venta y son comprados por Parque Científico y Tecnológico de Tenerife. Lo más curioso, según Arriaga, es la adquisición por parte del ITER del proyecto de construcción de Napwaci por cuatro millones de euros”, cuando la realidad es que “el proyecto ya estaba construido y en funcionamiento en el ITER tres meses antes de haberse hecho esa compra con fondos propios y su coste había sido de 250.000 euros”; es decir, “una cuantía mucho menor”.

Estos datos supuestamente irregulares han sido puestos en conocimiento de la Fiscalía para que, en el caso de que lo considere, “abra diligencias y depure responsabilidades”, valora Arriaga.

Arriaga anuncia que comparecerá en el próximo pleno de la Corporación insular, el día 24, para dar a conocer a los consejeros, junto al presidente Pedro Martín, “todas las irregularidades detectadas”. Reconoce que “se trata de un caso bastante complejo que no es fácil de explicar.” La empresa, según el relato del vicepresidente insular, intentó funcionar, pero lo hacía con los fondos que le inyectaba el ITER.

Arriaga explica asimismo que el objeto de la sociedad era construir un punto de acceso a la red en Tenerife, e “inicialmente se pensó que debía ser en Geneto, cuando ahí no es viable traer un cable submarino”. Su objeto primigenio fue cambiando, “la sociedad no ha sido rentable y el ITER se ha metido en préstamos para ayudar”. También se intentaron ampliaciones de crédito que nunca salieron adelante y es en 2011 cuando la sociedad entra en causa de disolución y el ITER compra la totalidad de las acciones. Los hace por unos tres millones de euros cuando la sociedad ya estaba en causa de disolución y no tiene mucho sentido. No solo la compran, sino que adquieren todas las deudas contraídas por el NAP de Napwaci, una sociedad formada en un 47% por el ITER y el resto, por particulares.

Arriaga insiste en que “se ha tardado unos días en materializar la denuncia pública porque “procedimentalmente antes hay que informar al Consejo de Administración de la sociedad y eso es lo que hemos hecho ahora”.

En el pleno

En este momento, el grupo de gobierno insular analiza “la forma de desarrollar este tema largo y complejo en el pleno”. Lo más probable, adelanta Arriaga, “es que se haga un análisis muy detallado de todo el expediente ante los consejeros en una comparecencia”. Sería “un recorrido muy exhaustivo para explicar punto por punto todas la presuntas irregularidades”.

Esos aproximadamente 12 millones de euros se han perdido a día de hoy. Lo explica Arriaga: “ El dinero se fue con las continuas pérdidas que tenía la sociedad, sin viabilidad económica y mal planteada desde el inicio y al final”.

El sistema era “inyectar dinero para tapar las pérdidas que tenía hasta que llegó el momento en que era insostenible. El ITER quiso comprar la totalidad de las acciones a un valor superior al que correspondía en aquel momento, 2011, cuando la empresa estaba en causa de disolución. No tendría sentido adquirirlas entonces”.

Posibles vínculos

Cuestionado sobre si han detectado entre quienes formaban parte del consejo de administración de aquella sociedad algún vínculo o incompatibilidad con el anterior grupo de gobierno del Cabildo, Arriaga responde: “No, lo único que hubo es que en la compra de las acciones de Napwaci por el ITER, el 52,3%, se adquirieron prácticamente a los particulares, excepto a cuatro”.

El actual presidente del ITER resume con el final, por ahora, de esta historia: “A esos cuatro titulares se les hizo una permuta de las acciones de Napwaci en causa de disolución –es decir, prácticamente no valían– por otras de la empresa Soltén II, una sociedad de generación de energía fotovoltaica del ITER, que da muchos beneficios”.

Y concluye Enrique Arriaga: “Es decir, que se intercambiaron acciones que no tenían valor ninguno por otras de una sociedad que genera muchos beneficios”. Revela, además, para finalizar que “esas personas siguen perteneciendo en la actualidad a Soltén II”.