El Teide es patrimonio de la humanidad desde 2007 y, desde siempre, se ha considerado un símbolo para Tenerife y para el resto de Canarias. Este enorme espacio protegido de 18.990 hectáreas está formado por un 99,98% de suelo público que se reparte entre los límites de 14 de las 31 localidades de la isla. Desde finales del siglo XIX, la inmensa mayoría de los terrenos del circo de Las Cañadas se consideran propiedad y parte de La Orotava, que a su vez tiene el 67% de su territorio dentro de los límites del parque y de su zona periférica de protección. Por eso cuando se mira al Teide lo que se ve es La Orotava.

El 70% del Parque Nacional del Teide es La Orotava y La Orotava es en un 64% Parque Nacional del Teide. Las cumbres de Tenerife son patrimonio de la humanidad desde 2007 y, desde siempre, se han considerado un símbolo para Tenerife y para el resto de Canarias. Sin embargo, sus 18.990 hectáreas, de las que el 99,98% son suelo público, se encuentran en los límites de solo 14 de los 31 municipios de la isla. Desde finales del siglo XIX, y con una larga historia de polémicas sobre los límites municipales, el circo de Las Cañadas y el propio Teide se consideran propiedad y parte de la Villa de La Orotava.

De las 18.990 hectáreas del Parque Nacional del Teide, 13.238 se sitúan en el interior de los límites de La Orotava. Exactamente un 69,71% de la superficie total, a la que habría que sumar otras 748 hectáreas en la zona periférica de protección. Los lugares más conocidos y visitados del parque se ubican en territorio de La Orotava, a excepción de El Portillo Bajo, donde se ubican el centro de visitantes, el jardín botánico y el vivero, que pertenecen a Los Realejos.

El 30% restante, la mayor parte en la periferia del parque, se reparte de forma desigual entre 13 municipios: cinco del Norte y ocho del Sur. La segunda localidad tinerfeña con más suelo en el Parque Nacional del Teide es Guía de Isora, que cuenta con 1.695 hectáreas, lo que supone el 9% del total y el 11% de la superficie de esta localidad del suroeste.

En la tercera posición aparece Icod de los Vinos, con casi 1.268 hectáreas, alrededor del 6,6% del total y un 13% del territorio municipal. Le sigue Fasnia, con casi 668 hectáreas, el 3,5% del total y nada menos que el 14,76% de todo el término municipal. En quinto y sexto lugar están Los Realejos, con el 3% y 579 hectáreas, y Granadilla de Abona, con el 2,1% y 407 hectáreas.

La lista se completa con las tres últimas localidades que albergan al menos un 1% del total del parque: San Juan de la Rambla (1,18%), La Guancha (1,12%) y Adeje (1%), localidades que suman 225, 212 y 195 hectáreas, respectivamente. El resto no llega ni al 1% del total y albergan entre 135 y 20 hectáreas: se trata de Santiago del Teide (135), Vilaflor (131), Arico (31), Garachico (24) y Güímar (20).

En Tenerife hay otros 17 municipios que no tienen ni un metro cuadrado en el Parque Nacional del Teide, se trata de Santa Cruz de Tenerife, San Cristóbal de La Laguna, Tegueste, Tacoronte, El Sauzal, La Matanza, La Victoria, Santa Úrsula, Puerto de la Cruz, Los Silos, Buenavista, El Tanque, Arona, San Miguel de Abona, Arafo, Candelaria y El Rosario. Entre estos, sólo Arafo puede albergar alguna esperanza de que algún día, en alguna futura ampliación de los límites, el parque pueda ocupar una parte de su territorio.

Los municipios prácticamente no tienen competencias en el territorio del parque nacional, más allá de cuestiones de seguridad, limpieza o recogida de residuos. El Ayuntamiento de La Orotava, debido a que tiene en su suelo las zonas más visitadas y transitadas, debe encargarse de la recogida de residuos. Este servicio cuesta cada año a la Villa en torno a 100.000 euros y se adjudica de forma independiente al contrato para las zonas urbanas.

Los municipios también participan en el Patronato del Parque Nacional del Teide y pueden beneficiarse, cuando se convocan, de las subvenciones para las Áreas de Influencia Socioeconómica de los Parques Nacionales. En el caso del Teide, cuenta con una zona periférica de protección de 7.374 hectáreas y un área de influencia socioeconómica de casi 128.000 hectáreas.

El Teide fue de La Guancha

Si ahora cuando se mira al Teide lo que se ve es La Orotava, hay quien sostiene que hasta mediados del siglo XIX el Teide fue propiedad del Ayuntamiento de La Guancha. José Juan Ojeda Quintana publicó en 1977 una investigación sobre La desamortización en Canarias (1836 y 1855) en la que detalla que La Guancha vendió, en la llamada desamortización de Madoz, una gran finca de 7.400 hectáreas situada “en gran parte del Teide y sus faldas, conteniendo algunas cuevas que conservan nieve todo el año”. La adquirió en 1855 una persona llamada José Fernández por 10.005 pesetas, pero el pago nunca se produjo. El Ayuntamiento de La Guancha no la reclamó y la dejó en un limbo que supuestamente aprovechó la Villa de La Orotava unas décadas más tarde.

Domingo A. García Mesa, Juan Ramón Núñez Pestano y Francisco Quirantes González publicaron en mayo de 2015, en la Revista de Historia Canaria, un artículo titulado La lucha por la apropiación de los recursos y el fin de los aprovechamientos comunales en Las Cañadas del Teide. Estos investigadores revelan que en el año 1841 el gobierno provincial trató de aclarar los límites municipales, sobre todo en la cumbre. La Orotava no aportó entonces los límites alegando la pérdida de documentos en el incendio del archivo municipal. Los linderos de la Villa no se confirmaron en años y el proceso no concluyó. A mediados del siglo XIX sólo Fasnia y Güímar reconocían lindar con La Orotava. Realejo Alto y Realejo Bajo, San Juan de la Rambla, Garachico, Santiago del Teide, Vilaflor, Granadilla y Arico citaban al Teide como su límite en la cumbre, “en una tradicional consideración de que el Teide era el hito o mojón central de la isla”.

Las Cañadas se consideraban terrenos improductivos y de escaso valor, así que casi nadie les prestaba demasiada atención a sus linderos. En el citado artículo de Mesa, Pestano y Quirantes se sostiene que “las fincas de la franja de monte deforestada entre La Guancha y el Valle de La Orotava se volvieron a subastar en el año 1880 y pasaron a ser propiedad de dos importantes comunidades de aguas, El Heredamiento y la Empresa de Aguas, ambas controladas por la poderosa oligarquía de La Orotava, que buscaba extender su monopolio sobre las aguas subterráneas de las cumbres, pero no tenían el más mínimo interés por el aprovechamiento de los terrenos, por lo que en 1891 cedieron la propiedad del suelo al Ayuntamiento de La Orotava, reservándose la titularidad del subsuelo”.

A finales del siglo XIX, “La Orotava se adelantó a los demás en la iniciativa de consolidar su predominio sobre Las Cañadas”. Tras el pleito con Realejo Alto por los límites en el barranco de la Raya y El Portillo, “en el verano de 1894, el Ayuntamiento de La Orotava promovió el deslinde de Las Cañadas, incluido el Teide, para solicitar la inscripción en el registro de la propiedad”, según explican Mesa, Pestano y Quirantes. La inscripción se formalizó “el 14 de septiembre de 1894, justificada en la posesión inmemorial del municipio sobre todos los terrenos que comprendía el circo de Las Cañadas”, hasta la vertiente Sur.

Sólo dos años después, en diciembre de 1896, el Gobierno de España planteó poner en venta los terrenos del Teide y Las Cañadas, en aplicación de una ley aprobada el 24 de diciembre de 1863 que contemplaba sacar a subasta “todos aquellos montes improductivos que estuvieran desprovistos de árboles”. La reacción del Ayuntamiento villero, con el respaldo de varios diputados tinerfeños en Madrid, impidió que el símbolo de Tenerife pasara a manos privadas.

Competencia insular

El Parque Nacional del Teide se creó en 1954 y hasta 2010 fue una competencia del Gobierno central. El Estado delegó la gestión de los parques nacionales a la Comunidad Autónoma de Canarias mediante el Real Decreto 1550/2009, de 9 de octubre y, en 2011, el Gobierno de Canarias aprobó la creación de la Red Canaria de Parques Nacionales, lo que posibilitó que los cabildos solicitaran asumir su gestión. El Pleno del Cabildo de Tenerife, en sesión ordinaria celebrada el 27 de noviembre de 2015, tomó el acuerdo por el cual aceptaba la delegación de esas competencias. Aunque el acta de entrega y recepción de los bienes, medios y expedientes para formalizar este cambio se firmó el 3 de febrero de 2016, con efecto a partir del 1 de enero de 2016. Desde entonces su gestión depende del Cabildo.