Los vecinos de Arona podrán no pagar el IBI –o contribución– hasta noviembre. Esta medida, que ya se adoptó el año pasado, vuelve a ponerse en marcha para paliar la difícil situación por la que pasa el conjunto de la ciudadanía como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia causada por la Covid-19. La iniciativa establece la posibilidad de una moratoria de seis meses para el pago de impuestos que, además, podrán fraccionarse.

De esta forma, el período voluntario para abonar los recibos municipales se extenderá desde el 23 de julio hasta noviembre.

Asimismo, el gobierno municipal extiende a las personas jurídicas –autónomos, pymes y resto de empresas– la moratoria y el fraccionamiento de impuestos, que venían siendo aplicados a las personas físicas. De esta forma, verán aliviada la carga impositiva que soportan por parte de las administraciones, en este caso, la Corporación municipal.

Asimismo, aquellas empresas que actualmente cuentan tienen aplazado el pago de los recibos, podrán anularlo y acogerse a esta nueva fórmula, según el planteamiento que ha sostenido y aprobado la corporación en el marco del pleno del Consorcio de Tributos de Tenerife, del que forma parte y en el que tiene delegada la recaudación de las tasas e impuestos municipales.

Para que esta decisión cobre forma, será necesario que la modificación de la ordenanza aprobada entre en vigor, una vez transcurridos los plazos establecidos legalmente, lo cual está previsto realizar a mediados del mes de abril y que podrá hacerse efectiva a través de la sede electrónica del Consorcio.