El presidente de la Autoridad Portuaria de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González, aseguró ayer que la consecución de una regasificadora flotante en el puerto de Granadilla daría “ventaja y competitividad” a Tenerife en el mercado internacional del tráfico de mercancías por mar al tener capacidad de suministrar gas natural licuado (GNL) a buques a finales del 2023, ya que estima que en este espacio temporal esté operativa. En este caso, la infraestructura energética situaría a la Isla como punto de encuentro competitivo en el bunkering (suministro) de GNL por el incremento previsible de la demanda para los próximos años y por su situación geoestratégica como plataforma tricontinental entre Europa, África y América.

El titular de la administración dependiente del Estado explicó que “la solución de la regasificadora flotante, además de suministrar combustible para la descarbonización de la central eléctrica de Granadilla, nos daba un volumen adicional de GNL para suministro de bunkering”.

En declaraciones a EL DÍA, el representante de la Autoridad Portuaria apuntó que la Isla y sus infraestructuras, al estar incluidas de la Red Básica Transeuropea de Transportes, “y de acuerdo con la Directiva 2014/94 del Parlamento Europeo” relativa a la implantación de una infraestructura para los combustibles alternativos, “está obligada a suministrar GNL como combustible a buques a más tardar con fecha 31 de diciembre de 2025. No podemos por tanto quedarnos fuera de dicha prestación. No es un capricho, es una obligación”, sentenció.

Combustible de futuro

Recordó que “el GNL es el único combustible de futuro que se considera por el momento para reducir la contaminación que produce el transporte marítimo. El problema actual es que hay pocos barcos que usen como combustible GNL, de manera que su suministro actualmente se hace mediante barcazas que vienen de Huelva”. Carlos González no quiso entrar en la polémica por la posición de rechazo tomada por el consejero regional de Transición Ecológica y Lucha contra el Cambio Climático, José Antonio Valbuena. Dijo sobre ello que “no entramos a valorar la política energética del Gobierno de Canarias y desconocemos las razones para no usar el gas natural como combustible para descarbonizar la central eléctrica de Granadilla, ‘una de las más contaminantes de Europa’, en este periodo próximo de 15 a 20 años hasta que la penetración de las renovables sea plena”.

El gas natural dispone de una tecnología madura y su uso en la central eléctrica en lugar del combustible fósil que actualmente se emplea, supondría anualmente dejar de verter a la atmósfera en toneladas de CO2 lo equivalente a las emisiones que generan 250.000 vehículos convencionales”, aclaró sobre su importancia.

En este caso es la primera vez que se manifiesta el representante de Puertos acerca del anuncio del cerrojazo a la regasificadora en la Isla adelantado por José Antonio Valbuena, quien apuntaba este martes que no tiene sentido ningún modelo vinculado al gas en tierra o en mar, especificando su área que para los buques no se necesita regasificadora y que la central eléctrica puede funcionar con propano. En cualquier caso, considera que una regasificadora no tiene lugar en los planes del Ejecutivo regional.

Esta oposición ha provocado la reacción del presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y de las principales asociaciones empresariales contrarios al nuevo criterio del Gobierno de Canarias, ya que apuestan por el gas natural como combustible menos contaminante y como elemento transitorio hasta el suministro del 100% con energías renovables, situación que podría alargarse una veintena de años más.

Sobre ello, Martín apoyó por completo el proyecto de una regasificadora flotante para el puerto de Granadilla, ya que entiende que Tenerife podría quedarse descolgada del tráfico nacional e internacional de buques de mercancías, un grave prejuicio para la posición estratégica de la Isla en el ámbito del transporte de mercancías por mar.

Además, recordó que no solo se garantizaría el suministro al transporte marítimo, sino también a la central eléctrica de Granadilla que a pesar de ser de ciclo combinado, quema fuel para producir energía. Con el abastecimiento de gas licuado, la central dejaría de ser una de las más contaminantes de toda Europa.