El secretario accidental del Ayuntamiento de Arona formalizó ayer la convocatoria automática de la sesión plenaria extraordinaria solicitada por la oposición, el 29 de enero pasado, cuyo único punto del orden del día es “dar cuenta al Pleno municipal de la condición de no adscrito de José Julián Mena Pérez”, el alcalde. Tendrá lugar a las 12:00 horas del próximo 8 de marzo, en el Centro Cívico de Cabo Blanco. Pedro Javier Hernández, el secretario del Consistorio, atiende a la ley y convoca el pleno después de que el lunes expirara el plazo legal de 15 días hábiles que tenía el alcalde, José Julián Mena, para cumplir con la solicitud de la oposición.

La convocatoria cuenta con un informe desfavorable emitido por Hernández, al considerar que “no ha lugar” la toma en consideración del cambio de estatus del alcalde dentro del Pleno hasta que el juzgado no resuelva la petición de medidas cautelares planteada por Mena contra su expulsión del PSOE, demanda civil que el regidor aronero registró en el Ayuntamiento el 22 de enero. “El secretario se ratifica en su informe y, por lo tanto, informa desfavorablemente la convocatoria del pleno”, especifica el gobierno local.

A juicio de Dácil León, concejal del PSOE destituida por el alcalde y autorizada por su partido a negociar una moción de censura contra Mena con ella como candidata, la Ley de Municipios de Canarias establece que no corresponde al secretario de la Corporación tomar decisiones que afectan a la Administración en base a cuestiones –la adopción de medidas cautelares– que se dirimen en la vía judicial entre particulares, en este caso el PSOE y José Julián Mena. Los opositores al alcalde valoran que la repercusión administrativa de su expulsión del partido y su pase a la condición de no adscrito es independiente de la decisión del juez.

Ampliación de la denuncia

Los socialistas contrarios a la permanencia de Mena en la Alcaldía y Luis García, edil no adscrito, advierten de que ampliarán la denuncia por presunta prevaricación administrativa que interpusieron contra el secretario y el regidor a raíz de lo sucedido en el pleno celebrado el 26 de noviembre. Sin votación previa, algo que esperan no se repita, Mena retiró del orden del día el punto en el que se iba a tomar en conocimiento su pase a la condición de no adscrito tras su expulsión del PSOE diez días antes, el 17 de noviembre. Se basó en un informe complementario de Pedro Hernández en el que determina que el recurso presentado por Mena ante el partido deja en suspensión su expulsión.

Hasta ahora, los seis denunciantes ya han ampliado esa denuncia por la no celebración de algunas sesiones plenarias ordinarias. De hecho, anuncian que, junto al resto de la oposición municipal (CC, PP, Ciudadanos por Arona, Cs y Sí Podemos Arona), recabarán formalmente explicaciones del gobierno local acerca de la no convocatoria de las sesiones plenarias ordinarias correspondientes a marzo, abril, mayo y diciembre de 2020, así como la de mañana, que tampoco tendrá lugar. Admiten que la pandemia puede servir de justificación en algún caso, no así en los dos últimos.

Reprochan a Mena que la acumulación del poder municipal en su persona, desde que se atribuyó todas las funciones que tenía delegadas en la Junta de Gobierno, y hurtar el debate plenario de los asuntos importantes “vulnera los derechos de la oposición y de los vecinos”, además de generar “desgobierno” y “caos”.

Luis García y los cinco ediles del PSOE críticos con el alcalde –tres de ellos lo acompañaron ayer a un encuentro con el Diputado del Común, al que trasladaron que queja por esta situación– esperan diligencia y transparencia del secretario municipal accidental en la elaboración de su informe sobre el pase de José Julián Mena a la condición de no adscrito.