El Ayuntamiento de La Guancha recibió la obra de la nueva piscina municipal en febrero de 2019 y se quejó de que el proyecto aún no estaba terminado. Han pasado dos años y la instalación sigue sin poder abrirse y tampoco parece que sea posible en lo que queda de 2021. En el mejor de los casos, La Guancha podría estrenar su piscina en 2022, siempre que se ejecuten las obras de urbanización exterior y se resuelva el litigio entre el Cabildo y la constructora por los graves problemas de filtraciones de agua en ambos vasos y otros defectos.

La finalización del entorno del inmueble ya cuenta con 660.000 euros de financiación comprometida. El Ayuntamiento guanchero dispone de 190.000 euros y el Cabildo ha incluido en el presupuesto de este año una partida de 470.000 euros, gracias a una enmienda promovida por el PP.

El alcalde de La Guancha, Antonio Hernández (PP), confía en que ese dinero se ingrese pronto al Consistorio, que ya tiene los pliegos preparados para licitar la obra “lo antes posible”. Con el skatepark casi terminado –se prevé que concluya en abril – y esta inyección económica del Cabildo, el municipio podrá comenzar y concluir la urbanización exterior a lo largo de 2021.

La consejera insular Águeda Fumero (PP) celebra que el Cabildo se comprometiera a atender esta reivindicación del Ayuntamiento de La Guancha y de sus vecinos, ya que “sin la ejecución de la urbanización exterior no se puede abrir al público esta instalación, que tuvo un coste de 2,6 millones de euros, de los que el 83% fue aportado por el Cabildo, y el 17% por el Ayuntamiento”.

Sin embargo, el gran obstáculo para que los 5.540 habitantes de La Guancha puedan disfrutar de su anhelada piscina está ahora en lo que el Ayuntamiento y el Cabildo consideran defectos en la ejecución de la obra, “que aún está en su periodo de garantía”. El mandatario detalla que el problema más grave son las filtraciones que se producen en ambos vasos hacia la planta inferior, donde se ubica la maquinaria.

Proceso judicial

“Cuando se llenan las piscinas, el agua cae a chorros a la planta inferior, así que la empresa constructora tendrá que levantar todo el suelo e impermeabilizar de nuevo ambos vasos”, advierte el alcalde. Esta actuación requerirá varios meses de trabajo y una cuantiosa inversión, por lo que la reclamación ha llegado a la vía judicial.

“Estamos a la espera de que la justicia se pronuncie porque aún hay una fianza de unos 100.000 euros que se podría usar para corregir esos defectos y otros que se han detectado por ejemplo en los techos de zonas exteriores, donde se cayeron varios tramos –explica el alcalde–. Hay más de 40 informes técnicos que detallan los problemas detectados en la obra y todos se consideran cuestiones de mala ejecución de los trabajos, que debe corregir la empresa”.

Hernández achaca todos los males que sufre este proyecto desde febrero de 2019 “a las prisas por querer inaugurar” del anterior gobierno insular, presidido por Carlos Alonso (CC). “Esto es lo que pasa por querer hacer las cosas deprisa y corriendo”, lamenta.