La guagua y el tranvía perdieron el 36% de sus viajeros el año pasado con respecto a 2019 por culpa de la pandemia del coronavirus, lo que supuso pasar de los 61.118.008 usuarios a los 39.044.985 de 2020. Esos datos suponen una pérdida total de 22.073.040 de viajeros tras el año más complicado a los que se ha tenido que enfrentar el transporte público de Tenerife.

Así lo adelantaron ayer el consejero de Carreteras y Movilidad del Cabildo, Enrique Arriaga, y el director insular de Movilidad, José Alberto León, en el transcurso de una rueda de prensa desarrollada en la sede insular para dar a conocer los datos numéricos sobre movilidad relativos a la actividad del 2020 en la Isla y los objetivos basados en proyectos que se desarrollarán a lo largo del presente ejercicio y parte del siguiente.

En este sentido, y teniendo en cuenta los datos internos, la empresa que gestiona el sistema guiado, Metropolitano de Tenerife (MTSA), sumó 9.933.254 viajeros en el año de la pandemia, frente a los 15.547.991 de 2019, los mejores para un tranvía que ha conseguido calar más hondo aún en la sociedad metropolitana. En este caso, la pérdida de viajeros entre un año y otro alcanzan los 5.614.737.

Restricciones de la movilidad

En cambio, en lo que respecta a Transportes Interurbanos de Tenerife (Titsa), después del ejercicio de recuperación que supuso el 2019, con la suma de 45.750.017 viajeros, durante las restricciones de movilidad se alcanzaron los 29.111.714 usuarios que optaron por subir a la guagua, lo que supone un merma de 16.638.303 ocupaciones entre año y año. A pesar de estos números producto de la pandemia, mantener la fidelidad del 63,9% de los clientes que usaron la guagua o el tranvía en época de pandemia “se considera bastante bueno”, teniendo en cuenta los registros en otras compañías similares en prestación de servicios de otros puntos de la geografía, aclaró Enrique Arriaga.

El vicepresidente recordó que “el transporte público se ha tenido que enfrentar a circunstancias muy adversas como consecuencia de las restricciones de movilidad”, apunte que explica la pérdida de un 36% de los viajeros entre los dos sistemas. “Son datos que aunque malos, son mucho mejores de lo que esperábamos al poder mantener ese casi 65% del pasaje habitual”.

Estos fueron los datos más llamativos de una cita en la que el consejero adelantaba que el área de Movilidad verá incrementado su presupuesto hasta los 81 millones de euros (un 13% más que en 2019), así como los proyectos previstos para el presente ejercicio y los próximos, entre los que se encuentran de una manera destacada la creación de 50 kilómetros de carril BUS-VAO más por medio de actuaciones de mejora que se desarrollarán en la autopista del Norte (TF-5) y la del Sur (TF-1).

Poniendo en valor el presupuesto disponible para el 2021, resaltó que servirán para desarrollar los proyectos de la hoja de ruta del área, que pivotará en seis ejes. El primero se refiere al Plan Insular de Movilidad Sostenible, “un documento estratégico y de planificación para los próximos 20 años”, esencial para marcar las políticas de movilidad en la Isla.

El otro eje importante es la creación de carriles BUS-VAO, “que algunos se materializarán este año y otros el próximo 2022”. Además, la otra pata tiene que ver con el desarrollo del transporte a la demanda, el proyecto Tuwawa, que se experimenta en Fasnia y Arico; así como las mejoras de las estaciones y paradas de guagua; y el refuerzo del transporte público en general. Por último, Arriaga avanzó la puesta en marcha a lo largo de este año del “pago directo con tarjeta bancaria en el transporte como método de pago avanzado”.

Uno de los ejes del futuro

El director insular de Movilidad, José Alberto León, desgranó cada uno de los ejes, aunque se centró especialmente en la creación de los proyectos de los carriles BUS-VAO, de los que dijo que se habilitará uno señalado por balizas luminosas, el que conectará Güímar con Santa Cruz, y en el que podrán operar vehículos privados con más de dos pasajeros con solo dos salidas, una en Añaza con la TF-2, y otra conectando con el carril de Chamberí (ambos en Santa Cruz). Además, otros en cada sentido entre Santa Cruz y La Laguna, “estos a medio plazo”.

Por otra parte, se modificará la glorieta de Padre Anchieta, cuya isla central se dividirá en dos con sendos carriles interiores para separar los sentidos al margen de una pasarela para separar a los peatones del tráfico rodado.