Construida durante la década de los años 60 del siglo XX por el Mando Económico de Canarias (MEC) –una institución establecida en el Archipiélago en 1941–, la presa de El Río fue proyectada para aprovechar el agua que discurría por el barranco fronterizo entre Arico y Granadilla de Abona, en el que desembocan otras once cuencas. Emplazada a unos 600 metros sobre el nivel del mar, tiene capacidad para almacenar tres millones de pipas de agua, equivalente a millón y medio de metros cúbicos. Pero su construcción no se completó, si bien el nivel de la obra permitió el aprovechamiento del agua de escorrentía que recibía por los agricultores de la zona, hasta que sustrajeron la bomba allí instalada hace varios años.

“La vi desbordarse una vez en una noche”, asegura Manuel Marrero, presidente de la Bodega Comarcal Cumbres de Abona y destacada figura en el mundo agrario y rural de la Isla. “El grueso de la obra, lo que requiere mucho dinero, está hecho; solo falta realizar el vaso, para lo que se dispone del revuelto allí mismo, e impermeabilizar y equipar”. Teniendo en cuenta que se proyecta la construcción de una desaladora en el limítrofe Polígono Industrial de Granadilla, “puede elevarse hasta aquí para almacenarla y distribuirla”. Su ubicación, a un nivel superior al canal intermedio, facilitaría el transporte del agua hasta Guía de Isora.

Toda esta argumentación avala su propuesta de promover acciones para recuperar y terminar esta infraestructura. Tarea en la que encuentra el respaldo del gobierno municipal de Arico, que ya se ha puesto en marcha para “rescatar” una infraestructura “esencial para garantizar el regadío en el sur de Tenerife”. “Sería recuperar el papel histórico que Arico y Fasnia tuvieron como regantes de toda la comarca”, hecho del que hay constancia y que se recoge en la memoria del Plan Hidrológico de Tenerife, que reconoce a esta zona del Sureste como excedentaria en materia de agua, “que aportaron siendo un factor que hizo posible el desarrollo del Sur”, expresa el alcalde, Sebastián Martín.

La sobreexplotación y la reducción de las precipitaciones debido al cambio climático redujeron a la mitad, “o menos”, la producción de los pozos y las galerías de la comarca Sureste. El factor histórico, interpretado como “legitimidad”, es invocado, también, para reclamar “que las administraciones se involucren y ayuden a revertir la aportación que desde aquí se hizo para el crecimiento y desarrollo turístico. Es ahora cuando toca”.

Arico comienza el proceso para rehabilitar y poner en uso la presa de El Río

Una sociedad comarcal

En este marco, uno de los pasos inmediatos será crear la entidad legal, “a modo del sistema que se emplea en las galerías”, en la que agricultores, cooperativas y ayuntamientos (desde Fasnia hasta Arona) se distribuyan tanto la inversión como la gestión y los beneficios. “Siempre que las administraciones superiores decidan no implicarse en este proyecto”, apostilla Manuel Marrero. En cualquier caso, el futuro de esta construcción pasa por el Consejo Insular de Aguas de Tenerife (Ciatf), competente en la materia.

Fue en el Ciatf “donde se diluyó” el intento de poner en marcha esta obra que promovió el propio Marrero, siendo concejal de Agricultura en Arico, hace unos 20 años. Un equipo de técnicos especializados constató “que era posible afrontar el proyecto y así se lo planteamos al presidente del Cabildo del momento, Ricardo Melchior. Pero en el encuentro entre técnicos fue donde se detuvo aquella iniciativa”.

Dispuestos a crear la entidad que aglutine a municipios y cooperativas para realizar la obra

El alcalde de Arico ha ordenado ya recabar la documentación que refrende la viabilidad de un proyecto para recuperar y habilitar la presa de El Río así como los antecedentes sobre acciones similares. “No podemos permitir que una infraestructura como esta permanezca inoperativa, cuando culminarla vendría a resolver uno de los problemas más graves que tiene el municipio y la comarca: disponer del agua necesaria para garantizar el riego”.

La presa de El Río forma parte de un enclave muy conocido entre quienes practican el senderismo y/o la escalada. Su entorno forma parte del circuito internacional de esta práctica deportiva.

El valor del entorno

Andrés Martínez, concejal de Medio Ambiente y Deportes, entre otras materias, enfatiza este aspecto: “Es un lugar a revalorizar recuperando los espacios de la zona. Pedimos a las autoridades competentes que actúen en los senderos y que apliquen cuantas medidas son precisas para ello”. El edil reclama tanto restauración como paneles que informen al visitante de la historia y valores del sitio. “Apostamos por la difusión y promoción de este enclave, para lo que necesitamos la implicación del Consejo Insular de Aguas, así como de Medio Ambiente del Cabildo y del Gobierno canario. Con independencia de recuperar esa infraestructura como embalse, porque hay que esforzarnos en rescatar ese entorno por sus valores y por ser un emblema para el municipio”, concluye.

Dácil Cano, responsable de Cultura y Patrimonio, defiende que la impermeabilización de la presa “resolvería el problema del regadío en la comarca. No podemos dejar caer en el olvido esta infraestructura sin intentar su rehabilitación. Es uno de los recursos de interés patrimonial con que cuenta Arico”. La concejala resalta que la presa de El Río fue construida “en un enclave que se conoce, a lo largo de la historia de Canarias, por el abundante caudal que llevaba ese barranco y que, además, es un punto de interés a través de un sendero que lleva desde El Taro hasta la plaza de El Río en una ruta circular de senderismo, muy practicada por ser de dificultad media y apta para el tránsito en familia”. Una reflexión que le lleva a coincidir con su compañero de gobierno: “En estos últimos años, la zona es un reclamo, además, para la práctica de la escalada”.

Reivindicación

“Arico es la arteria de Tenerife”. Una frase con la que Sebastián Martín pone en valor el municipio que gobierna recordando que “Arico limpia al resto de municipios de Tenerife”, en alusión a la presencia del vertedero insular en su territorio; “surte de energía limpia a la Isla”, en referencia a los numerosos parques eólicos y fotovoltaicos; “y abasteció de agua al crecimiento del Sur”. “Dudo que haya otro municipio en Tenerife tan estratégico. Otra cosa es que el Cabildo no le quiera dar esa consideración”, concluyó.