Red Eléctrica de España (REE) reanuda los trabajos de instalación de la denominada Línea aérea/subterránea de transporte a 220 KV doble circuito S.E. Caletillas (Candelaria)-S.E. El Rosario (Geneto) que enlazará la subestación que ya construye en Caletillas (Candelaria) con la de El Rosario, desde donde continuará hasta Geneto. Los trabajos se llevan a cabo conforme al trazado aprobado inicialmente, desechando el acordado con el Ayuntamiento de Candelaria, el Gobierno de Canarias y los vecinos de Barranco Hondo aglutinados en la Asociación de Afectados de Red Eléctrica en Tenerife (Asafrate). La causa es la negativa de varios propietarios a que por sus tierras pase el recorrido alternativo consensuado, cuya realización requería de unanimidad vecinal.

El trazado en ejecución tiene una longitud de 9,4 kilómetros. El primer tramo es el que conectará la subestación de Caletillas con otra en El Rosario, que cuenta con un recorrido de 9,1 kilómetros. El segundo circuito conectará la subestación de Candelaria con la de EL Rosario, y tendrá 9,48 kilómetros de largo. El tramo aéreo estará compuesto por un total de 27 torretas de doble circuito. Habrá dos tramos soterrados de 231 metros, en Caletillas, y de 1.667 metros en El Rosario, desde que pasa a ser subterráneo hasta el punto de destino. El presupuesto inicial (año 2011) era de casi nueve millones de euros.

La Asociación de Afectados de Red Eléctrica en Tenerife promovió un movimiento social en defensa de un trazado alternativo –desviaba el original por la zona de Angostura hasta La Gollada– que generaba un menor impacto ambiental y que, especialmente, alejaba la línea de uno de los lugares emblemáticos de la localidad de Barranco Hondo y de Candelaria: el Mirador de El Picacho. Ese cambio, además, incluía la inexistencia de expropiaciones que quedaban reconvertidas en autorizaciones de los titulares del paso para el paso de la línea y la instalación de las torretas, previa indemnización.

Respeto absoluto

“Tuvimos muchas reuniones con el Ayuntamiento, luchamos para que la torre no se pusiera en El Picacho, aceptaron nuestras propuestas y pararon las obras, modificando proyectos y aceptando los costes de los mismos. Algunos vecinos, muy pocos, ejerciendo su derecho a defender su propiedad –estamos totalmente de acuerdo en la defensa de sus intereses– se negaron al paso del trazado alternativo. El lunes (por el pasado día 1), nos informaron que al no haber unanimidad en la reforma del trazado volverían al original, que es poner la torre frente al Mirador del Picacho”. Así resumen la situación quienes emprendieron esta lucha, que no dan por perdida, aún.

“Nos queda un último cartucho (...) para, al menos, intentarlo y así poder quitar la torre del Picacho”, aunque aún no han dado a conocer cuál es. “En estos momentos no sólo pedimos, rogamos que nos apoyen para intentar salvar al pueblo”.

En 2019 comenzó el trabajo del colectivo vecinal. En noviembre de ese mismo año empezaron las obras para instalar la torreta en el entorno del Mirador El Picacho. En marzo de 2020, Asafrate alcanzó su mayor éxito con el acuerdo entre todas las partes, que ahora corre peligro.