Los voluntarios de la sección de Medio Ambiente del Club Montañeros de Nivaria colaboran de forma desinteresada en el control de flora exótica invasora en el entorno del bosque de Agua García, en la zona alta de Tacoronte, y advierten de la necesidad de tomar nuevas medidas de control para evitar el creciente deterioro de este rincón del Norte, afectado por el exceso de visitantes, sobre todo durante los fines de semana; los vehículos mal aparcados, que dañan la flora, y el tránsito irregular de motos y bicicletas por la red de senderos. Este colectivo anima a las administraciones competentes a tomar medidas para salvar este reducto de laurisilva incluido dentro del Paisaje Protegido de Las Lagunetas.

El control de flora exótica en esta zona de Agua García forma parte de los Apadrinamientos de Espacios Naturales del proyecto Libera, una iniciativa que cuenta con la colaboración de SEO Bird Life, Ecoembes, el Ayuntamiento de Tacoronte, la Consejería de Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, a través de la Oficina de Participación y Voluntariado Ambientales, y la Federación Insular de Montañismo de Tenerife. También son padrinos del proyecto los expertos José García Casanova y Vicente Zapata.

Especies exóticas

Esta iniciativa se puso en marcha en 2019 e incluye labores de control y seguimiento de especies exóticas invasoras como la marañuela (Tropaeolus majus), la valeriana roja (Centranthus ruber) o el lirio del Cabo (Chamanthe aethiopica). Estas actividades de erradicación se realizan siguiendo los criterios que se definen en el Real Decreto 630/2013, de 2 de agosto, por el que se regula el catálogo español de especies exóticas invasoras. Los Montañeros de Nivaria retomaron este mes, tras un parón por la pandemia, las labores de control en “dos puntos del bosque donde la incidencia de las plantas exóticas es bastante alto, en especial la presencia del llamado lirio del Cabo”. Este colectivo señala que “después de más de dos años de visitas periódicas” han detectado que el primer problema para la conservación de este lugar, donde se ubica el sendero de Los Guardianes Centenarios, es “el numeroso público que lo visita, especialmente durante los fines de semana”. Y no sólo ponen el acento en la cantidad de gente, sino en la actitud que muchos muestran hacia este entorno natural, “puesto que a menudo da la apariencia de que te encuentras en una romería”.

“Produce alegría comprobar que cada vez más personas se interesan por acceder a la naturaleza, pero en este caso la mayoría lo hace como si de un parque urbano se tratara. Se colocan los coches en los bordes de los caminos, cuanto más cerca del bosque mejor, destrozando parte de la flora y compitiendo el ruido de los motores con los sonidos del bosque”, lamentan.

Este colectivo considera de “máxima urgencia” poner en marcha “un plan para regular la entrada y salida de vehículos, con ayuda de los vecinos del lugar”, y también “adecentar la zona, que ya ofrece un aspecto paupérrimo”. Los Montañeros de Nivaria señalan que “la casa forestal lleva mucho tiempo sin adecentarse por fuera, aparte de tener muy poca vida, y en el entorno hay mobiliario urbano en mal estado y determinadas viviendas tienen complementos chabolísticos”, que generan impacto visual.

Valoran la labor del Centro de Interpretación Medioambiental del Bosque de Agua García y de la Oficina de Participación y Voluntariado Ambientales del Cabildo insular, pero consideran que todo lo realizado hasta ahora, también por ellos, es “a todas luces insuficiente”. Advierten de que “los senderos están sufriendo un deterioro manifiesto, ya que proliferan las marcas de ruedas de bicicletas y de alguna moto, que incluso se salen de los senderos y dañan el entorno”, y piden “una verdadera llamada de atención ante la opinión pública que nos permita, entre todos, salvar el bosque de Agua García”.