La guerra abierta por José Julián Mena en el grupo de gobierno de Arona vivió ayer un nuevo episodio. El alcalde tránsfuga destituyó de forma fulminante a dos concejales del PSOE, antiguos compañeros de partido, Dácil León –llevaba Promoción Económica, Sector Primario y Empleo– y Juan Sebastián Roque –Educación, Cultura, Deportes y Juventud–, apenas 8 días después de que ambos firmaran una querella contra el propio Mena, junto a otros cuatro ediles, por presunta prevaricación administrativa.

La destitución, que el equipo del alcalde filtró a algunos medios de comunicación antes de que la resolución llegara a los dos afectados, se produce además un día después de que uno de ellos, Dácil León, asegurara que el PSOE le ha dado autorización para promover una moción de censura contra Mena, expulsado el 17 de noviembre de la formación socialista por faltas “muy graves” y por responsabilizarlo de la grave crisis institucional que sufre el Ayuntamiento de Arona, el cuarto municipio más poblado de Canarias, con más de 100.000 habitantes.

Tanto Dácil León como Juan Sebastián Roque admitieron ayer que se enteraron por los medios de comunicación de su destitución. Ambos forman parte del grupo de seis ediles socialistas que se rebelaron contra José Julián Mena cuando este destituyó en junio a Luis García al frente del área de Urbanismo. Fue la respuesta de Mena a las revelaciones de García de la existencia una presunta trama, próxima al alcalde, que coaccionaría a empresarios y funcionarios para acomodar el urbanismo de Arona a sus intereses. La Fiscalía provincial ha abierto una investigación por estas denuncias. La expulsión de García, que los seis ediles antimenistas ven “injustificada” e “injusta”, desató la guerra que ha partido el gobierno aronero en dos –pese a lograr mayoría absoluta en las elecciones de mayo de 2019–, ha provocado las expulsiones de José Julián Mena y Luis García del PSOE y ha llevado al Ayuntamiento de Arona a una deriva sin precedentes en el municipio sureño.

Dácil León y Juan Sebastián Roque han sido cesados, según explicó el alcalde tránsfuga a través de un comunicado, por “continuadas faltas de lealtad”. En la nota, Mena los denomina “compañeros del grupo municipal”, cuando no es así. La expulsión definitiva de Mena del PSOE, decidida el 17 de noviembre, lo dejó fuera del grupo municipal socialista y sin derecho a representar al partido ni en este grupo, ni en el gobierno municipal, ni en ningún otro órgano.

El alcalde considera “incompatible” que Dácil León promueva una moción de censura contra él con “la necesaria dedicación a combatir la situación de crisis económica en el ámbito de sus competencias”. “La edil habría faltado a lo largo de 2020 a, al menos, un total de 14 juntas de gobierno y a dos plenos municipales, a pesar de disponer de un sueldo por dedicación exclusiva. En esos plenos su voto era esencial para sacar adelante la modificación de crédito para dotar el área de Servicios Sociales, así como para la rebaja de la tasa de basura que pagan las empresas”.

Con respecto a Juan Sebastián Roque, Mena justifica su expulsión por “ausentarse a lo largo de 2020 al menos de 17 juntas de gobierno, así como a dos plenos y las juntas Rectora del Patronato de Turismo y General de Adesa, esta última la entidad pública municipal que gestiona los recursos sociales en Arona”. “En esos plenos su voto era esencial para sacar adelante, además de la citada modificación de crédito para Servicios Sociales, fondos para la propia área de Deportes”, alega el alcalde.

Tanto Dácil León, a la que el PSOE ha designado como candidata a suplir a Mena en la Alcaldía al ocupar el puesto número 2 en la lista de 2019, como Juan Sebastián Roque niegan que sus ausencias de los plenos y las juntas de gobierno –que reúnen al alcalde y los tenientes de alcalde– tuvieran repercusión en la gestión municipal. Ambos coinciden en que en realidad es “una venganza” de Mena por oponerse a que este siga como alcalde y por firmar la querella contra él por presunta prevaricación.

“Nos ausentamos de estas reuniones con la autorización del partido y hemos seguido trabajando, sin coger apenas vacaciones, por los ciudadanos de Arona en nuestras áreas correspondientes”, aseguró ayer Dácil León, que recuerda que lo que sí ha paralizado al Ayuntamiento es la grave crisis provocada por José Julián Mena. “No voy a entregar el acta”, remarcó. Juan Sebastián Roque puntualizó que “lo esperábamos”. “No nos ha sorprendido en absoluto que el alcalde nos haya destituido. Lo preveíamos desde hace tiempo. Es una clara venganza”, añadió el concejal.

La respuesta de los seis ediles antimenistas –entre ellos Dácil León y Juan Sebastián Roque– no se va a hacer esperar. Los otros cuatro concejales del gobierno municipal contrarios al alcalde, defensores de Luis García y que ayer mantenían sus áreas de gobierno en el Ayuntamiento de Arona –José Luis Gómez, Pura Martín, Elena Cabello y Yurena García– anunciaron ayer mismo su intención de dimitir en solidaridad con sus compañeros expulsados. Pero ni ellos, ni León, ni Roque entregarán el acta. Tienen previsto anunciar su decisión en las próximas horas tras hacer una consulta con las direcciones del PSOE insular y regional, que han actuado de forma coordinada con la nacional en esta crisis para echar a Mena del partido.

Luis García, expulsado en junio por Mena de Urbanismo y en noviembre del PSOE, se solidarizó ayer con Dácil León y Juan Sebastián Roque. “Los argumentos del alcalde son falsos. Lo han dado todo por Arona y lo seguirán haciendo. La justificación para expulsarlos es peregrina”, subrayó. Luis García fue otro de los firmantes de la denuncia contra Mena por prevaricación, junto con los mencionados Dácil León y Juan Sebastián Roque, así como Pura Martín, Elena Cabello y Yurena García.

Los seis concejales denunciaron al alcalde, José Julián Mena, y el secretario del Ayuntamiento, Pedro Javier Hernández, el pasado jueves día 14 por prevaricación administrativa. Consideran que Mena adoptó una decisión presuntamente injusta y contraria a la ley y el reglamento municipal al eliminar del orden del día del pleno del 26 de noviembre el punto en el que se iba a tomar en conocimiento la declaración del propio alcalde como no adscrito tras su expulsión del PSOE diez días antes –17 de noviembre–. Esta declaración, que se tendrá que abordar en el próximo pleno de este mes –se celebrará previsiblemente el próximo jueves día 28–, abrirá la puerta a una moción de censura contra el alcalde.