El Cabildo ha recuperado el entorno del antiguo sanatorio del Teide, nunca terminado, para regenerarlo a nivel paisajístico. Los restos de la construcción, abandonados hace años, serán derribados en breve. El proceso de expropiación, ya culminado, da paso a los trabajos de demolición cuyo coste asciende a 195.000 euros. La visita a la zona del presidente de la Corporación insular, Pedro Martín, supone el inicio de esta nueva etapa en la larga historia de un espacio, vinculado al turismo de salud y clima benigno frente al frío de Centroeuropa, que siempre ha permanecido oculto. Para propios, los residentes, y para extraños, los foráneos, cuyo paso por allí no forma parte del circuito habitual de excursiones de los flujos de masas en busca de sol y playa.

Pedro Martín, junto con la consejera insular de Medio Natural y Seguridad, Isabel García, acompañados ambos por el director del Parque Nacional, Manuel Durbán, ha visitado las instalaciones que serán demolidas, tal y como ya se hizo en su momento con el refugio de los montañeros del Llano de Ucanca el año pasado. Martín adelanta que, en paralelo, se trabaja para la puesta en marcha de varios centros de visitantes en diferentes puntos del Parque Nacional con la intención de poner en valor la flora, la fauna y las características únicas del entorno.

El Cabildo de Tenerife invertirá 195.000 euros en la demolición de las viejas edificaciones, la restauración del terreno y la repoblación del entorno para proceder a la regeneración ambiental de la zona. El proyecto ya aparece en el Plan Rector del Uso y Gestión del Parque Nacional del Teide, aprobado en 2002, “pero es ahora cuando, por fin, estamos al final del trámite para llevarla a cabo”, valora Martín.

El presidente explica que “son edificaciones que se pensaron en su día para formar parte de un sanatorio, un lugar de tratamiento de salud, pero que se han convertido en algo lamentable, en un estado de elevado deterioro justo en el corazón del Parque Nacional. Había que resolver este asunto”.

Detalla que “hemos adquirido todas estas edificaciones, que eran de propiedad privada, y ha sido este equipo de Gobierno el que ha localizado a los dueños para la expropiación. Ahora se va a proceder a su demolición y a acondicionar todo el entorno para que sea un lugar del que nos podamos sentir orgullosos y que podamos visitar”. Y resume: “ Hace muchos años que estas edificaciones se tenían que haber derribado y no se hizo. Creo que es un paso adelante en la línea de recuperar medioambientalmente el Parque Nacional”.

Las casas se distribuyen en cuatro zonas relativamente alejadas, con entre 199 y 83 metros cuadrados construidos. La superficie total edificada ronda los 654, a los que hay que sumar más de 189 metros cúbicos de muros. Se sitúan en terrenos que pertenecen a La Orotava, junto al sendero número 16 del Parque Nacional, y obligarán a actuar en una zona degradada cuya superficie supera los 8.454 metros cuadrados.

Cañada Blanca

Martín también ha visitado las obras de reforma del centro de visitantes de Cañada Blanca, además de mantener una reunión de trabajo para organizar varios asuntos relacionados con el Teide, entre ellos los nuevos proyectos de futuro del Parque Nacional. El presidente insular valora: “Mientras hablamos de abrir un centro de visitantes, aproximadamente en junio o julio, ya estamos trabajando en otros que vamos a ubicar en distintos puntos: en la zona oeste de la Isla, en Vilaflor, en el acceso por El Portillo…”.

La intención, valora Martín, “es plantear e impulsar de manera progresiva actividades y proyectos en los que ya trabajamos para que sean una realidad en los próximos años. Con la perspectiva de ofrecer una cara mucho más amable, más moderna y, sobre todo, más didáctica del Parque Nacional”. Razona sobre este último objetivo: “A menudo lo visitamos y nos quedamos con ganas de conocer más sobre la enorme riqueza de fauna y de flora que encierra”.