Seis de cada diez camas turísticas del Sur de Tenerife están sin ocupar como consecuencia directa de la crisis por la pandemia del coronavirus. Así lo demuestra el detallado análisis de la patronal Ashotel, que ofrece un porcentaje de apenas el 35,7% de apertura alojativa y, además, con un bajo nivel de ocupación., A nivel general de Tenerife, apenas el 36% de las camas turísticas asociadas están abiertas al visitante. Apenas el 35,9% de las camas turísticas totales asociadas a Ashotel en la isla de Tenerife se encuentran abiertas actualmente, a pesar de que las ocupaciones son muy bajas, en muchos casos por debajo del 20%. Por ello, muchos establecimientos no tienen la seguridad de mantener su apertura en las próximas semanas y los que resisten abiertos no tienen opción de planificación alguna en un escenario de absoluta incertidumbre. Del total de 90.560 camas asociadas en Tenerife, están abiertas en total 32.579 frente a 57.981 que están cerradas.

La mayoría de esta oferta está situada en el Sur. En concreto, son 74.970 plazas con una ocupación de apenas 26.768. El porcentaje de camas abiertas en el Norte es del 30,1% y del 67,9% en el Área Metropolitana. En este último ámbito geográfico el modelo de negocio no es el turismo vacacional, el más afectado por las grandes restricciones al mercado de los viajes de los principales mercados emisores, con alta incidencia de la pandemia de Covid-19. El sistema presta servicio principalmente a profesionales de negocios, empresas, actividades portuarias, delegaciones deportivas, entre otros, que mantienen, aunque notablemente reducida, su actividad.

Dependencia de los europeos

Por establecimientos alojativos asociados, la situación varía ligeramente. Tanto en el norte como en el sur de Tenerife, la industria alojativa tiene una alta dependencia del turismo europeo, principalmente de británicos y alemanes, cuyos países aplican en la actualidad importantes restricciones a la movilidad de sus conciudadanos desde finales del año pasado por el incremento de los contagio. Otros mercados de temporada invernal como el escandinavo también han aplicado restricciones a la movilidad a sus nacionales hacia Canarias por los datos de incidencia acumulada.

Además, la inestabilidad del mercado provocada por esta crisis sanitaria ha abocado a 34 establecimientos a cerrar de nuevo en los últimos meses en Tenerife, tras reabrir al decaer el primer estado de alarma a finales de junio. Durante el verano algunos se animaron a abrir sus instalaciones y empezaron a recibir clientes; sin embargo, la coyuntura del mercado no mejoró lo esperado por la mala evolución de la pandemia y a partir de septiembre comenzaron a cerrar. Hubo algún caso de hotel en el Sur de Tenerife que apenas estuvo abierto una semana. Los establecimientos turísticos que han apostado por seguir abiertos, aun con ocupaciones muy bajas, realizan actualmente enormes esfuerzos por mantenerse así.

“Temporada perdida”

“La temporada de invierno, la más fuerte en Canarias, la damos prácticamente por perdida, a pesar de que habíamos puesto mucha esperanza en ella”, valora el presidente de Ashotel, Jorge Marichal,. Añade que “ahora ponemos las miras principalmente en el próximo invierno, aunque desde verano podamos iniciar el proceso de recuperación, si bien estaremos en un escenario de mayor competencia”. Marichal confía en que el proceso de vacunación en toda Europa se complete lo antes posible y se pueda contar con esa inmunidad de rebaño que dé seguridad a residentes y turistas.

Para quienes consideran que es posible una recuperación antes de Semana Santa o en torno a esas fechas, hay que tener en cuenta que el frío es un aliado para la expansión del virus y la apertura de un hotel –con lo que ello supone– “no puede hacerse para un solo mercado o sujeto a los vaivenes de los índices de contagio” apunta Marichal. “Es necesario –concluye– iniciar cuanto antes la recuperación pero que sea estable y creciente, no como una montaña rusa”.