“Las Fuerzas Armadas han llevado a cabo el mayor despliegue en tiempo de paz en España para luchar, codo con codo con la sociedad, contra esta terrible pandemia que todavía nos asola, intentando salvar el mayor número de vidas”. Así se expresó el teniente general, jefe del Mando de Canarias, Carlos Palacios Zaforteza, durante la celebración ayer de la Pascua Militar en Santa Cruz de Tenerife. El coronavirus, que lo ha marcado todo durante 2020, no solo estuvo presente en su discurso, sino que motivó que los actos se desarrollasen en el interior del Palacio de la Capitanía General de Canarias, junto a la santacrucera plaza Weyler, y con un número reducido de autoridades presentes.

Con la formación del piquete de honores y la llegada de Palacios comenzó una cita de honda tradición en el ámbito castrense. En concreto, se trata de un acto solemne con el que se inicia el año y en el que se hace balance del ejercicio anterior y de las líneas de acción para los meses venideros. En esta ocasión, al realizar ese repaso, no faltó una mirada a la inmigración. “Una tragedia humanitaria también ha sacudido al Archipiélago en los últimos meses del año con la llegada de miles de inmigrantes irregulares a las costas canarias”, señaló el jefe del Mando de Canarias.

En representación del Rey

“Como representante institucional de las Fuerzas Armadas en la Comunidad Autónoma de Canarias, me corresponde el honor de representar a Su Majestad el Rey en un día tan significativo y transmitir su felicitación a todos los componentes de los ejércitos y la Armada en el Archipiélago”, expresó al comienzo de su alocución, que siguió a una imposición de condecoraciones. Entre ellas destaca la medalla conmemorativa de la Operación Balmis impuesta al general jefe de Estado Mayor del Mando de Canarias.

Palacios echó la vista al pasado y rememoró los orígenes de la Pascua, instaurada en 1782 por el Rey Carlos III para felicitar a sus ejércitos con motivo de la reconquista de Menorca, ocupada por los ingleses desde 1713. “Es de justicia recordar que entre los soldados españoles se encontraba el que fuera posteriormente nuestro héroe del 25 de julio de 1797, el brigadier don Antonio Gutiérrez de Otero y Santayana, que supo aunar, en nuestra isla de Tenerife, todos los esfuerzos civiles y militares para hacer frente, de nuevo, a la amenaza inglesa, que esta vez se cernía sobre nuestro Archipiélago”, apuntó, antes de hilvanar: “En la actualidad, casi 225 años después, una amenaza diferente, desconocida e invisible se ha cernido sobre el mundo, dejando hasta la fecha cerca de dos millones de fallecidos, de los que más de 400 lo han sido en nuestras Islas Canarias”. El militar emitió en este punto un mensaje de condolencia y apoyo: “Sean, por tanto, estas primeras palabras para transmitir mi más sentido pésame a todas las familias que han perdido un ser querido en esta terrible pandemia durante este año, deseando la pronta recuperación de todos aquellos que estén afectados por esta terrible enfermedad”.

En adelante, hizo repaso de las actuaciones vinculadas con la Covid-19 y desarrolladas en el marco de la Operación Balmis, en la que las capacidades de las Fuerzas Armadas se desplegaron “a lo largo y ancho de la geografía nacional” para realizar múltiples actividades. “Durante los 98 días que duró el Estado de Alarma, las Fuerzas Armadas desplegaron más de 185.000 militares en 2.300 municipios de España, realizando casi 20.000 intervenciones”, cifró Palacios Zaforteza en clave nacional. “En nuestro Archipiélago, los ejércitos, la Armada y la Unidad Militar de Emergencias llevaron a cabo una muy intensa labor en apoyo a la sociedad canaria a través de más de 800 patrullas de presencia, 1.000 descontaminaciones, 100 aerotransportes con carga de material sanitario y más de 120 apoyos a las fuerzas y cuerpos de seguridad, a través del despliegue en siete islas y en todos los municipios canarios”, indicó.

El trabajo “no ha terminado”

Que se haga balance no significa que el trabajo haya terminado. “Esta batalla contra el virus continúa a través de la Operación Misión Baluarte, donde, de nuevo, las Fuerzas Armadas se han puesto al servicio de su sociedad para apoyarla, en este momento, reforzando a los rastreadores de las comunidades autónomas, en nuestro caso del Servicio Canario de la Salud, realizando descontaminaciones y apoyos logísticos varios en todo el territorio nacional”, resaltó el general, antes de celebrar que “el más importante y esperanzador de estos apoyos” fue el que se inició el pasado 26 de diciembre con el transporte, con medios del Estado, aviones del Ejército del Aire y helicópteros del Ejército de Tierra de las primeras vacunas a las distintas comunidades autónomas, lo que permitió que el pasado domingo 27 de diciembre arrancase la campaña de vacunación nacional. “En este punto quisiera agradecer el papel desempeñado por los medios de comunicación a la hora de informar, y poner en valor a la sociedad canaria, de las actividades operación Balmis y Baluarte”, agregó.

El otro eje de su intervención fue el problema migratorio. “La magnitud y consecuencias de esta crisis han dado lugar a que el Ministerio de Defensa haya puesto a disposición de las autoridades competentes una serie de instalaciones sobre las que poder organizar, de forma permanente o temporal, una red de establecimientos de acogida de inmigrantes en el Archipiélago”, dijo, y enumeró que se han cedido los acuartelamientos de Las Canteras y Las Raíces, en Tenerife, y el de Barranco Seco y el del Regimiento Canarias 50, en Gran Canaria. Asimismo, expuso que se renovaron las concesiones para el Centro de Internamiento de Extranjeros en Hoya Fría, en Santa Cruz de Tenerife, y en El Matorral, en Puerto del Rosario (Fuerteventura).

“Junto a lo realizado por el Ministerio, por parte del Ejército del Aire se han llevado a cabo 16 misiones reales de búsqueda y detección de pateras o cayucos en situación de peligro, así como seis misiones de salvamento de vidas humanas en alta mar con helicóptero”, afirmó el representante militar. “El Ejército de Tierra, por su parte, ha aportado distinto material de campamento para apoyar la acogida inicial de los inmigrantes y ha acondicionado, en colaboración con la Unidad Militar de Emergencias, las instalaciones cedidas para facilitar su uso inmediato. Este importante incremento en la llegada de cayucos y pateras ha supuesto también un esfuerzo importante para las unidades de la Guardia Civil”, completó. Lo anterior se unió a la labor diaria de las Fuerzas Armadas, ya sea en el ámbito de la preparación, apoyo a las autoridades civiles o despliegue en misiones internacionales “en los distintos escenarios en los que España proyecta seguridad y defensa”. En el discurso también tuvieron su espacio las actuaciones en incendios forestales que se produjeron en 2020.

“El año 2021 nos presenta a todos el reto de ser capaces de vencer la pandemia y recobrar nuestra vida anterior, para lo cual los esfuerzos de la Operación Misión Baluarte seguirán encaminados al apoyo al Servicio Canario de la Salud con los rastreadores, para el control de la expansión de la pandemia”, expresó Carlos Palacios, y entró a continuación en los principales retos que el Mando de Canarias afronta para este año. Se refirió ahí a los despliegues en el “complejo escenario de Irak” y en Líbano, por un lado, y a “consolidar la reestructuración del Mando de Canarias integrando las unidades asignadas”. El Mando Naval de Canarias tiene previsto el despliegue de un buque de acción marítima como “buque insignia” de la Agrupación Permanente de Cazaminas de la OTAN durante el segundo semestre de 2021, en el que España asume el mando de dicha agrupación, y el Mando Aéreo continuará con las misiones permanentes para proporcionar seguridad aérea a través de la vigilancia y control del espacio aéreo regional, además de participar en ejercicios nacionales e internacionales como el Ocean Sky 21.

Campaña de Melilla de 1921

El teniente general destacó de entre las efemérides a celebrar en 2021, “por su trascendencia en Tenerife”, la conmemoración por parte del Ejército de Tierra del centenario de la Campaña de Melilla de 1921, “con un especial énfasis en el ámbito del Mando de Canarias, en la participación de la Batería de Montaña del Regimiento Artillería de La Laguna, la Batería del Cristo, con su despliegue en tierras africanas”.

“Son todos retos de significación y trascendencia, que solo alcanzaremos con la implicación y el compromiso de todos, trabajando por tierra, mar y aire, día a día, para garantizar la Seguridad y Defensa de la sociedad, dejando clara constancia del compromiso de las Fuerzas Armadas en la estabilidad y prosperidad de España, de la misma forma que lo hemos hecho a lo largo de este pasado año, en el marco de la operación Balmis y Misión Baluarte”, manifestó, antes de felicitar a los condecorados –“cuyas recompensas hemos de poner en valor por el reconocimiento de méritos que conllevan, reflejo de la competencia profesional y espíritu de servicio de los premiados”, resaltó– y de dirigir un “recuerdo muy especial a los casi 3.000 hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas y Guardia Civil que han pasado la Navidad cumpliendo su misión en zona de operaciones”. El acto celebrado este 6 de enero, como es habitual, terminó al grito de “¡viva España!” y “¡viva el Rey!”.

La Pascua Militar se celebró en Santa Cruz con una ceremonia solemne y sin salir del Palacio de la Capitanía General. A la izquierda y arriba, el teniente general Carlos Palacios, jefe del Mando de Canarias. Sobre estas líneas, la retirada del piquete de honores. |