La capital tinerfeña estrenó anoche formato de Reyes Magos por los imperativos sanitarios del Covid y , como con el teletrabajo, parece llamado a quedarse para futuras ediciones combinando el modelo tradicional con cortejos reales por pueblos y barrios donde Sus Majestades nunca habían llegado en Cabalgata, como en la Península de Anaga, o se recuperaba una tradición que hace dos décadas se perdió, caso de El Toscal.

A las cinco y media, un helicóptero del Ejército sobrevoló el centro, eran como las campanas que anuncian tercera porque comienza la ceremonia. El espectáculo del estadio Heliodoro Rodríguez López se trasladó a la Televisión Canaria, en forma de cuento de reyes. Durante casi cuarenta y cinco minutos, la compañía teatral Timaginas recreó la preocupación de una niña que comunica a su abuelo en el salón de la casa ante el temor que este año Sus Majestades no lleguen porque el virus ha cerrado muchos países.

El abuelo trajo al recuerdo la Fábrica Babayán, cuando “hubieron” –dijo, y chirrió al oído– tormentas y guerras que se superaron porque se fabricaron juguetes para todos los niños del mundo.

Abrió el libro del cuento y apareció el capataz Valdo –”porque no es muy alto”– que protagonizó el diálogo con las hijas de Senda –”que todos los días nos da la merienda”–. En ese momento, las calles estaban casi desiertas y los salones de los hogares reemplazaron las gradas del Heliodoro. El cuento sigue. Acuerdan poner a salvo la llave mágica y engañar al pirata que va a buscar en los cofres el oro de Melchior... Allí apareció Yago que se encontró con los baúles llenos de monedas de chocolate y frustró su intento de robar en la fábrica de los juguetes.

Y se produjo su conversión, al convencer Senda al pirata de no destruir la ilusión de los niños, al punto de que acabó ayudando a fabricar juguetes y, cuando ya no quedaban sombreros de piratas para atender las peticiones de los pequeños en sus cartas, ahí estuvo él para entregar el suyo.

A partir de ahí, los Reyes Magos cobran protagonismo al poner rumbo en helicóptero al Rodríguez López, donde encuentran un estadio vacío y prometen recorrer las principales calles de los barrios de la capital para ir al encuentro de los niños. En el césped, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, y el concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, saludan a los magos; el primero les pide que este año no se distribuya carbón porque los niños se han portado muy bien y han sido muy responsables con las medidas sanitarias. Tras la entrega de la llave mágica, terminó tras 45 minutos un espectáculo cuidado hecho para televisión.

Comienzan las comitivas reales

Bajo la dirección artística de Javier Caraballero, el equipo humano del Organismo Autónomo de Fiestas demostró su habilidad para llegar con cuatro trayectos a las calles principales de los más de ochenta barrios de la capital. Además, con el reto de cumplir las previsiones en casi cuatro horas desde el inicio de las minicabalgatas, a las 18:15 horas, pues el toque de queda permaneció inamovible a las diez de la noche de ayer.

Si novedosa fue la fórmula de grabar una producción audiovisual para sortear las aglomeraciones propias del acto de acogida a los Reyes Magos en el estadio, Santa Cruz dejó este año en el olvido la tradicional cabalgata para apostar por cuatro cortejos reales que permitieron a Sus Majestades llegar a todos los barrios. Lo peor, la espera de aquellas familias que soportaron hasta tres horas para que ver pasar a los Reyes, dado que la Consejería de Sanidad había negado a los ayuntamientos que advirtieran de los horarios y los trayectos concretos para evitar concentraciones de público, como es el caso de que después de cuatro horas de espera no pasaran por la avenida San Sebastián ni Benito Pérez Armas.

En Anaga y el Centro de Santa Cruz, los reyes llegaron en un micro descapotable; mientras que disfrutaron un una guagua más amplia para moverse entre Ofra y el Suroeste, desde donde se hicieron también incursiones en La Salud y La Salle.

“Abuela, los Reyes están delante de casa” o “los vi pasar por delante de mi cuarto” fueron algunos de los comentarios más escuchados de un desfile que rompió moldes. Anoche, poco después de las 21:30 horas, Fulgencio Ramos, de Casa de la Cumbre –en la Anaga profunda– reconocía su satisfacción porque los Reyes Magos pasaron por primera vez en la historia por esta zona de la cumbre.

“Llegaron hasta Taborno, Roque Negro, Afur, La Cumbre, Taganana... ¡Esto no se ha visto nunca!”, añadió Fulgencio Ramos.

De las cuatro rutas, los embajadores invitaron a la prensa a disfrutar de la experiencia por Ofra, partiendo desde el mirado de Vistabella, precisamente desde el restaurante chino Nihao... tal vez por aquello que los Reyes vienen de oriente, como apostilló el gerente de Fiestas, Guillermo Martín, sin antigüedad suficiente aún para ganarse carbón y menos tras el éxito de la experiencia de ayer, gracias a todo el equipo de Fiestas. En un edificio por debajo de la gasolinera de Vistabella, Nerea, de 9 años y alumna del Cisneros, fue de las primeras en verlos desde la ventana de su casa; debajo, Yara, de 10 años y de las Dominicas de Vistabella, hacía guardia y cumplió el objetivo, junto a sus padre en el coche, y vio cerquita la comitiva real.

Antes de salir la guagua, seis de los 24 niños del CAI El Arenal con su monitora. Naturales de Senegal, es la primera cabalgata de Reyes que viven. Hablan poco español, pero lo justo para pedir a los Magos de Oriente auriculares, MP3, futbolín, cholas, reloj, tenis, pantalones, calzoncillos, gorras... “¡Finito!”, puso fin uno de ellos.

Uno de los momentos más emotivos, el paso por Santa Clara, donde los vecinos se volcaron con su rey Gaspar. A diferencias de otros años, anoche los Reyes Magos fueron al encuentro de los niños en recorridos inéditos, hasta el punto que se pasó por alto que este año tampoco hubo camellos.

Fue un encuentro más personal, donde la mayor presencia se concentró en las esquinas de las calles. A las diez, todos en casa, y a esperar a abrir hoy los regalos de Sus Majestades tras una velada más íntima y cercana.

La incondicional Geni Afonso

Tan pronto ha estado dirigiendo el espectáculo de bienvenida a los Reyes Magos en el estadio como supervisando que Sus Majestades estén impecables, como ayer, que desplegó su equipo en las cuatro comitivas. En las entrañas de la guagua de Ofra, recordaba su estreno en el Carnaval cuando en los ochenta inventó las coreografías murgueras con los Chichiriviches, antes incluso de su boom con Cariocas o Bohemios, entre otros. Transmite pasión.