Del 7 al 12 permaneció abierta la Feria de Navidad de Puerto de la Cruz, cerrada por orden de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias como consecuencia de la situación de la pandemia. Este lunes comenzó el operativo para desmontar los 24 puestos y atracciones situadas en la explanada del muelle portuense. El Ayuntamiento tendrá que devolver a los feriantes la parte proporcional –de los 54.000 euros euros recibos– correspondiente a los días que restan hasta el 10 de enero, fecha límite de la contratación, como se recoge en el pliego de condiciones que rigió la subasta. De forma específica, se incluyó el Covid-19 como causa para la devolución parcial de lo abonado al Consistorio.

José María de la Cova, presidente de la Asociación de Feriantes de Tenerife, se muestra satisfecho del resultado de la experiencia puesto que en los seis días de apertura acudieron 5.274 personas y se respetaron las medidas sanitarias y de seguridad determinadas para combatir el Covid-19. “El cierre cautelar se produjo hasta que se redujera el índice epidemiológico, por lo que podíamos quedarnos hasta el día 10, pero las perspectivas más optimistas indican que aunque haya medidas menos restrictivas, serán insuficientes para celebrar eventos multitudinarios”, explica.

La marcha de la Feria de Navidad de Puerto de la Cruz habilita, además, el aparcamiento del muelle para el uso de los ciudadanos en beneficio del comercio local. Otro argumento expuesto al gobierno municipal, con el que los empresarios consensuaron el cese de esta actividad, para justificar el desmantelamiento de las atracciones. “Era algo con lo que contábamos. Era un riesgo que asumimos como empresarios”, apostilló De la Cova, quien agradeció el civismo de los más de 5.000 usuarios y su excelente comportamiento en el recinto, en cuyo interior permaneció cada uno 15 minutos, según la media estimada.

El presidente de la Asociación de Feriantes de Tenerife reconoció que el último día, que coincidió con la celebración del festival Mueca, fue la única ocasión en la que “la cola de entrada llegó a ser bastante grande (unos 700 metros) y el público incumplió más la distancia de seguridad”.

Expediente de devolución

Alberto Rodríguez Castilla, el concejal de Fiestas, confía en el retorno de la Feria “cuando la situación se normalice” y se muestra convencido de que “lo hará con el mismo esplendor” en las fiestas que se celebran en julio y en Navidad. El edil aseguró ayer que “ya se está procediendo a culminar el expediente para devolverles la parte proporcional de lo que abonaron en la subasta”. Al tiempo, destacó la buena sintonía que rigió la relación de la Administración local con los feriantes. “Ellos y nosotros hicimos todo lo que pudimos porque teníamos claro que la situación nos permitía hacer la feria, pero sujetos a la evolución de la pandemia. Este escenario era posible y, desgraciadamente, ocurrió”.

Cabe recordar que el decreto de apertura de esta feria se firmó cuando el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz obtuvo la autorización sanitaria y dispuso del resto de documentos necesarios, como el pronunciamiento del Colegio de Ingenieros. El alcalde, Marco González, aseguró en la apertura que “hemos abierto las puertas porque podemos garantizar que todo se cumple”.

El concejal de Fiestas (entre otras cosas) resaltó entonces que a la Feria de Navidad de Puerto de la Cruz acudieron feriantes de Huelva, Eíbar, Logroño... “Para muchos, ha sido la primera vez que han podido trabajar en lo que va de año”, algo en la que incidió José María de la Cova. “Solo trasladarse desde sus domicilios para montar aquí les ha supuesto un desembolso de 10.000 euros”. La subasta de puestos y atracciones permitió al Ayuntamiento portuense recaudar en torno a los 54.000 euros. Una parte importante de ellos tendrá que devolverlos a los feriantes.