¿Cómo está afectando a la vida en Masca la pandemia del coronavirus y la crisis económica y social que ha generado?

Aquí no hemos tenido ningún caso de coronavirus, ni siquiera cercano, pero siempre hemos estado a la expectativa de lo que podría llegar a pasar. Poco a poco se había recuperado algo de la actividad económica, así como la llegada de algunos turistas. Podemos decir que antes del cierre de la isla teníamos alrededor de un 30% de las visitas habituales.

¿Entiende que Masca sufra las mismas restricciones que Santa Cruz o La Laguna?

Entiendo que deberían acotarse este tipo de medidas de acuerdo con el número de casos y las realidades locales. Aquí pagamos justos por pecadores. Hay sitios donde hacemos las cosas como se tienen que hacer y no tenemos contagios, pese a ser el segundo lugar más visitado de la isla de Tenerife.

¿La afección económica es muy grande para un caserío acostumbrado a recibir a miles de visitantes?

Claro, el parón ha sido total. El flujo turístico es algo clave para Masca y han sido meses muy difíciles, aunque empezábamos a ver cierta recuperación. La mayoría de los turistas que llegan a la isla pasan por Masca, pero esto va muy lento, no tiene nada que ver con lo que había antes. Si es verdad que se empezaba a mover algo el turismo nacional y también el extranjero.

¿De dónde venían los turistas extranjeros que empezaban a regresar a Masca antes del cierre de la isla?

Había de todos los países de los que permitían viajar. Hasta ahora había belgas, franceses, italianos, alemanes o rusos. Se estaba viendo mucho más movimiento.

¿Pese al cierre del sendero del barranco de Masca?

Sí, aunque siga cerrado, llegaban visitantes. La apertura del sendero está a la espera de que se hagan algunas intervenciones más en el capítulo de seguridad. Falta por ejemplo el embarcadero, aunque Costas ya ha contestado. Hace falta que esa piedra que existe actualmente se convierta en un embarcadero seguro para que los senderistas salgan del barranco por el mar.

Podemos decir que antes del cierre de la Isla teníamos un 30% de las visitas habituales

¿Afecta mucho ese cierre?

No, el sendero no se echa demasiado de menos en Masca, al menos en el caso del tejido empresarial del caserío. Los senderistas pasaban y algunos se tomaban algún café y alguna otra cosa, pero también se generaba un problema muy grave por la falta de aparcamientos y el exceso de tráfico. Con el cierre temporal del barranco se ha demostrado que Masca necesitaba una regulación del aparcamiento para que no se repitiera aquello de los vehículos que quedaban aparcados, algunos incluso mal estacionados, durante horas y horas.

¿Se ha avanzado en la regulación del aparcamiento?

El Ayuntamiento de Buenavista del Norte aprobó en pleno un modelo de regulación de aparcamientos que, en principio, solucionaría el problema. La figura de regulación existe, pero no se aplica por el momento porque aún no es necesario. Cuando se abra el barranco, si la gente no se acostumbra a venir en transporte público y vuelven a llenar Masca de coches, entonces sí se pondrá en marcha esa Ordenanza Reguladora del Aparcamiento (ORA).

¿Se han ejecutado las obras que los vecinos demandaban para garantizar la seguridad de los peatones?

El paseo peatonal está aprobado y la obra se ha concedido ya a la empresa Tragsa, que ha empezado con el acopio de materiales para comenzar a trabajar a primeros del próximo mes de enero de 2021. Se trata de habilitar el camino peatonal que unirá la zona de la plaza de La Piedra con el entorno de El Turrón.

¿La población del caserío se mantiene estable o se ha visto mermada por los efectos colaterales de la pandemia?

No, se mantiene la población habitual en Masca, que ronda las 89 personas.

El asunto de las cabras asilvestradas se puede dar por resuelto con las apañadas

¿Les han informado de alguna fecha probable para la reapertura del sendero del barranco?

No, por el momento no se nos ha informado de ninguna fecha. Sondearon a los vecinos respecto a la posibilidad de que el sendero se abriera para bajar y subir, sin tener una salida por el mar. Con el objetivo de no esperar hasta la mejora del embarcadero. Lo que nosotros hemos planteado es que hay que consultar a la comunidad. Desde mi punto de vista personal, si existe una regulación del aparcamiento y un control del tráfico, no habría ningún problema, pero no queremos que se repitan problemas del pasado. Lo importante es que no tengamos los problemas que había antes. Para eso es clave que los senderistas usen el transporte público.

¿Se ha logrado controlar la población de cabras asilvestradas con las apañadas?

Sí, se han hecho apañadas y quedan muy pocas cabras sueltas. Existía el acuerdo de establecer puertas y cancelas en las zonas habituales de paso de estas cabras, que ya los cabreros habían señalizado convenientemente. Se recogieron muchos animales, pero al no estar todavía las cancelas puestas, algunas volvieron a entrar. Ahora sí están esos cierres instalados y el barranco de Masca y sus alrededores pueden considerarse ahora una zona casi libre de cabras. Las pocas que quedan se recogerán y este asunto de las cabras se puede dar por resuelto con las apañadas que se han practicado.

¿Cómo definiría la relación actual de los vecinos de Masca con los responsables del Parque Rural de Teno?

Mi experiencia es positiva. Por fin hay una cercanía y una empatía mayores. Somos un parque rural que está protegido, pero aquí también vive gente. Tenemos una buena combinación con las tres mujeres que ahora están al frente: la consejera de Gestión del Medio Natural del Cabildo de Tenerife, Isabel García; la directora del parque, Judith Fernández, y la técnico Guacimara, que también es nueva. Hacen un buen equipo y por lo pronto nos inspiran confianza. Parece que todos los asuntos se abordan ahora con mucha más sensibilidad que antes. Hay bastante implicación y muchas ganas de trabajar. Estamos contentos con ellas.

¿Confía en que el Plan Rector de Uso y Gestión se pueda adaptar mejor a las demandas vecinales?

Existe un compromiso firme por parte de la consejera insular y la nueva directora del parque para buscar una solución y adaptar el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Parque Rural de Teno, ya que tiene a la población de Masca encorsetada y limitada a un crecimiento cero. Esas normas hay que adaptarlas a la realidad de este lugar y a los problemas que sufre la población, que quiere tener una vida estable, digna y sostenible.

¿El PRUG actual es demasiado restrictivo?

Es un documento muy genérico que no tiene en cuenta las peculiaridades de un lugar con una orografía tan complicada como Masca. Una norma tan genérica no se puede adaptar a las necesidades de esta zona en concreto. Hace más de 20 años que el Ayuntamiento de Buenavista del Norte empezó a trabajar en un Plan Especial de Masca, que nunca se ha terminado y eso ha sido un problema vital para nosotros. No podemos rehabilitar ni reestructurar nuestras viviendas para tener una vida estable y digna. Necesitamos que el PRUG se adapte a la realidad de lugares como Masca o Teno Alto. Si eso se hace, quizás no sería necesario acabar ese plan especial o sería mucho más fácil plantearlo. Hay que garantizar la protección del continente del caserío de Masca, pero también de su contenido, que somos los vecinos.