Largas colas durante las mañanas ante la puerta de cualquier oficina de Correos de la Isla. Es la inusual imagen de estos días en Santa Cruz, La Laguna, Tacoronte, Puerto de la Cruz, el Sur... Basta acercar el objetivo a la fila para comprobar que la mayoría tiene un papel en la mano. Acredita que el cartero ha intentado dejar el paquete en el domicilio pero el destinatario no se encontraba allí. Pero es que casi nadie entre los encestados recuerda que el cartero haya pasado. No sólo que hubiera llamado una vez sino incluso dos. O sea, ninguna. Los sindicatos achacan lo que ocurre a “los recortes” en la plantilla que obligan a “un exceso de trabajo y de estrés”.

Concentraciónde trabajadores de Correos celebrada ayer delante de la oficina de la plaza de España.

La concentración de delegados sindicales coincide frente al Lago de la plaza de España de Santa Cruz con la cola de ciudadanos que, armados de paciencia, esperan su turno para recoger algún paquete. Es, precisamente, la época de auge de los encargos a empresas online. Esto se acrecienta en un lugar como Canarias, islas que dependen tanto de los envíos del exterior. Más en tiempos de pandemia cuando la dimensión de las redes crece ante el temor al contagio. Paradójicamente, en un momento de llamada a la responsabilidad para no salir en exceso a la calle hay que ponerse en cola entre otras decenas de afectados para poder recoger el paquete.

Huelga autonómica.

El próximo 30 de diciembre está convocada una huelga general en Correos a nivel autonómico. Según los sindicatos “para que los ciudadanos conozcan dónde está la causa del pésimo servicio que se está dando”. Lo argumentan: “Después de 300 años de servicio público, una empresa que bien gestionada sería rentable no pueden seguir en manos de un cargo político incapaz que solo busca mejorar su imagen y desguazar el servicio público postal mediante los recortes de puestos de trabajo”.

Explican estas fuentes lo que está ocurriendo en el interior de las oficinas tinerfeñas: “Un factor es el abuso de la contratación parcial. Un trabajador con una jornada laboral de ocho horas ahora tiene un compañero con cuatro”. Además, añaden, “las oficinas tiene un acumulado muy importante, ya que los paquetes o notificaciones que reparten los carteros han aumentado exponencialmente” No acaba ahí la descripción de los problemas: “Correos está dando orden –y eso es grave– de que los envíos de dos entregas se realicen de manera ficticia. En la segunda, si el ciudadano no está en la vivienda se le deja el aviso para recoger en la oficina”. Esos envíos se han multiplicado en Navidad y, siempre según las fuentes, “la entrega efectiva deja de realizarse en las casas, pasa a la oficina y se generan las colas”. A todo esto hay que añadir “la presión por las cargas de trabajo que tiene el cartero. Toca en la vivienda y no tiene tiempo de esperar ni dos segundos. Entonces pasa a dejar el correspondiente aviso para retirar ese envió en cuestión a la oficina”

Falta de personal.

Otro factor es “la falta de personal en las unidades de distribución” A los compañeros se les atribuyen tareas imposibles de realizar”. Por ejemplo, explican, “se dejan las cartas sin sacarlas al reparto y sólo llevan paquetería o las urgentes, pero aún así, son cantidades inasumibles. Es imposible dar entregas de calidad a los ciudadanos”. Eso provoca “que se realicen los avisos directamente, sin respetar que el ciudadano merece tener la entrega en su vivienda. Esta pasa a las oficinas y muchas quedan colapsadas de envíos. Ahora hay algunas donde no cabe nada más”.

Todas las organizaciones sindicales de Correos en la provincia –CCOO, UGT, SL, CSIF, CGT e Intersindical Canaria– se han unido para denunciar “la supresión de puestos de trabajo y el recorte de la plantilla”, En el marco de “un plan de acción a nivel nacional que desmantela el servicio público postal tanto en el ámbito rural como urbano”. El resultado son ”sobrecargas de trabajo y un deterioro de la calidad del servicio que se presta en Tenerife a 260.000 ciudadanos”. Lo más grave, denuncian, “es que se reduce la plantilla y se cierran oficinas mientras la empresa anuncia una subida interanual de más del 16% en volumen de paquetería en Canarias”.

Servicio “deteriorado”.

Los sindicatos denuncian “el abandono el servicio público postal tradicional frente al rentable mercado de paquetería y logística”. Esto, sentencian, “hace imposible que el centro de clasificación, las unidades de reparto y las oficinas den un servicio acorde una empresa como Correos”. Otra crítica es “la venta o cesión por precios irrisorios del patrimonio público de Correos” como el caso de la antigua sede de Santa Cruz de Tenerife en la plaza de los Patos, actualmente cerrada. Los sindicatos esgrimen que “la empresa se ha negado a reunirse para aclarar su futuro”.

La tensión laboral ha dado como resultado acciones de protesta: desayunos reivindicativos, reuniones con representantes políticos o concentración de delegados sindicales. Lo próximo, la huelga. Los carteros no han llamado ni una ni dos veces sino hasta cinco con la del próximo día 30.

En Nochebuena y Fin de Año

Nueve oficinas de Correos de la Isla, de las 10 de la provincia abrirán los días 24 y 31 de diciembre –la otra será la de Los Llanos de Aridane en La Palma– entre las 9:00 y las 14:00 horas.

Son las ubicadas en la plaza de España y El Corte Inglés, ambas en Santa Cruz; La Laguna; Taco-Barranco Grande; La Cuesta, Puerto de la Cruz; San Isidro; Costa del Silencio; Las Galletas y Adeje. En un comunicado Correos especifica, además, que cuenta en esta campaña con tres nuevos equipos de clasificación de pequeños paquetes y ha reforzado las redes de transporte con la apertura de 318 nuevas rutas. También ha renovado su flota de más de 13.000 vehículos con 1.112 furgonetas de reparto, 201 eléctricas, y con 1.150 motocicletas, 600 eléctricas. | J.D.M.