“No somos el problema, somos parte de la solución”. Esa ha sido una de las premisas que más han repetido entrenadores y ‘coachs’ de gimnasios y centros deportivos de Tenerife durante las últimas horas. La prohibición de práctica deportiva en espacios interiores, podría ser la estocada definitiva para cientos de trabajadores del gremio en la Isla con mayor incidencia de Covid-19.

Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias, dio a conocer en su comparecencia posterior a la celebración del Consejo extraordinario que quedaba “prohibida la práctica de actividad física y deportiva en las zonas interiores de instalaciones y en centros deportivos”. De igual modo, señaló que sólo se permitía el ejercicio físico al aire libre para deportes individuales, siempre y cuando se pudiera mantener la distancia de dos metros entre personas”.

La medida restrictiva en Tenerife, que ya había reducido el aforo de sus centros deportivos -máximo de 15 personas- tras la última publicación del BOC (Boletín Oficial de Canarias), podría entrar en vigor a partir de este sábado.

Ante la grave amenaza que esto supone para el sector, el gremio de entrenadores y empresarios que regentan los centros de entrenamiento ‘indoor’ esperan por una reconsideración ante lo que contemplan como una restricción desmedida y/o “injusticia”.

Para avalar su posicionamiento, han acudido a los datos de los últimos brotes registrados en Canarias. De los 76 del total, tan sólo uno ha tenido origen deportivo; lo que supone un 1,3% del total. Para más inri, este se dio fuera de Tenerife, puesto que se detectó en la UD Fuencaliente, equipo palmero de fútbol. Para encontrar un contagio múltiple con un nexo común en el deporte, habría que remontarse al que tuvo lugar en el CD Ofra juvenil a principios de este mes. Tampoco tuvo origen en un gimnasio, centro de entrenamiento o box.

Entre otros argumentos que han esgrimido en sus cuentas oficiales, el informe del CCAES (Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias) del 30 de octubre (actualización nº240). En dicho documento ministerial se refleja que los 19 casos acumulados en ‘actividades deportivas’, representan el 0,34% sobre el total.

Más allá del bajo índice de contagio, los profesionales del sector toman referencias bibliográficas que rebaten el posicionamiento del Ejecutivo regional y, por ende, le dan fuerza a la frase con la que comienza este artículo. “La práctica físico-deportiva disminuye el riesgo de enfermedad infecciosa adquirida un 31%”, (Chastin y cols., 2020). También añaden: “La capacidad máxima de ejercicio se asocia de forma independiente e inversa con la probabilidad de hospitalización por Covid-19. Estos datos respaldan aún más la importante relación entre la aptitud cardiorrespiratoria y los resultados de salud”, (Brawner y cols., 2020).

El agravio comparativo que ha supuesto la apertura de centros comerciales a un 33% en cada una de sus plantas, la gota que colma el vaso. Los profesionales consultados por este diario coinciden en que, mientras en las grandes superficies no se respeta la distancia interpersonal, en los espacios indoor, desde que se abrieran en la fase 2 de desescalada, sí que lo han cumplido a través de circuitos y/o parcelas. También aseguran que distan en el uso de gel hidroalcohólico y desinfección.