El consejero de Participación Ciudadana y Diversidad del Cabildo, Nauzet Gugliotta, hace balance, “con orgullo” de la Operación Cuota 0. En dos repartos -julio y noviembre- ha llevado alimentos durante este año tan especial a 7.462 niños y niñas de la Isla en situación de vulnerabilidad. Para ello han tenido que converger, a través del trabajo en red, todos los esfuerzos administrativos. Desde la Logística al sistema de recuento o el seguimiento, espacios para almacenar la comida o lugares específicos en los centros educativos con las implicación de su comunidad. Todo ello unido en un proyecto que ha hecho llegar a esos miles de niños de Tenerife que no pagan en el comedor del colegio o lo hacen de forma simbólica con apenas un euro.

Gugliotta destaca que “la iniciativa nace para hacer frente a la situación de crisis social y económica generada por el coronavirus”. La califica como “un relato con fina feliz”. Ha estado acompañado por representantes de las otras patas que sustentan el proyecto: el vicepresidente del ITER, Enrique Arriaga; el director territorial de la Consejería de Educación, Federico Delgado, y el consejero de la empresa pública Gestión del Medio Rural (GMR), dependiente de la consejería de Agricultura, Ganadera y Pesca, Pablo Zurita.

El reparto de alimentos se ha realizado a través del Programa Tenerife Isla Solidaria y. además de las instituciones mencionadas, hay que añadir el trabajo de un total de 29 entidades de voluntariado adheridas, “detrás de las cuales hay siempre personas”, precisa Nauzet Gugliotta.

El presupuesto consignado para este proyecto asciende a 500.000 euros y beneficia a 7.642 niños de los 31 municipio de Tenerife

El consejero detalla un triple objetivo inicial: “Complementar la alimentación de nuestros niños menos favorecidos, contribuir a la salida del stock del sector primario de la Isla –con excedente debido al cierre de los establecimientos de hostelería– y fomentar la solidaridad y el trabajo en red”.

Esto último ha sido la clave y Gugliotta, valora la “excelente coordinación entre todos los agentes implicados en una operación sin precedentes”. La institución insular ha destinado medio millón de euros a esta operación, incluida en el Pacto por la activación social y económica de Tenerife. “Una operación, valora Gugliotta, realizada, además, de manera discreta para salvaguardar la privacidad de las familias”, subraya. El consejero añade que “se trata de la primera acción realizada a través de la plataforma de voluntariado en red, a la que seguirán muchas más dentro de la acción social”.

La logística. El vicepresidente del Instituto Tecnológico de Energías Renovables, Enrique Arriaga, explica la puesta a disposición de la Oficina del Voluntariado del programa Tenerife Isla Solidaria, gestionado por Sinpromi, “de una plataforma informática para poder organizar de manera efectiva el reparto de alimentos y comprobar dónde se iba llevando a cabo”. Tuvo lugar en los 31 municipios de la Isla “La herramienta permitió, mediante un cuadro de mando, visualizar el estado en cada momento del reparto”, explica Arriaga a lo que añade que “el desarrollo, realizado por el personal del ITER, se hizo en tan solo 15 días, aunque ha continuado desarrollándose posteriormente”.

Punto de encuentro. El director territorial de Educación, Federico Delgado, ha destaca el ejercicio de colaboración interadministrativa que ha supuesto esta operación: “Un trabajo que cobra más razón de ser ante una situación como la que estamos viviendo, porque es la única manera de dar respuesta a las demandas de la sociedad”. Del mismo modo, pone en valor el trabajo realizado por parte de la comunidad educativa, también protagonista de esta campaña, incluyendo al profesorado, y, especialmente, a los equipos directivos, “porque están consiguiendo hacer de la escuela un entorno seguro y de los centros educativos, unas verdaderas plataformas de solidaridad”.

Comida saludable. El consejero delegado de GMR, Pablo Zurita, hace hincapié en un proyecto “de éxito” al poner en contacto a productores agrarios y ganaderos con un canal social para entregar alimentos frescos. Cree que se ayuda a comer mejor a las familias, pues “han optado, durante la pandemia por productos envasados”. Asegura que, entre el primer reparto, en julio, y el segundo, en noviembre, se incrementaron en 130 los beneficiarios de las cestas, “lo que demuestra que la crisis está ahí”.

Papas, cebollas, tomates, bubangos, plátanos, gofio... Productos canarios del campo a la mesa de los más vulnerables con el reparto de los voluntarios. Trabajo en red y un relato con final feliz.