Hoy cumple un año como alcalde de Arico. A su juicio, ¿cuál es el estado general del municipio?

Arico hoy está más sereno, más estable y con motivos para la esperanza. Hemos reducido la crispación y hemos mejorado la comunicación entre los vecinos y el ayuntamiento, tomando las decisiones más importantes junto a los ciudadanos. Mi misión es que, de aquí al final de este mandato, los ariqueros recuperen ese orgullo de pueblo que nunca debimos perder.

¿Podría concretar qué decisiones se han tomado de manera conjunta con los vecinos?

Lo primero que hicimos, tras firmar el Pacto de la concordia, fue visitar los 22 barrios que conforman el municipio para hacer un diagnóstico claro, que se va a traducir en un Plan de Barrios que redactaremos en 2021. Tras el confinamiento llevamos a cabo varios encuentros con las asociaciones de vecinos, con miembros de los sectores económico, deportivo y cultural y creamos el Foro de los alcaldes, que integran todos los regidores que ha tenido Arico durante esta etapa democrática. Todo ello, para sacar adelante nuestro plan de reactivación, Arico en marcha, apoyado también por la oposición. El respaldo que le hemos ofrecido a nuestros centros educativos, con vallas, reformas de sus instalaciones, refuerzo de la seguridad, mascarillas, el aula accesoria de El Porís o las obras de la carretera en la entrada del Instituto El Viso lo hemos coordinado con las Ampas, las direcciones, el Cabildo y el Gobierno de Canarias. Y, ahora, estamos hablando de nuevo con las asociaciones de vecinos para consensuar los presupuestos del municipio.

Un año después, ¿han desaparecido los problemas que argumentaron entonces como base para presentar la moción de censura?

Hace un año, nueve mujeres de Arico no sabían si iban a pasar las Navidades con trabajo o en el paro; a partir de cierta hora, los jóvenes no podían hacer actividades en los polideportivos ni nuestros mayores en los centros culturales porque les habían cortado la luz. Hace un año, si llamabas al teléfono de una trabajadora social, éste no daba tono y casi cincuenta familias de Arico estuvieron a punto de perder el servicio de la escuela infantil. A veces, cuando gobiernas, como en la vida, hay que tomar decisiones difíciles. La moción de censura se ha justificado por la vía de los hechos y no de los gritos. Esa es mi manera de entender la política.

Usted se presentó con una fuerza política que quería el cambio para Arico. ¿Cómo ha convivido este primer año con sus socios de gobierno?

Las cuatro familias políticas que hoy formamos el gobierno municipal de Arico –Coalición Canaria, Partido Popular, PSOE y Primero Arico– tienen mucha gente buena, talentosa y con grandes ideas para hacer crecer nuestro municipio. El Pacto de la concordia ha supuesto un cambio absoluto en la forma de gestionar el dinero público y de dirigirnos a los vecinos. Tengo la fortuna de encabezar un gobierno equilibrado, que combina las ganas que trae la savia nueva con la sabiduría de hombres y mujeres que conocen bien Arico. El cambio real está en priorizar las soluciones por consenso sobre los personalismos. Los ariqueros ya decidirán si lo hemos conseguido.

En términos globales, ¿qué se plantea este equipo de gobierno como la líneas generales de actuación para 2021?

Sabemos que un ayuntamiento serio no puede sobrevivir a base de parches, de ahí que 2020 haya sido el año de la planificación y del borrón y cuenta nueva, hemos trabajado para recuperar la confianza de las familias y el crédito de las empresas. Hemos formalizado más de cien contratos en un año, lo que ha supuesto un cambio sustancial en la dinámica de trabajo municipal. Hemos regularizado muchos servicios, como conseguimos hacerlo con el de limpieza y como queremos continuar, en las próximas semanas, iniciando la contratación del nuevo centro cultural de Abades y el nuevo servicio de jardinería. 2021 será el año del Plan de Barrios, de los nuevos presupuestos, de las ayudas a los colectivos culturales y deportivos y de la planificación de las inversiones. Quiero que desde el ayuntamiento se dé respuesta al vecino que exige mejorar sus parques infantiles, las farolas de sus calles o sus carreteras, para, entre todos, construir el Arico que merecemos.

¿Será 2021 también el año de la negociación de las nuevas compensaciones por el vertedero o Complejo Ambiental?

Hemos dado de plazo hasta diciembre para acabar la fase de las buenas intenciones y comenzar una negociación seria con el Cabildo. No espero que 2021 se recuerde como el año de las negociaciones, sino como el año del acuerdo. Un acuerdo de la Isla a favor de una mejora sustancial de nuestros medios de transporte o el impulso definitivo a la red de saneamiento y a las estaciones de desalación y depuración de aguas que mis vecinos llevan décadas pidiendo.

Hace un año subieron los impuestos a parques eólicos y fotovoltaicos. ¿Lo harán de nuevo en 2021?

Arico ha sido solidario con Tenerife y con Canarias. Hemos visto cómo nuestras huertas se llenaban de molinos, nuestras carreteras se hundían por el peso de las máquinas y se abrían pistas en cada barranco. Hemos sufrido la falta de sensibilidad de los que han venido a hacer dinero en nuestro pueblo sin pensar en las consecuencias. Vamos a exigir hasta el último céntimo y esperamos que aquellos que tienen la llave para parar esta invasión, lo hagan. Somos la arteria de Tenerife, producimos la energía limpia y limpiamos la basura de la Isla, el futuro verde que Canarias debe abanderar pasa por nuestro municipio. Arico ha sido solidario con Tenerife y con Canarias. Subiremos todos los impuestos que haya que subir mientras no exista voluntad, por parte de las administraciones y las grandes empresas, de traducir nuestra apuesta por la sostenibilidad en empleo y desarrollo real. El viento tiene que soplar a favor de Arico, si no, seguiré defendiendo los intereses de mi pueblo hasta las últimas consecuencias.

La comarca tiene retos que afrontar y usted está dando pasos tratando de generar unidad. Desde su perspectiva, ¿cuáles son los principales desafíos de esta zona de la isla?

Arico necesitaba desde hacía muchos años una interlocución fluida con los ayuntamientos de su comarca, compartimos cultura, familias y demandas vecinales. Por eso hemos impulsado, por un lado, la comisión bilateral con Fasnia, de la que están saliendo asuntos interesantes en materia de coordinación política y técnica sobre el barrio de Las Ceras, y, por otro, la Mesa Nacionalista del Sureste, un marco de diálogo muy fluido con los alcaldes de San Miguel de Abona, Granadilla de Abona y Arafo. Algo que estamos analizando es la cuestión del agua. Fasnia y Arico han sido, tradicionalmente, dos municipios que regaban al resto del Sur gracias a sus múltiples galerías; ahora nuestros campos están cada vez más secos. En ese sentido, quiero ser claro: no dejaré de luchar hasta ver correr el agua por el Canal del Sur. En un futuro espero que la mancomunidad del sureste sea un hecho y que proyectos comunes como los del Tren del Sur, la segunda terminal del aeropuerto o el complejo turístico de Punta de Abona relancen la comarca.