Francisco Hernández Bencomo, más conocido como Pancho, es un empresario realejero de 73 años de edad que en 2017 echó el cierre a su juguetería Musitoys. Cansado de recibir ofertas ridículas por toda la mercancía que quedaba en las estanterías y almacenes, pensó que quizás podía ayudar a hacer realidad las ilusiones de muchos niños y niñas de familias del municipio que en estos tiempos de pandemia y crisis económica no lo están pasando nada bien. Decidió que no iba a hacer un regalo cualquiera, así que contactó con el Ayuntamiento de Los Realejos para anunciar que no donaría un juguete, sino la juguetería entera.

Voluntarios de Protección Civil y personal municipal se acercaron hace unos días a Musitoys y vaciaron completamente el local. Pancho confiesa que solo se quedó con un par de bicicletas para su nieta. “Se llenaron unos cuantos furgones con todo lo que había: juguetes, bicicletas, muñecas, peluches, mochilas, material escolar... Me hace ilusión que llegue a la gente que lo necesita, me quedo satisfecho con eso. Y si ya Dios quiere tenérmelo en cuenta, pues bienvenido sea”, explica.

Pancho no quiere dar demasiada importancia a su gran gesto solidario: “Cuando uno regala algo, no debe esperar nada a cambio. Es por tener un detalle con los demás, mi única ambición es vivir tranquilo los días que me queden. Si todo esto llega a la gente que menos tiene, pues ya se ha hecho un bien y me alegro. Lo regalo con todo el cariño”.

Pancho regaló la juguetería entera

Musitoys abrió en 1983 en el número 17 de la calle Doctor González, muy cerca del Consistorio de Los Realejos. Primero empezó como una tienda más enfocada a la música, “pero solo con instrumentos no se podía”, así que este empresario inició una colaboración con Jugueterías Arvelo que fue aumentando la presencia de artículos de ocio para los más pequeños. “Y más tarde nos metimos con el carnaval y llegamos a atender a casi todas las murgas del norte”, recuerda.

“Cuando vinieron a recoger las cosas, la gente se sorprendió de lo ordenado que aún tenía todo. Yo siempre he sido así, una persona organizada. De manera que todo estaba bien guardado y ordenado, como unas pelucas de lana que traje de Barcelona hace años y que ya no se consiguen, las pinturas de carnaval o más de 500 sombreros de todo tipo”.

Las donaciones de Pancho también llegaron a Puerto de la Cruz, ciudad turística a la que ha donado una enorme cantidad de artículos de carnaval, disfraces, sombreros, zapatos, pinturas y complementos de todo tipo. “Se llevaron un montón de material que tiene un gran valor, así que espero que le puedan dar un buen uso a través de Cruz Roja”, señala.

Pancho regaló la juguetería entera

Este hombre emprendedor y generoso nació el 4 de mayo de 1947 en Los Realejos y, desde muy joven, apostó por montar sus propios negocios. Tuvo un conocido bar en La Orotava, en el local que posteriormente ocupó La Talla, y desde 1983 se dedicó en cuerpo y alma a Musitoys. Ya jubilado, continúa implicado en el negocio familiar de su esposa, Mercedes Rodríguez Fuentes, de la conocida pastelería Abuela Mercedes, muy famosa por sus pasteles de hojaldre y ubicada en la emblemática calle El Sol.

Pancho centra ahora sus esfuerzos en colaborar con su mujer: “Mantenemos activo el negocio de los pasteles, pese a que todo ha bajado bastante en este año. Puede decirse que en 2020 se ha vendido un cuarto de lo que era habitual. Esperamos que la cosa mejore un poco ahora que viene la Navidad, que es la época de los pasteles de Los Realejos”.

Su mujer se sigue levantando de madrugada y trabajando hasta por la noche para elaborar los pasteles “prácticamente a mano”. Pancho explica que “se sigue con la forma más tradicional porque esta pastelería es una de las más antiguas de la isla, puesto que la fundó su familia en 1865. Y siempre, en cada generación, hay alguna Mercedes para continuar”.

El área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Los Realejos agradece públicamente el noble gesto de Pancho, que se ha desprendido de todos los juguetes que conservaba para que cientos de menores realejeros tengan un día de Reyes mucho más feliz.