El día a día policial es en este momento un poquito más complicado. La labor de hacer cumplir las normas se entremezclan con las formas para evitar situaciones tensas, algo más complicado en los tiempos que corren con el hartazgo generalizado. “Usted lo está haciendo bien, usted no tanto”, se trata de un mensaje directo de un agente a una persona que permanecía hablando con otra sin las medidas protectoras. Es esa parte de las obligaciones que ya no gustan tanto, pero que son necesarias para mantener el orden y evitar los contagios.
La labor policial en las calles vuelve a estar en boca de todos si alguna vez dejó de estarlo, puntualiza el subinspector Aitor Montero, agente en La laguna, quien con Juan Tomás Fernández y Francisco Portocarreño realizaron un recorrido para explicar parte de los detalles de su trabajo, una vez que saliera a la luz otro vídeo segmentado que ponía en tela de juicio, por ser parcial, “una actuación impecable”, según los profesionales consultados.
Sobre ello Fernández y Portocarreño apuntaron a EL DÍA que “existe un descontento generalizado en el cuerpo, ya que parece que el uniforme da fobia a una parte de la ciudadanía. Menos mal que la inmensa mayoría está con nosotros”. Aseguran que la Policía lagunera “es muy mediadora, conciliadora y bastante flexible hasta que la insistencia en infligir las normas es abusiva, ya sea en una actuación como la de los compañeros el pasado domingo con un actor por no llevar mascarilla o corrigiendo algún acto punible”.
Y antes de empezar el recorrido con los uniformados se dio el primer caso de “alto” a un ciclista en el cruce de las calles Obispo Rey Redondo y Viana, que no ya solo iba “embalado”, sino que encima no llevaba mascarilla. “Disculpe agente, simplemente no me di cuenta”, dijo no sin antes ser informado y apercibido si insistía en su posición.
Unos metros más adelante, en Tabares de Cala, otro tanto de lo mismo, otro chico sin mascarilla “pero con casco, ¿eso no vale?”. La respuesta rápida: “No, se la debe poner por las medidas restrictivas”. Lo mismo sucedía con un señor que en un banco no llevaba puesta la protección. “Nosotros no estamos para fastidiar a nadie, pero sí para evitar los riesgos que existen por el coronavirus”, añadieron los protagonistas.
Contacto con el ciudadano
Pero no solo para eso están los agentes, ya sean lo que van a pie o los que están motorizados. De hecho, durante el recorrido Juan Tomás y Francisco empatizaban con los comerciantes o atendían a las preguntas de los vecinos, “porque el contacto con el ciudadano es muy cercano”. En uno de los comercios la confianza se gana, no se regala, y los propietarios interactuaban con ellos con una complicidad innegable, “algo importante para evitar problemas en el entorno. Dese cuenta que La Laguna es una de las ciudades más seguras de Canarias”.
“¿El vídeo del otro día? La actuación es impecable, se advirtió y se le requirió el DNI. Lo primero que se vio es interesado. El trato con los artistas es excelente, pero tienen que atender a las normas”, añadieron los policías.
Sobre ello, la subcomisaria jefa de la Policía Local de La Laguna, Elena Delgado, defiende la labor que hacen sus compañeros, destacando que lo que se hace “es intentar dialogar y hacer comprender el sentido del mensaje y el por qué, y más aún en esta época de medidas contra el Covid en la que hay que tener un poquito de solidaridad y velar porque las funcione las cosas ante el avance de los contagios por Covid”.
“¿El vídeo? Todo era mucho más sencillo, ponerse la mascarilla y abstenerse de tocar o actuar porque están prohibidos los eventos en la vía pública y las aglomeraciones. Se advirtió por activa y por pasiva y el resultado final fue el que fue. Y ahí entra el mal uso de las nuevas tecnologías cuando se corta el vídeo de manera interesada y no se contrastan las cosas. La información queda tergiversada al cortar una filmación”, concluyó la subcomisaria jefa.
