La desaparición de una colonia de gatos callejeros en la costa de Tacoronte, en la zona de Juan Fernández, sigue generando debate entre los defensores del mantenimiento de los felinos en libertad y los defensores de su control y erradicación para evitar daños al medio ambiente y la biodiversidad. Los integrantes del Grupo de Ornitología e Historia Natural de las islas Canarias (Gohnic) han sido los últimos en pronunciarse para reclamar “un medio natural canario libre de gatos”.

Estos ornitólogos explican que “los efectos de los gatos domésticos sobre la fauna silvestre han sido estudiados en profundidad por numerosos equipos de investigación en todo el mundo. Los resultados de todos estos estudios son inequívocos y demoledores. Se estima que el 14 % de las extinciones de especies que han ocurrido en ecosistemas insulares, que son los más delicados y frágiles, podrían haber estado relacionados de alguna manera con la depredación que ejercen estos mamíferos introducidos por el ser humano”.

El Gohnic subraya que existen varios estudios publicados que describen la dieta de los gatos que se mueven libremente por el medio natural de Canarias: “Gracias a ellos sabemos que al menos unas 16 especies de aves, 15 de reptiles y 32 de invertebrados constituyen su dieta habitual. Especialmente grave es el efecto de esta mortalidad no natural sobre las aves marinas o sobre los lagartos gigantes, lo que se ha traducido en que las pequeñas poblaciones que aún sobreviven hayan quedado acantonadas en enclaves de difícil acceso, como pueden ser los roques marinos o los acantilados costeros”.

“No solo se trata de la pérdida directa de la biota, sino también de la degradación de los ecosistemas en sí mismos, ya que muchas de las especies afectadas, como lagartos y pequeñas aves, actúan como polinizadoras o dispersoras de semillas de las comunidades vegetales, algunas en un precario estado de conservación, ayudando así a su supervivencia o distribución”, añaden los integrantes de este grupo de ornitología.

Este colectivo desarrolla actualmente proyectos de estudio y conservación de varias aves amenazadas en todo el archipiélago. Gracias a estos trabajos han constatado “en primera persona” los efectos de los gatos que campan por los espacios naturales, “sobre todo la depredación que practican sobre especies con serios problemas de subsistencia en estas islas, como por ejemplo el petrel de Bulwer o el lagarto gigante de Tenerife”. Por ello insisten en que los programas de control y erradicación de especies perjudiciales para el medio ambiente “son esenciales, y están amparados por la normativa vigente para evitar la extinción de especies nativas y la degradación de ecosistemas”.

A juicio del Gohnic, “se debe controlar y concienciar acerca del creciente fenómeno de la alimentación de gatos domésticos, así como señalar que estos animales son de por sí solitarios y territoriales. No se entiende el porqué de mantener esas colonias felinas en el medio, y mucho menos cuando están cerca o dentro de los espacios naturales protegidos, cuyos principales objetivos son la preservación de todo el entorno y de las especies endémicas”.

Apoyo a las administraciones

Ante la polémica generada por el control de poblaciones de gatos domésticos, vagabundos y asilvestrados en Tenerife en las últimas semanas, los miembros del Gohnic quieren mostrar, como ya han hecho otras entidades, su total apoyo a todas las administraciones que lleven a cabo acciones encaminadas al “control y posible erradicación de las especies exóticas que perjudican gravemente el patrimonio natural canario”. Destacan que “las medidas adoptadas son acordes a principios éticos para conservar especies únicas y gravemente amenazadas de extinción por nuestras propias acciones”; piden que se actúe “con sentido común y responsabilidad”, e instan a las autoridades a que “fomenten, potencien y expandan medidas de este tipo en todas las islas del archipiélago”, ya que “solo así se puede contribuir a la conservación efectiva de muchas especies de animales y plantas salvajes únicos”.

La delegación canaria de la Sociedad Española de Ornitología/BirdLife se suma a los mensajes emitidos estos días por varias asociaciones y colectivos en apoyo a una iniciativa para el control de gatos asilvestrados en Tacoronte y subrayan que “la colonia en cuestión suponía una amenaza real para las aves marinas como las pardelas, que crían en los pequeños acantilados próximos, pero también para otras especies, como aves limícolas migratorias que recalan en los bajíos costeros más cercanos u otras especies autóctonas que crían en toda esa zona”.

Para SEO/BirdLife, “la introducción de especies en ambientes insulares, especialmente frágiles a las interacciones externas, supone una amenaza para las especies autóctonas que, en determinados casos, agrava su delicada conservación. Es el caso de las colonias de gatos en Canarias, la situación requiere de acciones basadas en el mejor conocimiento científico, coordinadas entre las diferentes administraciones, proporcionadas y participadas por la ciudadanía”.

La Fundación Canaria Telesforo Bravo-Juan Coello también ha manifestado gran preocupación por el hecho de que “las medidas de conservación realizadas por algunas administraciones públicas sean obstaculizadas por sectores que consideran normal la presencia de animales abandonados en las calles, con los problemas sanitarios y para las especies endémicas que eso genera”.