El consejero del Partido Popular en el Cabildo, Valentín González Évora, anuncia que los populares preguntarán durante el próximo Pleno de la Corporación Insular “los motivos por los que la institución no dispone de un Plan Insular de Caza y un Plan Técnico de Caza, tal y como mandata la Ley Canaria 7/1998”. González explica que “la elaboración y aprobación de esos dos documentos es una obligación legal” a la hora de llevar a cabo la contratación administrativa de la gestión de la caza controlada en Tenerife. Sin embargo, apostilla, “el Cabildo está incumpliendo ese mandato que establece la Ley de Caza de Canarias”.

González Évora se cuestiona los motivos que han llevado a la consejera de Medio Natural y Seguridad –Isabel García– a sacar a concurso el convenio de colaboración para la gestión de la caza controlada de Tenerife “sin tener aprobados los instrumentos esenciales de planificación”, que son el Plan Técnico de Caza y el Plan Insular de Caza de la Isla, situación que ha llevado a que “la caza controlada en Tenerife sea un descontrol”.

De hecho, subraya que desde la consejería “se hizo pública el pasado 4 de noviembre una convocatoria para la suscripción de un convenio de colaboración para la gestión de la caza menor controlada de Tenerife”, a sabiendas, insiste González, “de que no se tienen aprobados los instrumentos esenciales de planificación y gestión cinegética en la Isla”.

El consejero del Partido Popular recuerda que “es obligación del Cabildo”, como órgano competente, “desarrollar un modelo de gestión de la actividad que sea sostenible social, económico y ambientalmente”, armonizando caza y conservación, a través del compromiso voluntario de gestores y cazadores.

Este Plan Insular de Caza, según las fuentes consultadas por este periódico, estuvo operativo diez años, entre 1994 y 2004. Hoy en día aparece en las páginas oficiales, y ya lleva mucho tiempo así, con la categoría de “borrador” que “se está divulgando a fin de propiciar “la redacción del avance”.

Instrumento. El Plan Insular de Caza es un instrumento de planificación cinegética cuya finalidad es la de definir un marco de actuación general y un modelo de organización cinegética basados en la estructura y clasificación de los terrenos de la Isla, así como contemplar actuaciones especiales cuya ejecución se concrete en el tiempo a través de unos objetivos específicos. En la actualidad, según aparece en el propio Portal del Cabildo de Tenerife, el mencionado borrador continúa en proceso de “divulgación” a los efectos de propiciar “un documento que sea acordado y respetado por todos los cazadores de la Isla de Tenerife”. Un primer boceto de trabajo, que detalla las líneas maestras del Plan, data nada menos que del año 2009.

Objetivos. Entre los objetivos de este documento figura proteger, conservar y fomentar la riqueza de la caza realizando el aprovechamiento sostenido y ordenado en armonía con los distintos intereses afectados en la Isla. Asimismo, garantizar el respeto, mantenimiento y preservación de los ecosistemas y recursos naturales, con especial incidencia en la gestión de los mismos obteniendo los mayores beneficios para la comunidad insular sin merma de la potencialidad y de la necesidades y aspiraciones de las generaciones presentes y futuras. El texto especifica la intención de contribuir a promover la satisfacción social, económica y recreativa asegurando la utilización de los recursos cinegéticos. Asimismo profundiza en la idea de armonizar los períodos de caza con las necesidades biológicas de las especies cinegéticas. Por último, un objetivo: erradicar el muflón de la Isla.

Policía de caza. Las labores de vigilancia son fundamentales para el correcto desarrollo de la actividad cinegética. El documento preparatorio de 2009 incluye en este sentido un Plan Especial de Vigilancia. Incluso plantea la creación de una Policía de Caza que tiene una tarea fundamental en la lucha contra el furtivismo. De esa vigilancia se ocupan actualmente diez guardias rurales. Ocho están en plantilla y otros dos trabajan por convenio. Continúan plenamente activos pues hay quien no respeta la época de veda y sigue cazando. Su acción más reciente tuvo lugar hace unos días con la denuncia efectuada a una persona que había colocado una trampa artesanal para la captura de especies silvestres, contraviniendo la Ley de Caza de Canarias y otras leyes aprobadas para la protección de la Biodiversidad. Esta infracción es considerada como grave, y con lleva multas de hasta 3.000 €, además de la retirada de las artes usadas. Pero tal vez sería mejor actuar con la salvaguarda de un Plan. Negro sobre blanco.

En lucha contra las especies invasoras

El Área Insular de Gestión del Medio Natural y Seguridad ha puesto en marcha una estrategia de trabajo con los ayuntamientos de la isla para afrontar “el problema que pueden generar las especies exóticas invasoras en el territorio”, según indica la consejera Isabel García. Colaboración y detección de especies que puedan causar perjuicios en el medio ambiente ha sido las premisas de la reunión en la que participaron los concejales de Tacoronte, La Matanza, La Orotava, La Victoria, Vilaflor, Buenavista del Norte, Guía de Isora, Granadilla de Abona, La Laguna, Icod de los Vinos y Arafo. La termita, el rabo de gato, la Cortaderia solloana o plumacho de La Palma o la Pluchea ovalis son especies que merecen una atención continuada. En este sentido, los movimientos de tierra o los residuos de los jardines pueden ser focos de traslado de estas especies. Por ello hay que establecer criterios unificados para gestionarlos y que todos los municipios sean conscientes del problema. La empresa Tragsatec ha expuesto todos los detalles del procedimiento que el Cabildo lleva a cabo para controlar la termita subterránea. Además, personal del área ha explicado las fases de trabajo sobre el plumacho de la Pampa, o la Pluchea ovalis.