Vigilancia y conciencia para prevenir los derrumbes

El espectacular desprendimiento de tierras del pasado sábado en La Gomera ha despertado la preocupación y el interés de la opinión pública canaria. Por suerte esta vez no se dio ese añadido terrible de las desgracias personales. Desde Tenerife, el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), dependiente del Cabildo, apela a dos conceptos fundamentales ante el riesgo potencial de desprendimientos de gravedad en un territorio con características morfológicas potencialmente peligrosas. Por un lado, la prevención sistematizada desde las administraciones públicas. Por otro, la concienciación de la ciudadanía. Como dice el refrán repetido desde el Instituto “uno se acuerda de Santa Bárbara cuando truena”. La intención de estas líneas es advertir de que no es un fenómeno nuevo, más allá de la espectacularidad, como demuestra el mapa de los doce incidentes recientes. Además de mostrar lo que se hace a día de hoy para intentar paliarlos.

Zonas con riesgo de desprendimiento en Tenerife, playa de Las Gaviotas (Santa Cruz de Tenerife)

1. Las Gaviotas.

En el Macizo de Anaga, desprendimientos y derrumbes son frecuentes. En carreteras como las de Taganana (TF-12) o Igueste de San Andrés (TF-121), donde resulta clave la colaboración entre la Policía Local chicharrera y el Área de Carreteras del Cabildo. También son recurrentes las caídas de rocas en la autovía de San Andrés resueltas con diversas actuaciones en la ladera. Pero es la playa de Las Gaviotas el punto con mayor riesgo del municipio por las dimensiones del talud. Desde el Ayuntamiento de Santa Cruz advierten de que las competencias son de Costas y del Cabildo mientras al Consistorio quedan reservados los accesos y la seguridad de los bañistas. La sucesión histórica de derrumbes. De mayor o menor gravedad, es amplia y con episodios repetidos en 2012. 2013, 2015, 2019... El municipio ha afrontado acciones de mejora en varias fases aunque los usuarios no parecen hacer mucho caso a los carteles que advierten del peligro. El riesgo parece asumido y la gente sigue poniendo la toalla pegada a la montaña.

Zona con riesgo de desprendimiento en El Arenal (Punta del Hidalgo) Delia Padrón

2. El Arenal.

El pasado febrero la zona costera de la playa de El Arenal, entre Bajamar y La Punta del Hidalgo, dentro del municipio de La Laguna, es clausurada por motivos de seguridad después del derrumbe de un talud en la ladera. El alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, firma un bando por el que establece la prohibición de uso. Sigue vigente, pero ayer estaba llena de surferos. Existe un estudio de alternativas de acceso a la playa que garantiza la seguridad de los bañistas. Un proyecto que se valora para promover. Desde el Consistorio, informa Andrés Raya, concejal de Obras e Infraestructuras, se remitirá al Cabildo para incluirlo en el programa Tenerife y el Mar, como unas de las obras “prioritarias para el municipio”. El prohibido el paso por el lado del hotel viejo no frena a nadie porque existe un paseo de servidumbre y por él entra la gente. Se puede pasar de La Punta a Bajamar por este camino de El Lobo pero no estar en la playa. Ayer pasaron y estaban. Vaya si estaban,

Zona con riesgo de desprendimiento en Mesas del Mar (Tacoronte) Delia Padrón

3. Mesa del Mar.

Agosto de 2018. Un aparatoso desprendimiento origina un enorme susto a los bañistas y el posterior cierre de la playa de La Arena en Mesa del Mar (Tacoronte). El alcalde del municipio norteño, José Daniel Díaz, explica que esa ladera “fue la primera en contar con un exhaustivo y detallado trabajo en talud de toda la Isla en cuanto al mallado y las garantías de seguridad”. Se ha actuado con intensidad e incluso con la participación de especialistas extranjeros o en el trabajo en altura. Tanto en el la parte que da al túnel de acceso a la playa como en el resto de la ladera. Todo ello en el marco de un talud de elevadas dimensiones. Cuando ocurrieron los hechos y, posteriormente, en 2015, se afrontó una labor “tan costosa como imprescindible” apunta Díaz. Asimismo se acometieron pequeñas obras en la carretera de acceso. Los derrumbes no son nuevos en este punto donde se han tomado medidas desde principios de la década del dos mil. En 2016 hubo otro susto que obligó al cierre de los accesos., El alcalde garantiza las inspecciones periódicas. El mar batía con mucha fuerza ayer, pero la montaña aparecía mallada y muy bien señalizada en los carteles, Estos advertían de separarse entre uno y cinco metros de la montaña

Zona con riesgo de desprendimiento en la playa Los Patos (La Orotava).

4. Playa de los Patos.

Hay un cartel que advierte de que no se puede acceder a este espacio costero único del municipio de La Orotava, cerrado oficialmente desde 2013 por peligro de derrumbes. De poco sirve porque se entra por el otro lado y la gente lo aprovecha. Los trabajos de mejora de la escalera se han paralizado por motivos burocráticos. Reiniciados en octubre de 2019 pararon otra vez el pasado verano. El gobierno local confiaba en reabrir la playa, pero Los Patos siguió cerrada por octavo verano consecutivo.

5. Barranco de Ruiz.

El pasado 6 se mayo se producía un derrumbe del talud del margen sur de la TF-5 a su paso por el municipio de Los Realejos entre los puntos kilométricos 43 y 44. Tras varias semanas y la intervención desde el Cabildo se reparó la ladera y se reabrieron ambos carriles de la carretera con totales garantías, Hace apenas unos días, el pasado 11, un desprendimiento de menor envergadura requirió de una intervención en el punto kilométrico 44,5 de la misma vía, en las proximidades del Barranco de Ruiz que divide este municipio del vecino San Juan de la Rambla. Una situación recurrente que se soluciona de manera más o menos provisional pero sin afrontar una obra de envergadura y elevado coste.

6. Tosca Barrios.

Diciembre de 2016 El muro junto a la carretera general del Norte, dirección La Victoria y a la altura de Santa Úrsula, cae y provoca que varios coches queden sepultados. La caída de rocas de gran tamaño afecta a los dos vehículos estacionados. No es la primera vez que ocurre y al igual que en otros casos similares en la Zona Norte la falta de claridad sobre cómo actuar en los terrenos privados dificulta las actuaciones desde lo público.

7. Garachico: encajonado.

El alcalde de la Villa y Puerto, José Heriberto González, tiene claro que a Garachico le afecta todo lo que ocurre en la TF-5 y cualquier cosa que suceda en la TF-42, la TF-421 y la TF-82, sus únicas vías de salida hacia el resto de la isla. Durante casi un mes en mayo pasado sufrió el antes mencionado corte de la TF-5 y el desvío obligatorio por La Guancha y Los Realejos. Una evidencia de la fragilidad de las conexiones del Noroeste con el resto de Tenerife. Más todavía sin un anillo insular completo, que ahora acaba en El Tanque. Los garachiquenses deben recorrer unos 8 kilómetros, la mayoría a través de la tortuosa TF-421. La otra alternativa es retroceder casi 10, hasta Buen Paso, en Icod de los Vinos, para recorrer otros 11 hasta El Tanque. En menos de dos años han sufrido cuatro cortes de la TF-5 y la TF-42. Unos duraron horas, pero otros tardaron días, como los causados por esos derrumbes en el entorno de El Guincho. “Un Norte dentro de otro Norte” como asegura Heriberto González.

8. Costa de La Rambla.

Marzo de 2019. El Consistorio ramblero emite un SOS respecto al futuro de veinte viviendas en riesgo por derrumbes en la franja costera entre Las Aguas y La Rambla. En la playa de Los Roques o la Costa de la Manguita. Pero ya lo había emitido en 2016. De momento, sin éxito, aunque la erosión sigue afectando a las casas en este litoral y pone en riesgo a sus habitantes,

9. Punta de Teno.

Mediados de julio de 2016. Un total de 174 personas quedan aisladas en Punta de Teno, municipio de Buenavista del Norte, tras un espectacular derrumbe. Su rescate se hará por tierra y por aire. En esta punta noroeste de Tenerife el tiempo se paraliza. El único camino para llevar a un paraíso terrenal sufre las consecuencias de su antigüedad –con Anaga es la parte más vieja de la Isla– y del peso de un acceso descontrolado. El rescate estuvo bien coordinado y todos los evacuados llegaron a buen puerto. En este caso el de Garachico. Hoy se puede acceder allí a través del transporte público entre las diez de la mañana y las siete d de la tarde.

Zonas con riesgo de desprendimiento en Tenerife, Bajo la Cuesta (Candelaria) Delia Padrón

10. Bajo La Cuesta.

Una zona, la que sigue desalojada desde octubre de 2016, parece Chernobil. Es decir, un erial, con la excepción de la ermita de la Virgen. La otra parte, la habitada, aparece muy bien cuidada con bonitos jardines. Por encima, la montaña mallada. Y aún más arriba, junto a la TF-1, una obra que acomete el Cabildo. En su día, se advierte del peligro por la caída de desprendimientos, aunque la realidad es que solo cayó una piedra. Hoy el futuro es incierto para sus gentes, como ha ocurrido en otras zonas locales, Cho Vito, por ejemplo. En este caso, sin desprendimientos pero con un similar y triste resultado.

Zonas con riesgo de desprendimiento en Tenerife, Santa Lucía en Punta Prieta (Güímar)

11. Santa Lucía.

De junio de 2011 a octubre de 2017 se producen dos desprendimientos, con diferentes consecuencias, en este barrio del litoral de Agache, en Güímar. Fue desalojado parcialmente en diciembre del año pasado. Ayer trabajaban intensamente en la pared del talud operarios especializados en altura para cumplir la promesa municipal. Ha cambiado para bien el panorama en cuatro meses, aunque hoy este es hoy un barrio “partido”. Pero, eso sí, más seguro.

12. Los Guíos.

Primero de noviembre de 2009. Dos mujeres, una británica y una española, pierden la vida al desprenderse piedras de gran tamaño desde unos 40 metros de altura en la playa de Los Guíos en Los Gigantes (Santiago del Teide). Entonces fue el suceso más grave de estas características ocurrido en España en las dos últimas décadas. La zona, un enclave turístico del municipio, estaba bastante concurrida debido al tiempo veraniego. Lo ocurrido costó un proceso judicial y la acusación por responsabilidad del entonces alcalde. Juan Gorrín, El Ayuntamiento encargó un proyecto de mejora de la infraestructura de la playa con el fin de ejecutar una solución que permitiera abrirla al uso público en condiciones de seguridad para las personas. Dichas obras, que consistieron en el refuerzo del talud y la colocación de una malla, concluyeron en abril de 2011 y, desde ese momento, se abrió al uso público un tramo de playa de unos cien metros que se encontraba protegido frente a los desprendimientos. Posteriormente, en el año 2014 se realizaron otras obras de mejora que consistieron en la prolongación de las actuaciones de contención del talud en unos setenta metros desde el final de la actuación de la primera fase. Con ellas, ha quedado protegida, prácticamente, toda la playa. Cada cierto tiempo se realizan tareas de revisión de la malla y el talud, consistentes en el vaciado de la parte inferior del mallado en el que se acumulan pequeños depósitos de piedra y, posteriormente, se procede a su anclaje original.

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Zonas con riesgos de desprendimiento en Tenerife