Reducir, reciclar y reutilizar. La regla de tres, de las tres r, en el tratamiento de los residuos. A esa fórmula universal hay que añadir una s, la de separar. Son las dos letras que engloban el concepto del Cabildo de Tenerife respecto a la basura. Además, resumen el espíritu de la acción más reciente de la Corporación insular en el Complejo Ambiental de Tenerife (CAT), el popularmente conocido como PIRS. No hay espacio y la retirada de 2.500 toneladas de neumáticos alivia la saturación. El presidente de la institución, Pedro Martín, acompañado del consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez, supervisa el proceso inicial de los trabajos para eliminar un material que lleva en las instalaciones más de quince años. La previsión apunta a que antes de que acabe 2020 pueda culminar la retirada de la totalidad de las casi 8.000 toneladas acumuladas.
Martín ha visitado los trabajos de eliminación de un material fuera de uso que se acumula desde hace quince años por todo el CAT, ubicado en el municipio de Arico. Su alcalde, Sebastián Martín, estuvo junto al presidente insular a la hora de supervisar las labores que lleva a cabo la máquina trituradora de neumáticos. Hasta la fecha, y desde finales de octubre, se ha procedido a la retirada de unas 2.500 toneladas, por lo que quedan por tratar algo más de 5.300.
Los trabajos previos han consistido en la construcción de una losa de hormigón que se ha ejecutado sobre el fondo de saco del polígono para colocar sobre ella la máquina trituradora.
“El objetivo de esta actuación, que cuenta con un presupuesto de 2,1 millones de euros, es poder eliminar todo este material y recuperar el espacio que ocupaba, Superamos así una asignatura pendiente de muchos años”, detalla Pedro Martín. Destacó también otros proyectos del Complejo Ambiental como la reforma de la nave de la planta de bioestabilización, con una inversión de alrededor de un millón de euros.
Otra de las joyas de la corona es la planta de envases, “a cuyas mejoras se han destinado cerca de tres millones de euros, lo que permitirá adaptarla a las nuevas circunstancias al poder disponer de más de 17.000 toneladas al año para el tratamiento de este material”, apunta el presidente.
Martín valora como balance: “Con todas estas obras, el Complejo Ambiental se pone al día y avanza en la línea del objetivo que nos marca la Unión Europea: no tanto depositar residuos, sino reutilizar y separar el material que llega para evitar que siga ocupando más espacio y más territorio”.
Por su parte, el consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, subraya la imperante necesidad de proceder a la retirada los neumáticos, “que estaban generando una situación administrativa y de conservación complicada”. Por eso, el Cabildo decidió actuar para su eliminación.
Rodríguez Medina señala que una vez triturado el neumático se traslada a la Península “para ser valorizado. Dejamos de hablar así de un residuo y comenzamos a hacerlo de un recurso, cuya salida puede ser la valorización energética o el aprovechamiento industrial en el asfaltado de vías o el pavimento de parques infantiles”.
A buen ritmo
El consejero afirma que “el plazo de ejecución es de seis meses, si bien la empresa adjudicataria afirma que avanzan a buen ritmo y antes de final de año esas casi 8.000 toneladas de neumáticos podrían estar fuera de Tenerife.
El proyecto de retirada y posterior tratamiento de los residuos históricos de neumáticos fuera de uso lo lleva a cabo la empresa Gescaneus SL. Incluye la trituración y eliminación del material que se lava antes para eliminar la tierra y evitar el deterioro de las cuchillas de la trituradora. Luego se tritura y se traslada fuera del complejo ambiental. Los neumáticos son trasladados a través de medios mecánicos desde las zonas en las que se encuentran acopiados, algunos enterrados y otros en superficie. Una vez finalizados los trabajos se desmontará la instalación para dejar disponible la parcela.
Un proceso de transformación enmarcado en la fórmula 3r+s=x. La x es la manera de hacer sostenible la recogida de residuos de 1,1 millones de habitantes fijos más otros seis de visita al año. Antes de la covid-19, cato, pero la esperanza es que algún día vuelva a ser así.
