A punto de cumplirse cinco años del traumático cierre de la vieja piscina municipal de Puerto de la Cruz, que dejó sin lugar de entrenamiento a un millar de personas y tres clubes deportivos, el inicio de las obras permite señalar un nuevo plazo para la esperanza: noviembre de 2022. Con las excavadoras ya trabajando en la demolición, el presidente insular, Pedro Martín, quiso poner fin a las dudas que han rodeado al proyecto del Centro Insular de Deportes Acuáticos de Tenerife (Cidac) en este mandato y recalcó que "Puerto de la Cruz por fin no va a tener solo una piscina, sino que esta será la piscina de Tenerife".

Con una inversión de 11,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses, el nuevo Cidac será una instalación modélica, sostenible y homologada para competiciones de diferentes disciplinas. Contará con un vaso de calentamiento con profundidad adecuada para la práctica de la natación sincronizada; una piscina principal preparada para natación y waterpolo; un vaso para rehabilitación y terapias acuáticas; vestuarios; oficinas; salas polivalentes; cafetería, y un graderío con vistas al mar y con capacidad para casi 700 espectadores.

Martín subrayó en su visita a las obras que estaba en Puerto de la Cruz "no para hacer promesas ni para presentar proyectos ni fotos muy bonitas que se queden luego en el recuerdo; estamos aquí con una pala mecánica trabajando, con el personal y el equipo técnico presentes".

El presidente insular se mostró satisfecho por "poder cumplir una promesa que, durante muchos años, fue simplemente eso, una promesa". También por poder "poner fin a comentarios como los que hacía en su momento Coalición Canaria, que decía que esto no sería posible".

El alcalde portuense, Marco González (PSOE), resaltó la importancia del proyecto para los vecinos, su atractivo también para los turistas y la mejora que supondrá para que el destino pueda acoger visitas de deportistas y equipos de élite. Además, quiso reivindicar el papel jugado por los gobiernos actuales en la isla y el municipio: "No nos encontramos una obra licitada y pendiente de empezar, faltaban un montón de procedimientos administrativos que tuvimos que resolver. Puede que a algunos les moleste que hayamos iniciado las obras y que, probablemente, las podamos inaugurar".

La consejera de Deportes del Cabildo de Tenerife, recordó que el cierre de finales de 2015 dejó al municipio sin un servicio muy importante que ayer empezó a recuperarse y que, cuando finalice, tendrá un interés insular.

El concejal de Ciudad Sostenible, David Hernández (ACP), lamentó que en diciembre de 2015 no se apostara por reparar la avería que dejó inservible la sala de máquinas: "El día de hoy debería haber sido el primero de Puerto de la Cruz sin piscina municipal. En su momento no se quisieron gastar los 200.000 ó 300.000 euros que costaba la reparación y hemos pasado cinco años sin piscina. Estos problemas no comenzaron en 2015, sino cinco o diez años antes, cuando se abandonó el mantenimiento de esta instalación".

Respecto al futuro, el Cidac contará con una cubierta del graderío preparada para acoger placas fotovoltaicas que generarán alrededor del 20% de las necesidades energéticas de la instalación. Además, se excavarán dos grandes pozos de unos 60 metros de profundidad que permitirán aplicar un sistema sostenible, mediante bomba de calor, para calentar el agua de las piscinas.

La rotura de una tubería y la inundación en la sala de máquinas marcó, el 13 de diciembre de 2015, el inicio de un tortuoso camino. El Cabildo asumió la solución del problema en febrero de 2016, cuando Carlos Alonso anunció que la piscina municipal pasará a ser el Cidac. En marzo de 2017 se reconoció que sería necesaria la demolición y se presentó un proyecto básico. En julio de 2018 se aprobó el convenio de colaboración entre el Cabildo y el Ayuntamiento, y en febrero de 2019 llegó el proyecto definitivo. En octubre de 2019 los terrenos ya estaban disponibles y en noviembre de 2019 se licitaron los trabajos. En octubre de 2020 se logró que Costas concediera la necesaria prórroga para ejecutar las obras en un periodo de 24 meses, que acaba de comenzar este mes.