Un trabajador de la central eléctrica de El Palmar rescató la semana pasada un ejemplar de pardela cenicienta dentro del perímetro de la instalación. La plantilla de la central participa activamente en la detección de posibles casos de aves desorientadas y, como ocurrió en esta ocasión, entregan los ejemplares al Centro de Coordinación Operativo Insular (Cecopin), entidad dependiente del Cabildo de Tenerife, para su recuperación y posterior puesta en libertad.

La central ha incluido en su política medioambiental un protocolo de apagado de luces durante los periodos de cría de la pardela cenicienta y otras aves marinas, que en ocasiones se deslumbran con la iluminación de la costa y pierden la orientación. Este cambio ha permitido reducir la afectación desde las nueve pardelas encontradas durante 2018, a tan solo una en 2019. Hasta la fecha, el ejemplar rescatado la semana pasada ha sido el único caso en 2020, lo que indica la eficacia de las medidas adoptadas para evitar deslumbramientos.

Además de El Palmar, otras centrales de Canarias como Candelaria o Granadilla, han adaptado su iluminación a los ciclos migratorios de la avifauna canaria. Aunque con esta medida se ha reducido, y en algunos casos eliminado, la incidencia sobre estas aves, el personal de las centrales también conoce los procedimientos de actuación, recomendados por la Sociedad Español de Ornitología (SEO Birdlife), para auxiliarlas en caso de accidente.