Lleva usted más de medio año sin hablar. ¿Por qué?

Me he mantenido al margen de cualquier disputa en los medios porque siempre entendí que esta situación debíamos solucionarla dentro del gobierno municipal. Por eso acudí a mi partido desde el principio.

¿Por qué habla ahora?

Por respecto a mi familia, por su sufrimiento en todo este tiempo, porque quiero a Arona y por respeto a los vecinos. El proceso interno está en su fase final. [El próximo día 6 de noviembre concluye al plazo que le dio el PSOE tanto a Luis García como al alcalde, José Julián Mena, y al expresidente de la agrupación socialista Agustín Marichal para que presenten sus alegaciones a los expedientes de expulsión]. Además, estoy muy preocupado por la deriva de mi municipio y del Ayuntamiento, no solo a nivel urbanístico, sino a todos los niveles. Recibo continuas llamadas de vecinos y trabajadores municipales preocupados por esta deriva.

¿Cómo lo ha pasado desde que el 22 de junio el alcalde, José Julián Mena, lo destituyó como concejal de Urbanismo?

Muy mal. No es agradable que después de trabajar de forma honesta por Arona se hayan dicho ciertas cosas sobre mi labor sin haberse contrastado. Como sé qué he hecho, estoy tranquilo. La desilusión con algunas personas es enorme y dudo que el daño hecho a mi familia pueda rapararse algún día.

Algunos de esos ataques han salido de su propio partido.

Sí, de compañeros y personas con las que antes de marzo tenía una relación cordial, reconocían tu trabajo e implicación, pero que tras el 9 de marzo todo cambió.

¿Ha recibido amenazas? ¿Ha temido por su integridad física?

Temí por mi seguridad y la de mi familia durante las primeras semanas tras desatarse la crisis en el Ayuntamiento. No hubo amenazas explícitas pero sí recados. No sabía hasta dónde podían llegar.

¿De dónde vinieron?

Los recados no se mandan en primera persona; se mandan a través de terceros y como consejos.

¿Tuvo protección?

En ningún momento. No la pedí.

¿Cree que el alcalde de Arona es corrupto?

No lo sé. Yo nunca diré ni afirmaré que una persona es corrupta porque no me corresponde a mi determinarlo. Lo que sí manifesté, y lo hice primero al propio alcalde y al resto de compañeros del gobierno municipal de Arona, fueron una serie de hechos en relación con unas grabaciones que me llegaron. Desde que tuve los documentos y las grabaciones, las trasladé a todo el grupo de gobierno socialista.

Antes de ir a la Fiscalía, entonces, usted comunica esos hechos a sus compañeros y al alcalde.

Fue el lunes 9 de marzo en la Casa de la Bodega de Arona. Duró tres horas y de los 14 concejales del grupo de gobierno socialista de Arona solo faltaron dos, que estaban fuera de la Isla, aunque estaban también informados. Manifesté que estaba preocupado porque alrededor del área de Urbanismo se estaban dando prácticas que no me gustaban nada. Una de nuestras grandes promesas electorales cuando nos presentamos a las elecciones fue limpiar la gestión urbanística y darle dinamismo y transparencia, en contra de lo que había ocurrido años atrás. Arona se había hecho tristemente popular por esos episodios oscuros de sobra conocidos [juicio del caso Arona con condenas de inhabilitación y cárcel para al exalcalde de CC José Alberto González Reverón, seis exconcejales y personal municipal] pero queríamos pasar página y dar seguridad a los vecinos e inversores. Durante los cinco años anteriores no tuvimos problemas, más allá de las dificultades estructurales propias de un ayuntamiento por falta de medios humanos, deficiencia que nunca fue solventada pese a mis reiteradas peticiones. Pero entonces llegaron las coacciones y las presiones a ciertos técnicos. Y yo entendí que esas prácticas había que cortarlas de raíz. Por eso lo expuse en aquella reunión, incluido un fragmento de dos minutos de un audio que las demostraba.

¿Qué dijo el alcalde?

El alcalde y varios concejales me dieron la espalda. Fue toda una sorpresa. Su respuesta fue que yo era el responsable de todos los males del urbanismo de Arona. Hasta ese momento solo había recibido parabienes. Pero de repente todo cambió. Cuando esas injerencias no dieron sus frutos, había que buscar a un culpable. Y ese culpable era yo.

¿Esos son los hechos que luego, el 1 de julio, lleva a la Fiscalía?

Parte de ellos. Llevé grabaciones y documentos que demuestran lo que dije en esa reunión, que el área de Urbanismo de Arona, al frente del cual me encontraba, estaba sufriendo injerencias y coacciones para alterar su normal gestión y su independencia. Y, además, que tanto yo como mi equipo estábamos haciendo todo lo posible para ponerles fin. Facilité además los nombres de personas que estaban dispuestas a corroborarlo. Me consta que la Fiscalía las ha llamado.

¿Qué tipo de injerencias?

Intentaban influir en la tramitación de determinados expedientes con presiones a técnicos municipales. Eran continuas las presiones, amenazas veladas de denuncias en los juzgados y coacciones.

¿Esas personas actuaban en connivencia con el alcalde?

No lo creo. Solo sé que el alcalde desatendió todas las peticiones, no solo las mías, sino las de funcionarios municipales.

¿Qué desató estas prácticas?

No se habían producido antes de 2019, que yo sepa. No sé lo que pasó. Solo sé que a partir de aquella reunión todo cambió. Pero no sé qué tecla se tocó. Me quedé estupefacto cuando vi la respuesta del alcalde. Al día siguiente hablé con Agustín Marichal, entonces presidente del partido en Arona, y los dos coincidimos en que había que buscar una solución. Pero ese mismo día, el alcalde me llamó y me pidió, delante de Marichal, que entregara el acta sin darme una razón. Pedí 72 horas. Transcurrido ese tiempo, el viernes 13, les comuniqué que me negaba.

Ahí entiendo que ya preveía que lo iban a destituir.

Lo sospeché cuando me pidió el acta. Desde el momento en que me niego a entregarla se me hizo un vacío brutal. Así hasta el 22 de junio, cuando el alcalde firma mi cese como concejal.

Entonces decide ir a Fiscalía.

Lo había decidido antes de la destitución. Estuve tres semanas esperando a que se abordaran los problemas que expuse. Pero no ocurrió y entonces decidí acudir a la Fiscalía. Era mi obligación. El 28 de marzo me comunico por primera vez con la Fiscalía a través de un correo electrónico. Me contestaron días después, pero el tema quedó ahí por la pandemia hasta que me citan el 1 de julio en los juzgados de Arona. Allí expongo las coacciones que sufren funcionarios de Urbanismo para cambiar su voluntad con respecto a determinados expedientes y favorecer a determinados intereses. Pasaba desde hacía meses y de forma sistemática.

¿Por qué cree que el alcalde no atendió sus demandas?

No lo sé.

El jefe del Servicio de Disciplina Urbanística de Arona, el arquitecto Damián Hernández, señaló en un informe de diciembre de 2019 que estas extorsiones, que también aseguraron sufrir empresarios del Sur, estaban protagonizadas por el abogado Felipe Campos. Llegó a pedir protección al alcalde. ¿Qué responde José Julián Mena?

No atendió el amparo solicitado.

En 2019 entra en la escena del urbanismo de Arona el abogado Felipe Campos.

Él y otras personas. Una de las prácticas habituales es presentar multitud de escritos a la administración contra determinados expedientes para que no puedan ser desarrollarlos, alargando así el trámite y su resolución final.

¿A quién representaba Felipe Campos? Agustín Marichal aseguró en una entrevista a EL DÍA que representaba al empresario y constructor Santiago Puig.

No lo sé. Presentaba los escritos a título personal. Entiendo que representa a empresarios del Sur pero no sé exactamente a cuáles.

¿Le consta que manejaba información privilegiada?

A ciertas reuniones acudió con mucha información. ¿Quién se la pudo facilitar? Lo único que le puedo asegurar es que yo no. Acudí a dos reuniones en las que estaba este abogado y el alcalde. Él defendía una postura opuesta a la de los técnicos municipales, en concreto en referencia al Arts. Y yo defendía a los técnicos municipales.

Hablando del Arts, se le ha asociado con el promotor de este centro comercial situado en plena avenida marítima de Los Cristianos, Diego Cano.

Siendo responsable del urbanismo de Arona tramité casi 5.000 expedientes. A día de hoy solo he tenido problemas con dos. Curiosamente esos dos afectan al mismo promotor: Diego Cano. ¿Casualidades? Creo muy poco en la casualidad. Para mis técnicos y para mí era tan importante el expediente del Arts como el de una casa en las medianías o un cuarto de aperos.

¿Ha favorecido de alguna manera a Diego Cano?

Ni a él ni a nadie. Cuando salga de la política, lo haré con menos dinero del que tenía cuando entré.

Se lo insisto porque el alcalde de Arona lo acusó, en un comunicado del mes de julio, de participar en "una operación para desalojarlo de la Alcaldía" en colaboración con este empresario.

Es falso y desafortunado. Quiero recordar que fue el alcalde el que me vino a buscar para presentarme a las elecciones de 2019. Son acusaciones muy graves y están en manos de mis abogados.

Lo curioso que se le acuse de beneficiar al Arts cuando fue usted el que cerró y precintó este centro comercial y cultural en el verano de 2017.

Se ha intentado vender que el Arts es ilegal. Y esa no es la cuestión ni es cierto. La cuestión es que ese señor [el abogado Felipe Campos] pone en tela de juicio determinados desarrollos del espacio y del edificio. Se ha intentado enredar un expediente ya de por sí es complejo con continuas presentaciones de peticiones de informes a los cuales habíamos respondido en forma y tiempo. Y sí, me hace mucha gracia que se diga que yo he favorecido a este promotor cuando fui yo quien ordené su cierre, la demolición de parte de su estructura y su actual precinto, que por cierto, continua así hoy en dia.

¿Qué destaca del expediente?

El primero es que el Ayuntamiento celebró un acto municipal en el Arts conociendo su estado y los incumplimientos de la obra en aquellos momentos. [Fueron los Premios A.T. Alan Turing que reconocieron a personalidades del colectivo LGTBI]. El segundo tiene que ver con que el Arts solicitó la prórroga de la licencia que se había concedido en 2014 por mandamiento judicial y en la Junta de Gobierno de octubre de 2017, el alcalde y todos los tenientes de alcalde votamos a favor de la concesión de la prórroga, con los informes técnicos y jurídicos favorable, siendo consientes todos que existían incumplimientos en la obra, aspecto este que deja claro que todos éramos conocedores de la situación del inmueble.

Usted habló antes de dos expedientes relacionados con Diego Cano en los que se le ha acusado de favorecer al promotor. Uno es el mencionado Arts y otro es una nave industrial en Guaza. Una información reciente publicada por Canarias Ahora y Mírame Televisión asegura que una funcionaria de Arona frenó ese expediente que volvía a beneficiar a Diego Cano y en el que usted jugó un papel decisivo.

Es totalmente falso. El uso consolidado de la nave de Guaza se concedió con informes favorables tanto técnicos como jurídicos y con el visto bueno de la Secretaria General del Ayuntamiento. Se concedió cumpliendo con el trámite exigido legamente. Como consecuencia de una revisión de oficio que propone la Secretaría General 4 meses después es cuando el área de Urbanismo defiende un criterio técnico y esta secretaria otro. El Servicio de Disciplina y Gestión Urbanística, cuando yo era concejal, planteó al jefe de la sección Jurídica que emitiera un nuevo informe para aclarar la situación que planteaba la Secretaría General en base a diferentes informes de la policía local de Arona. Esa petición forma parte del expediente y no se ha resuelto, que yo sepa, por la sección jurídica desde el 5 de marzo de 2020. Y si no se ha resuelto habría que preguntarle al alcalde, actual responsable de Urbanismo, y al jefe de la sección Jurídica. Es evidente que van a por mí, que hay una campaña de difamación y que me quieren hacer daño. ¿Por qué? No lo sé.

La Fiscalía ha abierto dos investigaciones sobre el urbanismo de Arona: una relacionada con su comparecencia y otra sobre el Arts de oficio. ¿Le han llamado a declarar por el Arts?

No. Me consta que la Fiscalía ha pedido copia del expediente al Ayuntamiento y se le ha entregado, de lo cual me alegro.

¿Le parece una casualidad que las informaciones sobre las presuntas irregularidades del Arts surgieran cuando denunció las injerencias en su área?

No creo que sea una casualidad. Desde el momento en que nosotros denunciamos esas injerencias hay un objetivo: eliminar al concejal y a ciertos técnicos del Ayuntamiento. Lo del Arts se pudo haber investigado hace años ya que esa licencia se concedió en 2014. ¿Por qué ahora?

En algunas reuniones que mantuvo Felipe Campos con promotores este apareció acompañado de la hermana del alcalde. ¿Qué le parece?

No sé qué papel jugó esa persona. Es extraño, pero eso no quiere decir que sea ilegal.

El urbanismo de Arona, con un PGO tumbado por la justicia, vuelve a estar en tela de juicio, lo que espanta las inversiones en un momento tan delicado.

Me apena mucho. Estábamos logrando dejar atrás esa mala imagen que persigue al urbanismo de Arona por los episodios negros del pasado. Pero mire lo que ha pasado? Lo peor es que Arona está malgastando y dejando escapar un potencial enorme. Y eso que el Ayuntamiento cuenta con grandes profesionales y el municipio con enormes posibilidades. Los vecinos no se merecen esto. Arona es como un cohete que tiene los motores encendidos, pero nunca despega. Me da mucha tristeza. Arona debe sobreponerse y poder tener un futuro esperanzador, donde todos tengamos posibilidades de desarrollo, igualdad de oportunidades y un espacio para vivir donde con garantía para desarrollar una vida segura.

Hay una imagen que describe esta realidad: las parcelas sin terminar de urbanizar y un parque que no se ha podido abrir del plan parcial de El Mojón, en plena entrada de Los Cristianos y que lleva 30 años de parálisis.

Casi todos los planes parciales de Arona son complicados porque son muy antiguos, como Cho-Parque La Reina, el propio de El Mojón, Costa del Silencio? A todo se une que tenemos un Plan General de Ordenación suspendido. En 2016 llegamos a un acuerdo con la Junta de Compensación para trazar una hoja de ruta que desbloqueara el plan de El Mojón. En marzo, la Junta presenta la solicitud de recepción de las obras. A partir de ahí se ha informado de forma desfavorable. ¿Por qué? No lo sé porque no estaba en urbanismo. ¿Que es complicado de entender que siga bloqueado? Pues sí.

En 2017 el alcalde incorpora como asesor a Nicolás Jorge, investigado por presuntos delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos de su etapa en Granadilla. Esa contratación generó duras críticas en la oposición. ¿Usted qué pensó?

Me opuse no por ser Nicolás, ya que nos conocemos hace años, sino porque entendía que en la agrupación local de Arona había personas perfectamente válidas para desempeñar ese trabajo. El alcalde tiene la potestad de incorporar al personal de confianza que quiera y es él quien debe responder a todas las cuestiones relacionadas con este y otros asesores. Son sus asesores. Trabajamos juntos casi 4 años respetando la voluntad del alcalde.

Tampoco se entiende que el PSOE de Arona tuviera como presidente a un promotor con intereses en el propio municipio, como Agustín Marichal

Mientras yo estuve de concejal, Agustín Marichal nunca se metió en el urbanismo de Arona. Tampoco dejaba que se metiera nadie externo que no fuera el alcalde. En principio no tendría que haber ningún problema en que fuera presidente de la agrupación local si no recibiera ningún privilegio.

¿Qué le parecieron las declaraciones de Agustín Marichal de que "hay técnicos bichaditos"?

Fatal. Un capítulo más del esperpento en que se ha vuelto Arona.

El día 6 acaba el plazo dado por la dirección del PSOE para que usted, el alcalde y Agustín Marichal presenten alegaciones al expediente de expulsión.

Estoy preparando las alegaciones pues todavía hoy no sé por qué me abrieron este expediente. No se puede demostrar que he hecho algo malo. Propuse que si el problema éramos el alcalde y yo, que nos fuéramos los dos. El partido intentó que el alcalde y yo nos reuniéramos hasta en cuatro ocasiones y Mena no quiso. Tengo claro que, por el bien de Arona, del grupo de gobierno y del municipio, sí el alcalde entrega su acta, yo la entrego.

¿Se iría a otro partido?

No. Tengo principios.

¿Cree que Ángel Víctor Torres, presidente de Canarias y secretario general del PSOE en las Islas, ha tenido el mismo comportamiento en la mediación para resolver esta crisis que Pedro Martín, presidente del Cabildo y secretario general insular?

En mi caso, sí.

¿Le ha llamado la junta gestora que tomó las riendas de la agrupación local en agosto?

No me han llamado nunca de la gestora, lo que me ha molestado.

¿Ha pensado dejar la política?

Sí lo he pensado. Tengo mujer, hijo, padres y todos han sufrido.