Alcalá estrenó iglesia, dedicada al culto de la Virgen de Candelaria. Con capacidad para 300 personas y una superficie de 1.000 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, la superior dispone de dos naves diferenciadas desde el exterior, pero formando un espacio único interior que combina la tradición de la antigua ermita con la modernidad de los nuevos templos y materiales. En el semisótano hay salas multifuncionales para actividades (catequesis, reuniones, conferencias, etc.) y cumple la normativa de accesibilidad. En su construcción se invierten 1.861.658,53 euros, de los que el Gobierno de Canarias aporta 400.000, el Ayuntamiento de Guía de Isora, 131.000 euros y la parroquia, 899.593,76 euros.

El obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, presidió el acto inaugural en el que destacó el apoyo del Ayuntamiento isorano a la comunidad cristiana tras ceder, en 2011, la capilla del velatorio local para el culto y resguardo de la Virgen de la Candelaria. "El consistorio, con Pedro Martín en su etapa como alcalde, y con la alcaldesa, Josefa Mesa, colaboraron con una aportación importante para construir la iglesia. También el Gobierno de Canarias y la comunidad parroquial, señaló".

La alcaldesa agradeció la dedicación de la parroquia y, especialmente, el trabajo desarrollado por la Comisión Pro-Nuevo Templo, que desde el derribo -por cuestiones de seguridad- de la anterior iglesia "no han cesado en su empeño por lograr la construcción de este lugar tan importante para el culto y para el encuentro de vecinos de Alcalá".

En representación del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende, Consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, destacó la original arquitectura del templo y el empleo de recursos como la iluminación natural. Usó la simbología de Alfa y Omega como mensaje de optimismo ante la situación actual, "símbolos que bien pueden representar el fin de una etapa de sufrimiento y dificultades y un nuevo comienzo para toda la sociedad", comentó.

El presidente del Cabildo, Pedro Martín, destacó la labor de todas las partes implicadas. "Es este esfuerzo conjunto el que hace que se cree comunidad y este lugar de culto y encuentro es importante no sólo para el núcleo de Alcalá, sino para los municipios vecinos".

En 2006 se procedió a la clausura del templo original por motivos de seguridad. La primera piedra del nuevo templo fue colocada a finales de enero de 2018.